ELUA

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Entró al hospital con la respiración agitada, corrió con pasos torpes hasta la recepción y tocó la campanita con desesperación.

—¡Señorita! — llamó al ver que la mujer estaba alejándose mientras platicaba con otra persona.

—Oh, disculpe, ¿Busca a alguien o viene a consulta? — se sentó en su silla mientras esperaba para teclear.

—Soy Kim NamJoon, y vine a ver a Kim TaeHyung, me dijeron que estaba en urgencias, necesito verlo, por favor— dijo lo más lento posible, sin embargo, su tranquilidad estaba descansando lejos de él.

—En la sala 6, derecho por el pasillo y vuelta a la derecha, tercera habitación—hizo algunas señas con su mano y el moreno asintió agradecido.

Sentía el corazón en la garganta y sus manos sudaban de nervios, no sabía en qué estado estaría el chico o lo que le dirían, solo con escuchar la palabra urgencias le hacía querer vomitar el vuelco que sufría su estómago.

Siguió las indicaciones de la mujer y llegó a esa habitación donde un doctor le esperaba parado fuera de la habitación mientras anotaba algo en su libreto.

—Doctor, soy Kim NamJoon, ¿Cómo está? ¿Qué tiene? — preguntó al borde del llanto.

—Doctor Kim HyunKwoo, el joven Kim está sedado en este momento, una unidad de policías de la zona lo halló en uno de los callejones de la calle roja, estaba inconsciente, golpeado y con una fractura en la pierna derecha, se recuperará— agregó al ver cómo lo último hizo que el más alto palideciera.

—Carajo... ¿P-puedo verlo? — preguntó tartamudeando por todo lo que tenía en la cabeza, estaba tan abrumado y preocupado.

—Adelante— asintió mientras le miraba con las cejas un poco curvadas.

Las manos temblorosas de NamJoon se ocuparon de abrir aquella puerta blanca, se sentía horrendo...tal y como la primera vez, entrar y verlo, verlo sobre esa camilla blanca, con su rostro tan reluciente bajo la luz que emanaba de la lámpara junto a la cama, pero más relucían esas manchas de sangre aún frescas sobre su piel bronceada. Repasó con su mirada cada golpe que le adornaba, cerró la puerta y caminó rápidamente hasta llegar junto al más joven.

—Tae... ¿Qué hiciste ahora? ¿En qué problemas te metiste? —preguntó en un susurró a la vez que se sentaba en el sillón individual.

Tomó su mano que ahora se encontraba algo fría, acarició el torso con su dedo pulgar y se dedicó a calentarlo como pudo. Los años habían pasado, pero, tal parecía que las costumbres no, NamJoon seguía siendo quien cuidaba del pequeño y descuidado TaeHyung que, de alguna forma u otra, lograba meterse en problemas. Algún día no estaré para protegerte, le había dicho el Kim mayor al castaño después de que lo encontrara siendo intimidado por unos tipos fuera de un bar; pero mientras esté, voy a hacerlo, agregó cuando lo vio bajar la mirada de una manera triste.

Ese niño hacía lo que quería con él.

—¿Joonie? — su suave y quebrada voz le hizo abrir los ojos, y entonces lo vio, con su expresión algo fruncida por el esmero que hacía en aguantar la luz en los ojos.

—Tae, gracias, gracias, gracias— susurró incorporándose mientras besaba su mano repetidas veces.

—¿Qué pasó? ¿Por qué estamos...? — no pudo terminar de hablar, pues recordó todo- Oh...- soltó abriendo sus ojitos.

—¿Enserio, TaeHyung? ¿Oh? Ahora, vas a decirme que es lo que te pasó, ¿Qué hacías en la calle roja? Tienes golpes, una fractura en la pierna y te encontraron inconsciente, ¿Sabes qué se siente que te llamen y te digan que tú mejor amigo está internado en urgencias y que no se sabe si va a estar bien? — cambió su expresión por una más seria, incluso el tono de su voz fue más grave y demandante, justo como a TaeHyung le daba miedo.

NOT INTO YOU [NAMJIN]✓✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora