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Narra Jung Kook.
- Chicos ya llegamos, pueden bajar. - escucho la voz del conductor, avisándonos de la llegada a nuestro tan ansiado y aterrador destino.
Aterrador en el sentido de volver a remover el pasado, y el resurgimiento de emociones y sentimientos que pensaba que estaban enterrados, pero que, en estos momentos se encuentran a flor de piel. Tan claros como el agua.
Llegan a mi cabeza tantas imágenes de esa mañana, que por unos segundos pienso que me agarrara un ataque de pánico, me quedo dentro de la camioneta mientras siento que cada vez me siento más solo, cuando veo a los chicos saliendo y buscando su maleta en la parte trasera de esta.
¿Acaso ellos no sienten lo mismo que yo?, ¿No sienten esta desesperación abrazadora?
Mis piernas parecen no querer responderme para poder salir de la camioneta y enfrentar este pasado que, con el paso del tiempo se volvió como algo secreto y doloroso que cada día trataba de enterrar. Era una lucha constante con mi yo antiguo y el nuevo yo. Uno no quería soltar y dar fin a una etapa de su vida que tuvo tantos momentos felices como tristes, y el otro, solo quería olvidar esa etapa para poder crear nuevos momentos sin pensar en las consecuencias y daños que dejaría. Me dejaría.
- Kook, ¿Estas bien? - TaeHyung me hablo desde la puerta de la camioneta. Volviendo a la realidad y saliendo de mi océano de pensamientos lo miré y le respondí.
- No lo sé, hyung..- fui sincero. No tenía idea de cómo estaba.
TaeHyung me miro preocupado por mi respuesta, pero no le di importancia, ya me encontraba aquí, no había marcha atrás, en algún momento tenía que enfrentar este pasado que tanto trate de evitar, pero ya no, ya no puedo seguir haciéndolo. Sali de la camioneta dándome cuenta que era el único que no tenía su maleta y que todavía se encontraba en el automóvil.
- Aquí esta tu maleta JungKook - escucho la voz de Jin hablándome a mis espaldas, cuando me dirigía al maletero donde se suponía que estaban todas nuestras cosas.
- Gracias... - agradecí por lo bajo a JiMin, quien me entrego mi maleta con mis pertenencias.
El solo se dedicó a darme una media sonrisa como respuesta, una que trate de corresponder pero que lo único que me salió fue una mueca. A todo esto, todavía no había visto la casa que tanta ansiedad me causaba y tan desequilibrado me tenía.
Alcé mi mirada al frente y al fin la vi. El tiempo hizo su trabajo en ella, pero no tanto como pensé.
- Mamá dijo que, bajo una maceta, está la llave para poder entrar - hablo NamJoon, informándonos sobre como entrar a la casa. - Así que, manos a la obra y comencemos a buscar entre todas estas macetas viejas.
