That I'm sent from above

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No había pasado nada de lo que había imaginado.

Joy estaba roja hasta la raíz.

—L-Lisa... tú... s-sólo era una c-cita. —Murmuró la chica sonrojada a más no poder.

—Me encanta que llames "cita" a "salir con mi mejor amiga de la infancia a comprar comida y ropa interior para conquistar a la chica que me gusta".

La contraria la miró irritada y avergonzada.

—Sí, bueno, aunque yo haya dicho "cita" no significa "voy a coger contigo".

Lisa soltó una carcajada y le hizo una seña para que mirara por la ventana, y la vio. Una chica la mataba con la mirada.

Sooyoung frunció el seño y le hizo una mueca que se definía en "¿Qué diablos miras?"

Rosé carraspeó y le gritó. —¡Miro tu bonita ropa interior!

Joy se miró asustada, entrando en cuenta que estaba en ropa indecente. Rápidamente entró al cuarto de baño.

Lisa la miró divertida y se acercó.

—Roseanne Park. —Ronroneó. —No deberías espiar a tu vecina.

—No deberías mostrarle a cualquiera tu ropa interior. —Respondió recelosa.

—No es cualquiera. —La rubia miró de reojo el baño y sonrió adorable. —Es mi mejor amiga.

Rosé ignoró el gesto tierno de la menor. —¿Qué Jisoo no era tu mejor amiga?

—Oh si, pero Sooyoung es mi mejor amiga de la infancia. —Y río.

La chica no encontró lo divertido, estaba súper incómoda, Lisa seguía en esa magnifica ropa interior. Si se acercaba más, temía que en cualquier momento saltaría de su ventana para comérsela a besos.

No, no, no, no podía, era menor y Rosé no se podía dar el lujo de enamorarse. Lo de ella era jugar. Sí, jugar. Se repitió lo mismo mentalmente para que lo pudiera creer.

Pero Lisa no era un juego, de verdad le gustaba. Sus ojos, sus besos, su cuerpo, su sonrisa y joder, su personalidad. Le gustaba cuando trataba de hacerla reír, claramente fallando porque era demasiado no divertida. Le fascinaba cuando le contaba como Jisoo la maltrataba. Amaba cuando le bailaba y se transformaba en alguien totalmente diferente para terminar preguntando tímidamente cómo había estado.

Dios santo, estaba enamorada de Lalisa Manoban.

—Hey Rosé... —Volvió a la realidad cuando su vecina estiró su mano para tocarle la cara y regresarla a la realidad.

—T-tengo que irme.

Sorpresivamente Lisa la sostuvo del brazo, era un agarre fuerte pero cuidadoso. Se preocupaba por ella.

—No huyas, Roseanne. —Pronunció seriamente, había determinación en los ojos de la menor. Soltó su brazo.

—Lis-

—Me largo, yo no puedo con tu vecina acosadora y menos con tus ganas de meterme a la cama. —Joy salió completamente vestida del baño y paró bruscamente, podía ver que Lisa la quería asesinar con la mirada, también podía ver que la-vecina-acosadora era un tómate viviente. Oh, vaya. Esa era la chica que traía loca a su mejor amiga.

Lentamente Sooyoung fue retirándose de la habitación.

Lisa volvió la vista a Rosé, encontrándose con una ventana cerrada y cortinas puestas.

—Maldita sea.

- - - - - -

—¿Y qué tal te va con la diosa Rosé? —Preguntó Jisoo mientras tomaba una papa frita del plato de su novia.

—No me lo recuerdes. —Lisa se lamentaba, sabía que Roseanne le iba a decir algo importante.

Jennie la miró divertida. —Joy siempre ha sido inoportuna. Todavía recuerdo cuando Jisoo me dio el primer beso... Dios, esa chica entró como torbellino al salón haciendo un escandalo para encontrarme sobre las piernas de Jisoo, su cara fue realmente graciosa.

Lisa la miró un poco traumada por la nueva información brindada.

—Al día siguiente Joy se acercó para preguntarme que si Jennie no tenía donde sentarse. —Jisoo rió ante el recuerdo. —Estábamos en un salón lleno de sillas.

—Si sigue siendo tan estúpida no va a conseguir que Yerim le haga caso.

—A mí me sorprende el hecho de que Sooyoung aparente ser dura y fría, cuando es tan idiota. —Pronunció Jennie mientras se levantaba. —Y tú también eres una idiota, deja de jugar a la chica mala, sólo eres una bebé.

—¡Si sigo siendo una bebé ella no me tomará en cuenta!

Jisoo también se levantó de su asiento, dispuesta a seguir a su novia. —Deberías decirle lo que sientes, se sincera, a mí me funciona. —Levantó los hombros con aire despreocupado.

—¡Jisoo, vámonos! —Le gritó Jennie quien estaba a unos cuantos metros.

—Gobernada. —Le espetó Lisa irritada.

—Ignorada. —Le devolvió Jisoo sacando la lengua.

Sus amigas se habían ido, dejando a una súper confundida Lisa. Su plan era provocar a la mayor, pero así sólo crecía el deseo carnal entre ambas, no el amor. Tenía que cambiar algo. Estaba segura de que Roseanne sentía algo por ella, pero no estaba segura si sólo era atracción.

Tenía que hablar con ella.

Y por eso estaba afuera de su casa, la había visto entrar unos minutos antes.

Tocó la puerta y juró haber escuchado un extraño sonido tras la puerta, seguido de unos pasos que se alejaban. Volvió a tocar. Nada.

La chica no le iba a abrir.

Lisa no entraría por su ventana nuevamente, quería verse totalmente seria y dispuesta.

—¡Roseanne, sé que estás ahí! ¡Si no abres en un minuto todo lo que te quiero decir lo gritaré aquí afuera!

Nada, no nada pasaba, pero podía escuchar que Roseanne estaba detrás de la puerta, expectante.

Se aclaró la garganta. —¡Sólo lo diré una vez! ¡Roseanne Park me gustas! ¡Yo sé que no quieres nada de mí, pero no me rendiré! ¡Sé que sientes algo por mí o no me hubieses besado!

—¡Lo sabía! —Oh Dios, no. Lisa miró hacia su casa y vio a su madre espiando por la ventana.

Quería que la tierra la tragara pero no se iba a rendir.

—¡Pido una oportunidad! ¡Sé que no quieres nada ahora, pero te esperaré! ¡Te esperaré el tiempo necesario porque me gustas! ¡Roseanne Park me gustas mucho! ¡No sé si te merezco, pero puedo decir que mis sentimientos son puros! ¡Contigo me siento viva! ¡Deseo poder decirte cuando me gustas todos los días sin que huyas de mí! ¡Me tienes loca! —Y Lisa seguía gritando cuanto la mayor le gustaba, al diablo sus vecinos, tenía que decirle a Roseanne lo que sentía.

—Por Dios, Lisa. Llevas 10 minutos gritando "Me gustas Roseanne Park", ¿Podrías parar? —Una Rosé muy avergonzada abría la puerta, tenía una tímida sonrisa en su cara y, no podía estar más feliz en ese momento.

Oops... I Did It Again!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora