𝕯𝖎𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊《𝐇𝐚𝐧𝐦𝐚 𝐒𝐡𝐮𝐣𝐢 𝐱 𝐎𝐜》

Capítulo 5

| Amenaza |

Abrí mis ojos lentamente, me moví un poco abrazándome a mi misma, estaba calentita, pero aún así tenía algo de frío.

Al abrir aún más mis ojos, pude ver en frente mío una pared vieja y desgastada, a un lado habían bolsas de basura y la calle estaba algo húmeda y helada, al mirar hacia arriba, pude darme cuenta de que estaba nublado y parecía ser muy temprano.

Inmediatamente una sensación de sed de apoderó de mi junto con dolor de cabeza, a la vez me sentía algo débil, lo suficiente como para querer estar acostada todo un día.

Miré hacia el lado viendo que Hanma estaba dormido con una polera de mangas cortas mientras apoyaba un brazo en mi cintura, como para asegurarse de que estuviera allí, él estaba dormido apoyando su cabeza en aquel muro, tal vez esté incómodo.

Me dí la vuelta tocandolo para poder despertarlo.

-Hanma... -lo moví mientras intentaba despertarlo.

Él se quejó un poco, aprovechando eso tomé una de sus manos observando su tatuaje, lo toqué con mis manos, ¿le habrá dolido? De cerca se veía incluso mejor.

-¿que mierda haces? -quitó su mano de mi agarre.

-despierta. -lo seguí moviendo.

-¿qué? Ñjhm la luz... -se quejó tapando sus ojos- la resaca es lo peor, mierda... -suspiró.

-tengo sed... -me quejé- y...

-te duele la cabeza. -yo asentí a pesar de que no pudo verme ya que seguía tapando sus ojos con sus manos.

-nunca más vuelvo a hacer esto... -me quejé.

-me quedé pobre. -quitó sus manos de sus ojos mientras miraba hacia el frente y luego agachaba la mirada hacia mi.

-¿no tienes frío? -toqué su brazo por debajo de su hombro en la parte de su músculo, estaba helado.

-atrevida. -rió burlón.

-oh cállate... -fruncí el ceño cerrando mis ojos y volviendo a acomodarme en él.

-oye, oye, no... -me tomó por debajo de los hombros levantándome, toqué mi cabeza.

-¡duele! -cerré mis ojos.

-solo tienes que darte una buena ducha y dormir. -habló con calma mientras quitaba sus brazos de mi- oh y beber agua, mucha agua.

-esto es horrible. -me quejé sentándome ahora a su lado en la pared.

-me duele la espalda. -se levantó del suelo mientras se estiraba- ya levántate, te llevaré a tu casa.

-pero es que-

-ya se donde vives Alice, no discutas ahora solo quiero dormir. -habló fastidiado tendiendome su mano la cual tomé, al levantarme me maree un poco.

-¿cómo que ya lo sabes? -comenzamos a caminar hacia afuera mientras metía las manos en los bolsillos de su chaqueta la cual traía puesta buscando calor.

Mis manos tocaron algo, lo cual saqué.

Era la paletita.

-lo hablamos otro día, ¿si?

-hm... -asentí, ya no es como que me preocupara tanto, me tuvo completamente borracha y no me hizo nada malo- ten. -le di la paleta.

-ya dije que era para ti.