Día 3:
Temática: Eclipse au
Los destellos rojos iluminaban su rostro cómo sombras deslumbrantes. El moreno apretó el agarre de su guitarra y la acomodó entre sus brazos. La noche era cálida pero la brisa un tanto fresca, sus dedos estaban congelados—siempre lo estaban—; sin embargo aún podía tocar una melodía más. Sus ojos estaban cerrados, pero no podía darse el lujo de permanecer así, debía grabar en su memoria todos los detalles del firmamento de aquella noche."Míralo por mí, después me cuentas cómo era, te estaré esperando".
Las palabras se repetían una y otra vez dentro de su cabeza, sin embargo Akaashi no podía abrir sus ojos, sólo se dejaba llevar por el sentimiento de ser iluminado con aquel foco rojizo. Sus dedos se colaron entre las cuerdas del instrumento y su mano se movió acorde a la brisa. Las notas decoraban las estrellas, pero ellas eran opacadas por las hogareñas tonalidades del gélido cielo. Sus dedos se movían con sutil destreza y su corazón latió al compás de la sinfonía. Finalmente, Keiji abrió sus azulados ojos. El satélite se veía más grande que de costumbre y los cráteres se veían más nítidos y profundos, ninguna nube opacaba su presencia y el color rojo era visible a miles de kilómetros de distancia.
Aquel rojo que Bokuto no podía ver.
"Quiero quedarme contigo".
"La Luna Roja está por llegar y no podré verla. Es tu musa, la más grande inspiración, por favor, ve".
Debía hacerlo por él.
La canción atrajo aún más a los pacientes del hospital que podían salir de sus habitaciones y observar a la ardiente Luna en el pequeño patio del edificio. Nadie dijo nada, nadie cantó, sólo era Keiji tocando cuerdas; cuerdas que raspaban un poquito más su corazón.
Mientras Akaashi terminaba de entonar una noche para su bien y compañía, un extraño y enfermizo sentimiento de instaló en su pecho, contempló el dichoso eclipse una vez más antes de volver a encerrarse en aquel moribundo hospital. Sin embargo, cuándo el eclipse finalizó y Akaashi entró a aquella tan conocida y temida habitación se encontró con sábanas blancas, nuevas, limpias; vacías, y con la sorpresa de que la vida de su amado se había esfumado entre los últimos tonos rojizos del eclipse.
"Tú eres mí musa".
Y quizá la vida de Keiji también.
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10 Musas Prohibidas [Bokuaka Week 2021] [HQ]
Random"Yo siempre he relacionado al amor con la locura, con la vida y con la muerte; pero nunca con la cordura. Y en lo de la cordura ni siquiera debería meterme, la cordura no existe cuando se está enamorado, es una fuerza loca que te cambia la mirada y...