19. Promesas

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(Tn)_______ no daba crédito a lo que veían sus ojos, e inconscientemente se vio acariciando la tumba de su difunto esposo como si acariciara su piel; la foto en la tumba hizo que la mujer empezara a llorar al recordar al "serio" de su esposo, pero a la vez se derretía cuando estaba solo con ella.

- Traje su cuerpo a mis dominios, no podía dejarlo tirado.

- Te juro que no quiero ser mala Cracker, y menos aquí donde está él, así que evitate tus excusas.

El comandante dulce no pudo refutar ante las palabras de la mujer, así que sólo se fue dejandola sola para que tenga la privacidad que quizás no ha tenido en mucho tiempo.

- Hola - empezó a hablar la mujer cuando se vio sola - me alegra saber tanto que estás aquí - sollozó- no sabes cuanta falta me hiciste en este año de locura, mi corazón de verdad quería morirse; sé que tal vez ya sabes, ya que de seguro está contigo, pero... perdí a nuestro hijo. Yo... no pude resistir más, no pude protegerlo como te lo prometí, yo... - empezó a formarse un nudo en la garganta - no resisto todo esto, amor... quiero estar contigo y con mi hijo, te juro que a veces trato y trato, pero me es imposible no desearlo; sé que me regañarías por tener estos pensamientos, pero... no puedo más Kata... por favor, ayúdame o llévame contigo, yo te necesito.

(Tn)_______ nunca había podido desahogarse con respecto a lo que de verdad sentía con alguien, ni siquiera con sus cuñadas; esta era la primera vez donde ella pudo por fin sacar esos pensamientos que la atormentaban en esos días difíciles, donde la pérdida era más notoria y su mente le jugaba malas pasadas. Así que después de desfogar todo ello, la mujer se quedó dormida junto a la lápida de Katakuri.

Eran aproximadamente las cuatro de la mañana, y por más botellas de sake que tomara, no conseguía relajarse y dormir; maldecía su nivel de tolerancia al alcohol, pues ahora lo que menos quería era estar cuerdo, esa mujer había sido una variable que no había estimado en su vida; nunca había pensado en la posibilidad de enamorarse en medio de su viaje, pero ahí estaba, lamentando todo lo ocurrido con la mujer.

Hacia un viento fuerte en medio de los pasillos, lo cual le parecía muy raro, ya que cuando salió anteriormente no fue así; y como si estos lo guiaran, terminó siguiendo su dirección, para toparse con un jardín grande; sin embargo la sorpresa se llevó al ver el reconocible pelo de color magenta apollado en lo que parecía ser una lápida. No lo pensó dos veces y corrió a donde estaba la mujer, para ver como la mujer dormía en esa posición, lo que lo alivió en cierto modo.

Era cierto de que estaba molesto con ella, pero no iba a dejarla en esa posición y más con ese viento, que al parecer había parado; aunque de todas formas la alzó en sus brazos y pudo fijarse mejor de quién se trataba la tumba.

"Charlotte Katakuri, amado hermano, esposo y padre"

El corazón del espadachín no pudo evitar acelerarse ante ello, si bien en vida odió al hombre por quitarle a la mujer que amaba; no lo culpaba, ya que él mismo se autosaboteo en su intento de relación con (Tn)_______, además por lo que le contó la mujer, él se sacrificó para que ella escapara; y debido a ello, agachó su cabeza en señal de respeto a la tumba del hombre y un viento fuerte volvió a golpearlo por la espalda.

- No te preocupes - agarró con firmeza a la mujer - yo la cuidaré.

Zoro no supo a ciencia cierta el porqué de esa sensación, pero sin duda la iba a cumplir, así la mujer lo bote tan lejos de ella; él no iba a permitir que nada le sucediera mientras estuviera vivo, y más en la guerra que se avecinaba.

Se dirigió a la habitación de la mujer, después de muchas vueltas, y la acostó en la enorme cama fijándose en lo hermosa que se veía aún dormida.

- Por favor, quítame este embrujo tuyo, prometo que igual te cuidaré sin importar qué - suplicó sabiendo que ni obtendría respuesta - descansa, hermosa.

Él no pudo evitar darle un beso en la frente rogando que por ese medio, todos los sentimientos que le tenía se transmitiera a la mujer, y se marchó de la habitación para encontrarse en la puerta a un Cracker furioso.

- Roronoa - dijo entre dientes.

- Que - respondió escuetamente

- ¿Qué hacías con ella?

- Solo la devolvía de la habitación, se había quedado dormida en... Y yo porque tengo que darte explicaciones a ti.

- Aléjate de ella, no creas que no sé cuál es tu historia con ella.

- Sí, historia - lo cortó

- Casi la matas

- ¡Mierda, ya! Eso fue un error, y para ser justos, quería matar a tu hermano.

- Idiota... - ambos hombres pusieron sus manos en los mangos de sus espadas con intenciones de una pelea.

- Ambos son unos idiotas - escucharon a lo lejos - la dama necesita descansar y ustedes queriendo iniciar una pelea sin necesidad. Si quieren culpar a alguien de su desgracia, porque no lo hacen directamente a Big Mom.

Ambos miraron al rubio que para sus pesares, tenía razón,  así que apartaron sus manos de sus espadas, y tras un intercambio de miradas, ambos se alejaron de la habitación en discordia, prometiendose algo en mente.

"Seré yo quien la proteja"

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¡Hola!

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Último chance (Zoro Roronoa x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora