The journey to here (español)

5.

Pov Addison:

Se sentía como si hubieran pasado años antes de que finalmente llegaran las nueve.
Ansiosamente, esperé en el vestíbulo junto a la puerta principal. Estaba nerviosa de que Meredith no apareciera, y mientras jugaba más y más con mis dedos, me sentía cada vez más ansiosa.

"Pareces haber visto un fantasma" dijo Meredith, acercándose detrás de mí. "¿De verdad pensaste que no aparecería?"

Me encogí de hombros con indiferencia, tratando de que pareciera que realmente no me importaba si ella aparecía o no. "Sabía que lo harías; estás desesperada por cualquier tipo de afecto" mis palabras fueron frías, mientras nos dirigíamos hacia su auto.

"No, creo que esa eres tú" Meredith me corrigió, mientras nos subíamos al auto y abrochábamos nuestros cinturones de seguridad. Tenía uno alquilado que había estado usando ya que no había tenido la oportunidad de comprar un auto nuevo en Seattle; No estaba planeando quedarme mucho tiempo cuando vine aquí por primera vez, pero era evidente para mí que lo estaría por un tiempo.

"Derek no te presta atención, obviamente estás hambrienta de atención" dijo Meredith, conduciendo con una mano en el volante y la otra en mi muslo. Mi piel ardía donde ella la tocaba, de todas las mejores maneras "eres una puta codependiente, y la idea de Derek conmigo fue suficiente para hacer que me desprecies por completo".

"Oh, por favor. Eres una puta tan desesperada que me seduciste para llamar la atención. No pudiste tener a Derek, así que elegiste lo más cercano a él. Y por supuesto, el hecho de que estoy casada también te enciende" yo viro por despecho. Fue un poco reconfortante saber que nada cambiaría entre nosotras; todavía estábamos discutiendo e insultandonos como de costumbre.

"Lo dice la mujer que se acostó con el mejor amigo de su esposo para llamar la atención" resopló Meredith, entrando en el estacionamiento del hotel "ya sabes, Mark Sloan es un hombre prostituto y solo porque te folló no te hace especial; solo significa que tienes vagina"

"Cierra la boca y estaciona el auto" digo exasperado "Jesús, por eso no puedes tener novio. O padre, para el caso".

Gruñe en voz baja y aparca violentamente el coche. "Míralo, Addison. Sería una pena si volviera a enojarme contigo"

"Realmente no creo que lo sea"

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Después de subir a mi habitación, nos calmamos un poco. Y por calmadas, me refiero a que no estábamos listas para estrangularnos la una a la otra antes de empezar a hablar.

"Está bien", dice Meredith, yendo directamente al grano "esta es más una relación sumisa y dominada. Tengo la necesidad de sentir poder, tú tienes la necesidad de sentir que alguien más tiene el control. Ambas obtenemos placer mutuo ok", ¿acordado?"

Asiento, pero eso no es lo suficientemente bueno para ella.

"Usa tus palabras, pequeña"

"Si"

Ella sonríe y siento que mi pecho se hincha de orgullo. "Está bien, tengo algunas reglas básicas, y si hay algo que te gustaría agregar, siéntete libre", dice Meredith, "no bebas; no quiero que ninguna de las dos esté borracha durante nuestros encuentros. Necesito estar segura de que tengo tu consentimiento totalmente sobrio antes de hacer algo contigo"

"Está bien", respondo verbalmente, en lugar de simplemente asentir.

"No me digas malas palabras; no me gustan las palabras feas que salen de tu linda boquita. Y además, no me respondas mientras estamos teniendo sexo o en un encuentro sexual. Sé que no puedo pedirte que seas civilizada todo el tiempo. Tiempo, así que en situaciones de trabajo puedo dejarlo pasar" ella esta seria, y no puedo evitar sentir que mi estómago arde con todas las ideas corriendo por mi cabeza "haz lo que digo; si digo que no te vengas, no te vienes. Si digo que no te muevas, quédate quieta. Si te exijo que estés callada, no quiero escuchar ni un ruido. Desobedecer cualquiera de estas reglas resultará en un castigo"

"Si, Meredith"

"No me llames Meredith" comienza con la siguiente regla "Meredith o Dr. Grey en el trabajo están bien, pero nuevamente en escenarios o situaciones sexuales, debes llamarme ama. Si no lo haces, esto también resultará en castigo"

"Sí, ama" digo, probando la nueva palabra. Se sale de la lengua muy bien, y por irónico que sea llamarla así, encaja y se siente sexy. Ella sonríe y sé que también le gusta como suena.

"En cuanto a los castigos, quiero que sea liviano. Nada demasiado pesado, nada de esa mierda asfixiante" Me siento aliviada, porque aunque le diría que no de todos modos, es bueno saber que ella está en la misma página que yo "azotes, manos solamente, negación del orgasmo y muñecas atadas son castigos con los que me siento cómoda, ¿te parece bien?" Me pregunta.

"Mientras mis muñecas estén atadas con algo suave, todo suena perfecto" respondo con sinceridad. Quemar la cuerda no parecía muy divertido, pero tener las manos fuera de mi control por un momento sí lo hizo.

"Por supuesto" Ella asiente con la cabeza "y ahora que hemos hablado de los castigos, creo que deberíamos mencionar las recompensas", la parte emocionante se acercaba, y me sentí ansiosa por hablar de ello. "Elogio, obviamente es uno grande. No dudaré en hacerte saber si estás haciendo algo bien y rápidamente te elogiaré por ello. Los orgasmos también son una recompensa si haces exactamente lo que estás haciendo- dijo "Y si eres realmente buena, dejaré que me toques después de que te hayas venido" Sabía que en la mayoría de estas relaciones, el dominante no permitía el contacto constante de su sumisa. Esto fue, en mi opinión, una buena recompensa.

"Y para un sistema de seguridad" me dice Meredith, muy en serio "colores: Rojo, amarillo y verde. Preguntaré tu color en situaciones prometedoras. Rojo significa detenerse inmediatamente, amarillo significa pausa para que podamos hablar sobre tus inquietudes y yo pueda ajustarme en consecuencia, y verde significa continuar. Si no te pregunto tu color, puedes decirme de qué color es si te sientes incómodo. No quiero que nunca, nunca, hagas nada en absoluto con lo que no estés cómoda. Si no te gusta, no lo haremos, así de simple. Necesito que confíes en mí para que esto funcione"

Me alegré de que se tomara esto tan en serio, y me alegré especialmente de que me respetara lo suficiente (incluso si no me quería demasiado en general) como para no querer causarme ningún problema de ninguna manera.

"Prometo que si me siento incómoda o si me siento insegura o si no estoy de acuerdo con lo que estás haciendo, diré rojo" Lo prometo de todo corazón. Siento que deja escapar un suspiro de alivio.

"Quiero que estés preparada", me dice, "Voy a separarte, solo para volver a unirte. Me odiarás más que a nadie, pero me querrás aún más. Pero esto será así. Una experiencia placentera y mientras sigas las reglas que he establecido, no experimentarás nada malo" Sabía con certeza que estaría rompiendo las reglas; todo era parte de la diversión.

"Estoy preparada" le digo "Estoy preparada para que me hagas tuya en todo lo que sea posible, estoy preparada para confiar en ti mis vulnerabilidades, y estoy preparada para ser destruida y construida, y estoy preparada para te odio en cada paso del camino"

Ella sonríe, una sonrisa lenta, astuta y traviesa.

"Bueno, entonces vamos a empezar"