Don't Leave Me Alone『PJM & JJK』┇ Adap.

『¢нαρтєя 17』

JungKook abrazó con fuerza a su ex novio, riendo de forma escandalosa, restándole importancia si a MingYu se le reventaba el tímpano en cualquier momento.

Llevaban poco menos de una hora adentrados en aquel bar ya conocido, y JungKook iba por su sexto shot de tequila.

Si bien, MingYu se había negado a acompañar al castaño a un acto tan poco saludable como ese, no le había quedado más remedio que ir a dicho lugar en cuanto supo que Kook se escapó del departamento sin decir nada más.

La música acallaba su risa, sí, pero eso no quitaba que ambos estaban demasiado cerca y peor aún, el olor a alcohol lo estaba abrumando de una forma terrible.

──Kook, deberíamos irnos ──susurró en su oído. Realmente estaba comenzando a sentirse mareado sin siquiera beber aún.

──¿Por qué? ──gritó animado. Su sonrisa se ensanchó y tomó a MingYu de los hombros para sacudirlo repetidas veces──. Me gusta aquí.

Su ex novio negó con la cabeza, pues observar a JungKook en tal estado le era muy poco agradable, y a sabiendas de quién era el responsable de orillar al castaño a beber de forma descontrolada, le parecía enfermizo.

──Hablo en serio, Jeon... Vamos a casa ──tomó su brazo con la intención de arrastrar al menor fuera del establecimiento, más frunciendo el entrecejo totalmente confundido cuando Kook se soltó bruscamente──. ¡Deja de hacer eso!

──He dicho que no... Déjame acá y vete si gustas, puedes venir por mí después ──otra carcajada se hizo presente.

MingYu suspiró derrotado. Estaba claro que jamás podría ganar esa batalla contra JungKook y en verdad no tenía demasiados ánimos para iniciar una discusión. Tomó asiento nuevamente en la barra y dejó caer su mentón contra la palma de su mano.

──Vamos a bailar ──JungKook alzó sugestivamente sus cejas, acariciando el dorso de la mano de su ex para luego morder su labio inferior y hacer que éste aceptara.

JungKook caminó hasta el centro de la pista junto a MingYu, comenzando a moverse de una forma lenta pero provocadora.

Enredó sus brazos en el cuello de su ex novio y procedió a repartir cortos besos en las clavículas de MingYu que quedaban al descubierto de aquella linda camisa.

──Detente ──jadeó levemente, teniendo muy en cuenta que Kook no estaba en sus cinco sentidos y no era correcto dejarlo hacer aquello y mucho menos, corresponderle.

──¿No te gusta? Dios... Eres tan lindo, en verdad quiero que...

──Me tienes mal Kookiie pero estás muy ebrio, para ya ──se estremeció al sentir las manos del menor introducirse lentamente por debajo de su ropa.
El castaño se detuvo en su cintura y apretó con sutileza, arrancando un apenas audible gemido de parte de su ex.

Clavó su mirada fijamente en él y rompió la distancia para comenzar a besarlo de forma frenética y con desesperación.

MingYu amplió sus ojos ante la acción repentina para luego cerrarlos y seguir con aquella acción que después de todo, estaba gustándole.

Sintió su miembro comenzar a endurecerse y de inmediato sus mejillas se tornaron rojas, hacía mucho tiempo que no compartía esos escenarios con JungKook y al menos para él, estaba sintiéndose como algo totalmente nuevo.

Estaba a punto de romper el beso y volver a casa, cuando un dolor intenso en sus costillas lo hizo separarse del castaño abruptamente para caer al piso.

──¡No vuelvas a tocar así a JungKook! ──gritó, señalándolo con uno de sus dedos mientras le dedicaba una mirada fría y fuera de lo común.

──Maldito, animal salvaje, suéltame ──chilló Kook ante el agarre de JiMin, quién ya lo arrastraba directo a la salida.

──¿Te parece divertido besarte con desconocidos? idiota...

──Te recuerdo que así te conocí a ti ──lo miró detenidamente y luego formó una mueca de desagrado──. Además, ¿Qué te importa? Es mi MingYu...

JiMin tragó saliva.

Recordaba perfectamente ese nombre. Tal vez, a veces no le ponía la suficiente atención a JungKook, pero aquella historia de amor que le había narrado hace algún tiempo, no podía borrarla de su cabeza.
MingYu había sido el hombre perfecto para Kook, y había vuelto probablemente para conquistarlo a como diera lugar.

──Vámonos de aquí.

──¿Qué te hace pensar que voy a irme contigo? Imbécil...

El pelinegro tomó a JungKook por las piernas y lo cargó en uno de sus hombros para llevarlo a su automóvil, quejándose de tanto en tanto por el peso muerto que provocaba el castaño por haberse quedado dormido.

Apenas entró a su departamento, agradeció infinitamente que Yoongi estuviese de viaje. No sabía si llevarlo a su casa habría sido buena idea en realidad.

Lo dejó con un poco de brusquedad sobre la cama y rodó los ojos al notar que JungKook despertó de inmediato.

──¿Qué hago aquí? ──murmuró sosteniendo su cabeza, cerrando los ojos con fuerza al sentir que podría explotar──. ¿Y por qué diablos estoy contigo?

──Por que te extraño Kook, te extraño muchísimo ──dijo al fin, quitándose su camisa con rapidez y avanzando hacia el menor. ──¿Tú no me echaste de menos, bebé?

El castaño retrocedió por inercia. Su labio inferior tembló suavemente en cuanto sintió su espalda chocar contra la cabecera de la cama.
Por primera vez en meses, podía sentir cierto desagrado. Ya no estaba tan ebrio como hace ya un rato y sus sentidos estaban estabilizándose.

Podía recordar perfectamente aquel beso con MingYu y se preguntaba si el chico estaba bien o si al menos estaba buscándolo. Pues en verdad, estar junto a JiMin en ese instante, no le hacía sentirse del todo cómodo.

La mirada del pelinegro era tan aterradora y su sonrisa era tan tétrica que incluso aún cuando JiMin estaba embistiendo suavemente a JungKook mientras le hablaba cosas lindas al oído, éste sentía que podría estar involucrándose con alguien totalmente distinto.

Había caído de nuevo, involuntariamente y sin querer al infierno del que había salido hace poco. Y esta vez, nadie podía salvarlo.

En el momento que su orgasmo llegó, se aferró a la espalda del pelinegro como si de ello dependiera su vida.

Anhelaba mucho volver a sentir esa sensación, pero el hecho de que tal acto no fuera totalmente consensuado, lo hizo sentirse sucio y traicionado.
Entre el llanto y susurros le pidió a JiMin que se alejara.

Haciéndose ovillo en la misma cama y hundiendo su rostro entre su cuerpo queriendo desaparecer por un instante y vivir solo en aquella burbuja de felicidad que él mismo había creado.

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