Día 4:
Temática: Meteor shower
Advertencia:
Recomiendo leer antes el relato del día 2, ya que este está relacionado al mismo.
Sus pies se movían por inercia, procurando inconscientemente no caer pese a la oscuridad de la noche y el desgastado asfalto de las calles. Quería huir de la ciudad, de su gente y de la sociedad; lejos de todo ese martirio el cuál alguna vez llamó hogar.Aquel lugar ya no era su casa, ni mucho menos un lugar seguro.
Corrió hasta el parque nacional, en el cuál se hallaban varias familias cenando picnics juntos, observando el cielo que prometía sorprenderlos una vez más, cómo aquella vez hace ya 10 años atrás. El sonido de las hojas secas al ser pisadas por sus sucias zapatillas se oía demasiado fuerte para él, sus lágrimas no hacían ruido alguno, pero el frío que provocaba en sus mejillas era palpable. Avanzó relativamente despacio detrás de todas aquellas personas, evitando hacer un papelón y que lo tomen del tipo raro que corrió por todo el parque.
El día, o mejor dicho; la noche, estaba algo nublada y el fenómeno tan esperado por todos — incluso por él hace un par de años, cuando aún no se sabía la fecha oficial del evento— ameritaba ser visto. No había que ser un genio para saber que arriba de un buen árbol quizá podría verse mejor.
Aún así parecía que a nadie se le había ocurrido esa idea, sonrió para sus adentros. Sus manos se lastimaron cuando tocaron la áspera corteza del árbol, si bien no parecía un chico de envidiable musculatura, sí tenía la fuerza necesaria para mantener su propio peso varias veces y subir a una buena rama.
Sonrió al verse trepando un árbol para encontrar una solución a sus problemas. Después de todo, parecía un dejavú.
Salvo que esta vez no había un cielo completamente despejado, no había sándwiches con mayonesa ni tampoco aquel mantel rojo con rosas blancas que su madre siempre llevaba para salir. Ya no estaba su madre cariñosa ni tampoco sus pequeños guantes azules que lo protegían del frío y que tenía miedo de manchar con aderezos de los sándwiches que preparaba su progenitora. Tampoco había auroras ni colores especiales. No obstante allí estaba; sentado en una rama cómo aquella noche en la que se perdió entre la multitud de gente, observando el cielo, queriendo estar más cerca del mismo; esperando a que su padre llegara a rescatarlo.
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10 Musas Prohibidas [Bokuaka Week 2021] [HQ]
Random"Yo siempre he relacionado al amor con la locura, con la vida y con la muerte; pero nunca con la cordura. Y en lo de la cordura ni siquiera debería meterme, la cordura no existe cuando se está enamorado, es una fuerza loca que te cambia la mirada y...