Capítulo 9: Segundo encuentro

42 11 3
                                    

Oliver Cook

Me despierto con una fuerte resaca, mi cabeza me está matando. Me revuelvo en mi cama para huir de la luz solar. Estiro mi brazo para tomar una almohada y siento que está caliente, es entonces cuando recuerdo que no vine solo. Varios flashbacks de lo que hice con Sofia anoche vienen a mi cabeza. Abro un poco los ojos para comprobar que ella ya se fue, espero que ella lo haya disfrutado igual que yo porque es muy buena con sus labios y no me molestaría repetir.

Sigo durmiendo hasta que las náuseas me hacen imposible seguir acostado. Me pongo de pie y encuentro una pequeña nota en mi mesa de noche con un número telefónico. Asumo que es el número de Sofia así que la agrego a mi lista de contactos y me prometo que le hablare luego.

Me sorprende mucho que la cama de Ronny siga intacta, eso significa que no durmió aquí anoche. Lo más lógico es pensar que paso la noche con el chico de piel dorada, esa idea me enoja. Debe de haber otra explicación, una que no lo involucre a él. Tal vez me escuchó con Sofia y prefirió irse a dormir a otro sitio, si eso debe de ser. De seguro fue con su amigo Jason.

Intento ignorar la curiosidad de saber dónde durmió Ronny tanto como puedo, me repito que no es asunto mío y que no debería de porque interesarme. Al final me rindo ya no puedo seguir empujando las dudas al fondo de mi cabeza.

No puedo simplemente tocar la puerta del dormitorio de Jason, apenas si le hablo y me vería como un raro o un acosador. Por suerte mi hermano me enseño un hechizo con el que él solía vigilarme, no quiero ni pensar en las cosas que me vio hacer.

Tomo mi espejo y lo muevo hacia la pared que conecta ambos dormitorios. Digo el extraño conjuro en latín para crear una pequeña ventana temporal unidireccional. Veo el dormitorio de Jason y parece que alguien durmiendo con él, por el caballo largo supongo que es una chica. Rayos, no hay señales de Ronny. Esperen un momento, solo hay una cama eso significa que no tiene compañero. Me pregunto cómo consigo un dormitorio solo para él.

No puedo seguir pensando en teorías sobre donde pudo haber dormido Ronny porque mi cabeza me está matándome. Sí tan solo mi hermano o mi padre me quisieran decir como activar mi poder de curación podría curarme. Voy a buscar unas aspirinas que guardo en mi escritorio. Empiezo a creer que tal vez no herede el poder de curación o tal vez no lo recupere con el resto de mi magia, eso simplificaría mucho las cosas porque no tendría que seguir medicina.

Voy al baño a vaciar mi estómago y a considerar la idea de no volver a beber. Cuando el suelo deja de darme vueltas me meto a la ducha a quitarme el desagradable olor a alcohol.

Salgo del baño dejando que las locuras de la fiesta se vayan por la cañería. Ahora estoy listo para retomar las tareas, aunque me distraigo un poco y comienzo a ver series en Netflix.

Ya en la tarde escucho llega Ronny, luce horrible, está hecho un asco. Parece que no ha dormido nada. Tiene unas grandes ojeras debajo de los ojos y su cabello está hecho un nudo enorme.

Ronny al entrar va directo al baño, se tomó su tiempo ahí adentro. Se viste y se acuesta a revisar su celular. Se encuentra más callado de lo habitual, me preocupa un poco. No obstante, no quiero que me preocupe así que decido ignorar mi curiosidad. Después de todo lo que él haga con su vida no es asunto mío. No paso mucho tiempo para que él se quedara dormido.

Intento hacer las tareas que no hice, pero al darme cuenta de la hora que es prefiero prepararme para dormir. Cuando me acuesto a dormir, se me dificulta un poco conciliar el sueño por todos los pensamientos que me atormentan.

Mientras duermo mi mente me traiciona y me juega una mala jugada; sueño con el chico misterioso, sueño con su voz que me llama para que lo siga. Por más que lo intento no puedo alcanzarlo siempre se me escapa de las manos.

Escapando del paraísoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora