22. Colores.

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La batalla se estaba tornando dura a esas alturas, casi pierden a Bege debido a lanza de dulce de Peros Peros que le atravesó el pecho; los Mugiwaras empezaban a sentirse acorralados, y una de ellos, no dejaba de decirse que todo ello era su culpa. Aunque no lo diría en voz alta, pero la responsabilidad de quienes estaban perdiendo la vida en esa batalla, se cargaba en sus hombros.

Aunque al ver a Big Mom no sentir absolutamente nada por sus hijos fallecidos, hizo que su corazón latiese más y quería arrancarle la cabeza de un solo jalón con sus manos. Era una maldita hipócrita al decir que todos ellos eran su familia, cuando no tiene piedad en sacrificar unos pocos por hacerse fuerte y reina.

Aunque si de hipócrita hablaran, ella también estaría incluida en ello, el desatar una guerra en nombre del amor de su vida y su hijo perdido, cuando hace noches estaba retozando con su ex. Agarró la bufanda de plumas de Katakuri y respiró su aroma antes de atravesar a varios de los Hommies con una lanza de mochi. Debía dejar de perder el tiempo pensando en lo que pasó y concentrarse en ganar la batalla donde ella había condenado a todos.

No pudo describir la cara de Big Mom al ver que ella tenía la fruta de su hijo, casi hace que Prometheus consuma todo el castillo al ver a Cracker de nuestro lado; hubo como media hora donde la Yonkou, cegada por la ira, se enfocó principalmente en luchar con su hijo. Mientras los demás se repartieron entre comandantes y los hijos más poderosos.

En cuestiones de alianza, fue cierto de que algunos hermanos se habían cambiado de bando, convirtiéndose en aliados temporales; personas como Brulee, Amande, Moscato, Cinnamon, Citron, los dos grupos de cuatrillizos y Raisin*; se habían unido a la causa del - ahora - ex comandante dulce antes de la batalla.

Por otro lado, los demás hermanos permanecieron en su posición de proteger a su madre; hubo sorpresas al ver a (Tn)_______ usando la habilidad de su difunto hermano, algunos de ellos al visualizar la voluntad de su hermano en su cuñada, desistieron inmediatamente.

Aunque representaba una mayor fuerza para ellos, eso no quitaba que estuvieran en una considerable desventaja ante la Yonkou, especialmente en su territorio. 

Tontamente había empezado a recordar el cómo conoció a Katakuri, el beso que le había robado y como casi muere en sus manos; era demasiado por procesar, mucho.

El como Katakuri se había metido en su piel y corazón, había sido casi un cuento que nadie se lo creería; ese hombre despiadado y que todos temían y respetaban, había calentado y reparado su corazón inmediatamente.

Trató de dejar los sentimentalismos - por ahora - y enfocarse en la batalla, sacudió su cabeza fuertemente; lo cual no fue buena idea, ya que cuando enfocó su vista al campo de batalla, vio a Zoro peleando, y más lamentable era el hecho de que su corazón diera un latido fuerte y corto al ver ese pelo verde.

Agarró fuertemente la bufanda magenta y se aferró a ella, como si fuera un amuleto o recordatorio de que su corazón ya había sido tomado, y esa era la principal razón por la que se encontraban ahí.

* * *

La batalla no daba tregua a nada, Luffy habia quedado inconsciente por tercera vez ante un ataque de la matriarca. La mujer parecía no dar respiro, y sus comandantes tampoco.

(Tn)_______ intentaba hacer oídos sordos, no a los fuertes sonidos producidos en el campo, sino a las palabras que empleaban los hermanos hacia ella. Su estabilidad mental parecía debilitarse un poco, pero no dejaría que ninguno la viera como la querían.

Había tenido tiempo para echarse a llorar, lamentarse y gritar con dolor; ahora ya no estaba para eso.

Ella visualizó como Luffy estaba tirado en el suelo inconsciente y siendo un blanco perfecto para el ataque que la mujer de cabellera rosada estaba dispuesta a lanzar.

Último chance (Zoro Roronoa x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora