Don't Leave Me Alone『PJM & JJK』┇ Adap.

『¢нαρтєя 21』

MingYu observaba con detenimiento a JungKook, quién sólo mantenía la mirada fija en sus manos aún lastimadas. Si bien, después de cuatro semanas de terapia y revisiones médicas ya estaba un poco mejor, las cicatrices en sus manos seguían bastante visibles y realmente no era agradable de ver.

Durante todo aquel tiempo, se había encargado de cuidarlo y atenderlo para que el chico se recuperará lo más rápido posible. Aunque ver su carita triste a diario, le hacía sentirse un tanto miserable. Pues a pesar de llevar sus justificantes a la universidad, su estancia en casa ya era bastante larga y JungKook había agotado sus posibilidades de aprobar las materias.

──¿Cómo te sientes hoy? ──preguntó, acercándose al castaño y tomando asiento en la cama junto a él.

──Muy bien, creo que tanto tiempo siendo un inútil ha rendido frutos.

──No te digas así, JungKookie ──susurró, acunando el rostro del castaño entre sus manos──. Para mí ha sido un buen tiempo, amo estar cerca de ti.

JungKook sonrió cabizbajo, rompiendo completamente el espacio que los separaba y rozando apenas sus labios con los de su ahora novio.

Después de todo, MingYu era un buen chico y siempre estuvo ahí para él.

Muy en el fondo sabía que aquello sólo lo hacía por intentar distraerse y hacer feliz a alguien, pero no quería aceptarlo. Era algo cruel e irrespetuoso.
MingYu lo atrajo aún más para comenzar a besarlo con más intensidad, comenzando a despertar en su cuerpo, sensaciones ya bastante familiares.

Deslizó sus manos bajo la camiseta de JungKook y sonrió entre el beso al sentir cómo el castaño se estremecía ante el roce.

──Espera ──el menor se apartó al notar el rumbo que llevaba la situación.

──¿No quieres hacerlo?

──Y─yo... Sí, lo siento ──sonrió a medias fingidamente.

MingYu comenzó a desvestirse lentamente, humedeciendo sus labios al mirar que JungKook hacía exactamente lo mismo.

El chico avanzó hasta Kook, abriéndose paso y posicionándose entre sus piernas. Volvió a besarlo esta vez mientras acariciaba las piernas del castaño con suavidad, en serio extrañaba tanto volver a sentir su cuerpo desnudo bajo él.

Deslizó una de sus manos hasta la entrada de JungKook para comenzar a prepararlo.
Los gemidos del menor eran música para sus oídos, estaba ansioso por mostrarle cuanto lo había extrañado.

Rebuscó entre las cosas de su novio hasta encontrar algún preservativo. Se lo colocó con lentitud y luego sin decir más, se introdujo suavemente en JungKook.

El castaño se aferró fuerte a la espalda de MingYu cuando éste comenzó a embestirlo, pero tenía presente que aquel acto, no estaba gustándole para nada. Era notablemente diferente las sensaciones que experimentaba junto a JiMin.

A pesar de todo el daño, aún lo echaba tanto de menos, SeokJin había tratado de convencerlo que era lo mejor para su salud física y mental, pero confiaba más en que él no verlo, lo estaba destruyendo aún más.

Una de sus manos vagó a ciegas hasta encontrarse con su miembro, comenzando a bombear a un ritmo constante para terminar aquello lo más rápido posible.

Su esfuerzo era tanto que en cuestión de segundos, su frente comenzó a empaparse en sudor y su orgasmo llegó al fin.

Escuchó a MingYu ahogar un fuerte jadeo y supo que también había terminado.

Apenas salió de su interior, Kook se levantó de la cama y fue directo a la ducha. No le importaba si después de eso, su novio se tornara molesto.
Abrió el grifo y dejó que el agua limpiará todo rastro de suciedad en su cuerpo.

En cuestión de segundos comenzó a llorar bajito, dejando que las lágrimas se perdieran entre su piel. Se abrazó con fuerza y atrapó el labio inferior entre sus dientes, la culpabilidad lo estaba consumiendo nuevamente y estaba cansado.

No quería seguir mintiendo ni fingir que era completamente feliz a lado de MingYu.
Luego de largos minutos encerrado, decidió cambiarse y salir al fin para enfrentar lo que había estado callando
Tenía miedo, no lo negaba, pero no aguantaba más tiempo seguir jugando así.

──JungKook, ¿Estás bien?

──No puedo seguir con esto, lo lamento ──dijo con frialdad, sin dejar de sentir ese nudo en la garganta que le había dejado su llanto interrumpido.

──¿D-de qué hablas?

──No pienso seguir a tu lado, no más ──intentó acercarse al mayor pero este retrocedió por inercia──. No te pongas así...

──Eso es por Park, ¿no es así? ──el castaño bajó la mirada sin querer aceptarlo──. Te he ofrecido todo, JungKook... He estado a tu lado intentando hacerte feliz, ¿soy insuficiente?

──¡Claro que no! Eres la persona más hermosa que he conocido en el mundo, pero...

──¿Lo ves? Puedo hacer lo que sea con tal de verte a diario con esa sonrisa, no me quites esa oportunidad, Kook... No ahora.

El castaño cerró sus ojos mientras respiraba hondo. Después de todo, lo que pensaba sobre MingYu era totalmente honesto, pero el recuerdo de pelinegro siempre estaba presente y era por ello que no quería que alguien inocente sufriera por querer aferrarse a ese sujeto.

──No puedo ofrecerte todo de mi ──el mayor lo miró con los ojos cristalizados, dando todo de sí para no estallar en llanto──. JiMin es...

──¡Es un maldito idiota, eso es! Te lastimó, te obligó a acostarte con él... ¡¿Por qué mierda no lo entiendes?!

──Cállate y deja de gritarme. ¿Acaso me has preguntado cómo me siento sentimentalmente? No sabes cómo he sufrido estas semanas, tú no lo entiendes... Lo que es besar a alguien y pensar en otra persona.

──Oh... Tú no dijiste eso ──murmuró dolido, señalando a JungKook para luego limpiar una lágrima que había escapado──. Yo te quiero en serio.

──Y yo también te quiero ¿Sí? Pero no cómo algo más... No siento lo mismo que tú.

──Bien... Supongo que no puedo hacer nada entonces, espero que seas feliz Kook, en serio espero eso ──fue lo último que dijo antes de sonreírle al castaño con los ojos cristalizados y marcharse de la casa.

JungKook se dirigió a uno de sus cajones y sacó aquel porta retrato que había estado conservando desde hace mucho tiempo.

Miró la fotografía y sonrió con melancolía al recordar esa tarde, aquella donde JiMin lo llevó al parque y se divirtieron como una hermosa pareja feliz.

Tomó su teléfono decidido a llamarle, pero se detuvo antes de pulsar la tecla de marcar. Sí ya había esperado por más de un mes, podía aguantar un poco más antes de volver a verlo.

Ya ni siquiera le importaba si las cosas hechas estaban bien o mal, lo único que quería con toda su alma era reencontrarse con la persona que, a pesar de todo, lo hacía feliz.

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