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El día en que Seungmin llegó a la escuela por primera vez hace dos años fue el primero en verlo; vio a ese risueño chico que le hablaba a todo el mundo, que iba a practicar béisbol en recreos o a cantar al coro, ese niño que le saludaba todos los días sin falta. El chico que lo molestaba cuando se presentaba la oportunidad, el mismo del que secretamente disfrutaba tenerlo cerca.

—Me gustas, Hyunjin. Por eso te estoy evitando, porque tú no sientes lo mismo.

—Hyung, ya llegué, disculpa la demora pero un amig-

El par se separó, Hyunjin tropezó con una de las patas de la mesa, cayendo en cuenta de la confesión de Seungmin.

—No—murmuró, mirando una y otra vez a la expresión herida del lindo muchacho que le impedía disfrutar de un calmado día. El mismo que ahora le había dicho que tenía sentimientos románticos por él.

—Volveré más tarde, hyung—el verdadero Jongho salió del pasillo casi corriendo, tan rápido que Seungmin no alcanzó a detenerlo.

Hyunjin necesitaba sentarse, era mucha información para un día.

—No, no me gustas—le confirmó, sobresaltando la débil postura de Seungmin en un rincón. Hyunjin estaba seguro que no le gustaba, lo veía y no sentía nada.

—Está bien, lo entiendo, pero por favor vete—la voz se rompió en la última frase,  junto con Hyunjin.

De alguna forma le dolía que hablase así, con indiferencia después de haberse confesado. Y es que no debía esperar nada más, lo había rechazado, era obvio que Seungmin tendría un poco de dignidad.

—Seungmin, no quiero que de ahora en adelante las cosas sean incómodas, yo-

—¿Incómodas? Siempre fueron incómodas, Hyunjin—el rubio se volteó, frunciendo el ceño a pesar de la humedad de sus ojos—Le diré al profesor que me cambie de lugar, así podrás estar más...feliz.

—¿Qué?—no.

—No voy a fingir que no me siento triste, porque me lo esperaba. Por mi bien es mejor que me aleje totalmente de ti, y no solo ignorarte—Seungmin suspiró—Estar sentado junto a tu lado también me hace mal, eres lindo, y me gusta verte inquieto o haciendo cosas raras con las manos cuando no entiendes algo—rió sin gracia, empujando suavemente sus libros a la mochila—Espero que podamos ser grandes compañeros en un futuro.

Hyunjin como pudo afirmó, obligándose a parpadear.

—Nos vemos, ten un agradable día.

—No, espera—Hyunjin no fue capaz de detenerlo. Le temblaron las rodillas cuando dio unos pasos, cosa que le distrajo, a él nunca le temblaban las piernas.

Seungmin se fue, dejándolo abandonado en un frío y ahora oscuro espacio en un rincón de la biblioteca, rodeado de libros que posiblemente hablaran de romance, cariño que florecía con tardía en el pecho de Hyunjin.

Seungmin no le gustaba, claro que no. El chico era lindo, tenía buena figura desde un punto de vista objetivo, era inteligente, sus chistes eran ingeniosos, tenía un aire a misterio que a Hyunjin le atraía observar, pero hasta ahí. A Hyunjin no le gustaba nadie, no le gustaba Seungmin. Por supuesto que no, la sola idea le parecía extraña, una redes de arañas se instalaba en su estómago al pensarlo, haciéndole cosquillas por sobre el ombligo.

Por muchas veces que se dijera que Seungmin era demasiado bromista y malvado para llegar a ser una futura pareja, una breve punzada le atravesaba la cabeza. Le molestaba el hecho de que Seungmin hubiera dicho que le diría al profesor para cambiarse de lugar, se suponía que era una decisión de ambos.

𝐜𝐡𝐨𝐜𝐨𝐥𝐚𝐭𝐞/ʰʸᵘⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora