『¢нαρтєя 20』

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Miró su teléfono con duda, deteniéndose a pensar si sería buena idea marcar aquel número.

Estaba al borde del colapso y necesitaba hablar con alguien, pero no tenía absolutamente a nadie cercano con quién hacerlo, exceptuando al ex desconocido.

Respiró hondo y pulsó el botón de marcar, mordiendo su labio con notable nerviosismo en el momento que los tonos comenzaron a hacerse presentes, más aún cuando dejaron de sonar para ser reemplazados por aquella dulce voz.

──¿Quién es?

──Habla Yoongi ──llevó su dedo pulgar a su boca, mordiendo con insistencia──. ¿Cómo estás?

──Oh, eres tú... Estoy bien, ¿Vas a invitarme a salir?
Los ojos del peliverde se ampliaron, pensando por un momento en que aquel chico realmente era muy confiado, pero al final de cuentas no era tan malo cómo parecía. Le causaba cierta gracia el actuar del pelirrosa.

──No ──soltó una pequeña carcajada──. Pero si quiero que nos veamos...

──¿Te encuentras bien? ¿Estás llorando? ──Yoongi llevó el dorso de su mano hacia sus mejillas, dándose cuenta que lo que decía SeokJin era cierto, en verdad estaba llorando y ni siquiera lo había notado──. ¿Yoongi?

──Sigo aquí... Eh, yo... ¿Puedes hoy? En una hora.

──Bien, mándame la dirección por mensaje y llegaré ahí. Prometo hacerte feliz ──dijo por último antes de colgar la llamada.

Yoongi se dejó caer en la cama por un momento, llevaba toda la mañana preguntándose sobre los golpes que adornaban el rostro de JiMin. Claramente no podía creerle que había sido asaltado, no cuando sus pertenencias estaban intactas y no le faltaba absolutamente nada.

Quería saber que estaba haciendo mal para que la confianza que tenían, se estuviese yendo a la basura.

Luego de un rato se levantó desganado, pero sus ánimos subieron de forma extraña cuando recordó que en pocos minutos debía encontrarse con SeokJin.

Buscó en su armario algo de ropa menos formal y salió con prisa del departamento, condujo lo más rápido que pudo permitirse y sonrió emocionado cuando miró su reloj y notó que había llegado a tiempo.

¿Acaso me veo bien? ¿Le gustará?

Aquella pregunta rondó por su cabeza, ¿En serio estaba preocupándose por cómo se veía para ese sujeto?

Humedeció sus labios y esbozó una leve sonrisa cuando el pelirrosa apareció frente a él.

──Bien, aquí me tienes ──extendió sus brazos hacia los costados, parpadeando rápidamente para coquetearle de forma descarada al peliverde.

──N─no... No hagas eso ──murmuró desviando su mirada al sentirse cohibido──. Vayamos adentro.
Recién puso un pie dentro del restaurante, SeokJin abrió la boca ante la sorpresa, pues aquel establecimiento parecía bastante costoso. No es que no tuviese el suficiente dinero para acudir ahí, pero el hecho de ser citado en tal sitio y que la recepcionista le hablara de forma familiar a su acompañante, le hacía entender que Yoongi solía acudir muy a menudo.

──¿Te gusta?

──S─sí... Es lindo ──susurró tomando asiento en una de las mesas.

──De acuerdo, entonces elige lo que quieras para comer.

──Creí que querías hablar conmigo.

──Ajá, pero ¿en serio creíste que te traje aquí solo para hablar ? Anda, ordena algo y seamos felices ──el pelirrosa mordió su lengua para evitar gritar debido a la emoción que invadió su cuerpo, era de alguna forma extraño que el chico frente a él le dijera tales cosas, recordando la vez que trató de evitarlo a toda costa en el bar.

──¿Sabes? Sé que no te traté amablemente la otra noche ──SeokJin asintió, dejando a un lado su plato vacío y posando su mirada en los ojos del peliverde──. Pero eres una buena persona.

──¿Cómo conseguiste mi número?

──¿Acaso lo olvidaste? Oh claro... Estabas bastante ebrio ──recargó su mentón en la palma de su mano──. Bueno, tú de alguna manera dejaste un papel en el bolsillo de mi pantalón que decía que te llamara... Creo que tardé un poco.

Cubrió su rostro con sus manos, pues sus mejillas enrojecieron al instante. Realmente estaba pasado de copas esa noche y sólo recordaba un par de cosas, tales cómo atreverse a besar la mejilla del peliverde.

──¿Y por qué quieres hablar conmigo ahora?

──No quiero que pienses que te estoy utilizando, pero me siento sólo ¿sabes? Me he estado guardando muchas cosas y no tengo quién me aconseje ──bajó la mirada sintiéndose avergonzado, jamás hablaba de sus problemas con nadie que no fuese JiMin, pero ahora él ni siquiera parecía interesarle.

──¿Me trajiste a un restaurante para eso? Vámonos de aquí, si lloras todos van a verte ──tiró del brazo del mayor intentando sacarlo del sitio, riendo a carcajadas cuando recordó que antes debían pagar la cuenta.

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──Sabes que pudimos hablar aquí, ¿Verdad? ──el mayor asintió, tomando asiento en su sofá junto al pelirrosa──. Bien, ahora suéltalo, te escucho.

──Yo... Verás, él es mi esposo del que te hablé ──
Yoongi tomó uno de los retratos que tenía cerca y se lo mostró al menor.

──¿Qué ocurre con él? ──SeokJin comenzó a mover uno de sus pies con nerviosismo, le causaba impresión el hecho de que el sujeto que veía en aquella foto, era el mismo que había golpeado un par de días atrás. Le causaba cierta gracia el darse cuenta que ese tipo de casualidades no eran comunes pero tampoco le hacía sentirse bien al saber que tanto el peliverde como su hermano estaban sufriendo por la misma persona.

──Uhmm... Hace bastantes semanas ha estado portándose distante conmigo... Y en parte lo entiendo, yo casi no estoy en casa porque trabajo duro pero es que llevo meses ahorrando y saliendo de viaje para poder comprarnos una casa en Seúl ──los ojos del pelirrosa se ampliaron al escuchar tal cosa, pues Yoongi estaba dando su mejor esfuerzo para poder obsequiarle algo así al pelinegro, y éste sólo no paraba de pensar en su hermano──. Quiero decirle pero...

──¿Pero...?

──Siento que hay alguien más entre nosotros ¿sabes?

──¿Qué te hace pensar algo así?

──Después de trabajar, él no vuelve a casa... Llega muy tarde y siempre está cansado. Ayer regresé de la capital y lo encontré con moretones en el ojo ──humedeció su labio aún lastimado sin dejar de escuchar atentamente, definitivamente debió golpearlo en partes no visibles──. Él dijo que lo asaltaron, pero sé que está mintiendo.

De un momento a otro, los ojos de Yoongi comenzaron a cristalizarse, amaba tanto a JiMin y el sólo pensar que el sentimiento ya no era mutuo, le hacía sentirse miserable.

Estaba casi seguro de que estaba haciendo las cosas bien, trabajaba mucho para mantenerse estable y por más que el cansancio dominara su cuerpo, siempre tenía tiempo para complacer a su esposo. Pero todo eso había cambiado ya.

──No llores, Yoonie ──una media sonrisa se dibujó en el rostro de SeokJin mientras limpiaba las lágrimas del mayor con sus pulgares──. Supongo que ya intentaste hablar con él... Así que, hagamos algo más.

SeokJin palmeó suavemente el hombro del peliverde, comenzando a contarle a detalle el plan que llegó a su mente. Tenía presente que aquel plan funcionaría, pues estaba más que seguro que JungKook volvería a los brazos de JiMin. Pero sabía que aquello implicaría de mal forma a su hermano.
De igual manera, no iba a dejar tal idea.

Si eso aseguraba hacer entrar en razón a JungKook para alejarlo de una vez por todas del pelinegro, no daría marcha atrás.

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Don't Leave Me Alone『PJM & JJK』┇ Adap. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora