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( sexto año )
Genny se recostó en el sofá de la sala común, mirando al techo. Uno de los fantasmas le hacía compañía, charlando sin rumbo fijo sobre su pasado. Genny se sintió mal porque en realidad no estaba escuchando. En cambio, estaba tratando de recordar qué ingredientes necesitaba para hacer una Amortentia.
Desde la entrada de la sala común, ingresó West. Ella puso la cabeza sobre el reposabrazos y lo vio encontrarse con su mirada. Ante la expresión de su rostro, ella sonrió suavemente, viéndolo igualar su estado de cansancio con una rápida transformación de sus rasgos.
—Así es exactamente como me siento —él le dijo, chasqueando los dedos y sentándose junto al fantasma. Él le sonrió, le guiñó un ojo antes de estirar las piernas sobre la mesa y echarse hacia atrás—. No puedo esperar hasta que terminen mis exámenes y entrar en la Orden.
El estado de cansancio de Genny desapareció de inmediato. Ella se sentó, frunciendo el ceño. —¿Dumbledore te preguntó?
—Sí —asintió West, bostezando—. Estoy pensando que empezaré tan pronto como comience el verano.
Las cejas de Genny se fruncieron más. Ella no sabía qué decirle. ¿Debería decir, ten cuidado? ¿O no creo que debas ir? Pero eso era una estupidez. Ella no se lo debía. Él era su propia persona. Entonces, en cambio, suspiró. —Te extrañaré. No será lo mismo sin ti y sin Frank el año que viene.
West se burló, sacudiendo la cabeza. Pero lo agradeció. Genny lo conocía demasiado bien. —Oh, estarás bien sin nosotros, Genny. Sin embargo, Alice se ha sentido un poco triste, considerando que tendrá que escribirle a Frank todo el verano y todo el año que viene. Frank está triste también.
Genny arrulló. Los dos eran adorables. Nunca esperó que Alice diera el primer paso, pero fue genial que lo hicieran. —Te escribiré —dijo ella, sonriendo y extendiendo la mano hacia su diario. Tomó su pluma y comenzó a escribir.
—Me alegro —sonrió West. Ella sonrió. Genny todavía no se merecía esta amistad con West. Cualquier otro chico la maldeciría y se marcharía, pero él todavía estaba aquí, y ella lo apreciaba mucho por eso. Y ella pensó que - después de todo, tal vez estuvieran mejor como amigos. Se llevaban mejor que juntos.
—No dejes que Él te atrape, ¿de acuerdo? —Genny trató de quitárselo como si nada, pero West lo sabía; sólo por la rápida mirada que le envió sobre la parte superior de su diario. Se había enfrentado a Tú-Sabes-Quién, y la idea de que alguien más se enfrentara a él - pasando por lo que ella había pasado - la aterrorizaba.
