Último chance (Zoro Roronoa x Reader)

1. Regreso

Segunda parte de "Ya no hay oportunidad"

Habían pasado ya dos años y algo más desde entonces, los mugiwaras se habían hecho de una fama increíble para bien o para mal, se acercaban más a sus objetivos, cada isla distinta y cada enemigo más fuerte que el otro. La marina especialmente había tomado mayores represalias contra ellos y habían fuertes cazarrecompensas detrás de sus cabezas.

Pero nada esto les importaba a los que se encontraban aburridos en la cubierta del Sunny, habían zarpado de una isla que estaba afiliada al Gobierno Mundial; sin embargo, era la principal fuente de esclavitud para los Tenryubitos, lograron vencer a un vicealmirante de la marina y a todos sus subordinados, por lo que ahora ellos solo estaban disfrutando de la calma que les estaba otorgando los mares y el tiempo.

- Meeeeeeh, tengo hambreeee... ¡SANJI COMIDA! - exclamó el capitán apoyado en el barandal.

- ¡Te la comiste todo idiota! Los amables ciudadanos nos brindaron provisiones por un mes, ¡Y TU TE LO ACABASTE EN UNA SEMANA! - regañaba el cocinero.

- Ya no hay sake tampoco.

- ¡TÚ TAMBIÉN CALLATE, MARIMO DE MIERDA!

- ¡A QUIÉN LLAMAS MARIMO, COCINERO ESTÚPIDO! ¡Es tu labor darnos de comer!

- ¡SÍ SERÁS...! - Para pesar de todos, una pelea entre ambos iba a iniciar; sin embargo, un movimiento fuerte sacudió al Sunny de un lado al otro, perturbando a todos los tripulantes.

- ¡Oi Nami! ¿Qué está pasando?

- No lo sé, Luffy, esto es raro, no es una tormenta o torbellino ¡Agárrense todos de algo! - Todos se apoyaron en lo primero que vieron, hasta que el movimiento se suavizó hasta parar; sin embargo notaron que todo se había oscurecido parcialmente.

- ¡¿Qué RAYOS?! - avisó el tirador señalando hacia arriba - E..es..ese es un...

- ¡REY MARINO! - gritaron todos.

- ¡BIEN! Tendremos comida ¡SANJI, ZORO!

- ¡SÍ! - gritaron los dos y le siguieron el paso al capitán para poder cortar al animal.

- ¡Yo rebanaré su cuello!

- ¡Yo le patearé su cabeza! 

- ¡Yo voy por el estómago! 

Los tres se encontraron dispuesto a cortas al rey marino que había perturbado su tranquilidad, pero de pronto, una fuerza detuvo: el golpe de Luffy, la patada de Sanji y el corte de Zoro; ni uno de los tres lo vio venir y no dejaban de preguntarse de qué se trataba todo ello. El rey marino seguía en su lugar, sin embargo Luffy y Zoro caían por la gravedad mientras que Sanji los cogía para dirigirse a la cabeza del animal juntos, debido a que el rubio había denotado una presencia aparte del animal, cuando llegaron ahí, no podían dar crédito a lo que veían.

- Ese no era el tipo de reencuentro que yo esperaba - los tres se congelaron, incluso pensaron que estaban alucinando - por favor, no lastimen a mi amigo, fue muy amable al traerme hasta aquí.

- ... ¿(Tn)...___...___..? - tartamudeó el morocho - ¡¿(Tn)______?! - abrió sus ojos emocionados el capitán.

- Hola, Luffy - le sonrió de vuelto y el moreno no lo pensó y fue a abrazar a su nakama eufóricamente, a lo que la peli(tc)______ le correspondió del mismo modo - me alegra mucho verte de nuevo.

- ¡(Tn)________-CHWAAAAAAAAAAAN! - corrió también a revolotear alrededor de la mujer - ¡Te ves tan hermosa como siempre! ¡No, miento! ¡Estás más hermosa de lo que recuerdo, mi hermosa flor de jardín! - ambos estaban eufóricos con la presencia de la mujer, mientras que cierto peliverde también sentía de nuevo esa sensación en su pecho que había estado dormida en todo ese tiempo que no la había visto. La mujer dirigió su mirada al espadachín, con lo cual solo se miraron brevemente y asintieron con la cabeza a modo de saludo. Aunque si fuera por Zoro, habría mandado a volar a su capitán y a Sanji para poder refugiarse en esos brazos que había extrañado en noches de soledad.