JOHNNY DEPP.

2K 122 3
                                    

Traitor

Apoyaba mi labio en el celular. Quería llorar, gritar y desahogarme. Pero en vez de eso solo esperaba en silencio la llegada de mi traidor.

Las imágenes me dejaron helada. El hombre de cabellera oscura estaba tomado de la mano de una mujer rubia. Y lo peor, que ese hombre de cabellera negro era Johnny, mi Johnny.

Me estaba engañando, no sabía con exactitud desde hace cuánto, pero él lo hacía. Aún cuando me había jurado ser fiel y que por eso no necesitaríamos un matrimonio.

Claro, no quería ser juzgado con totalidad por su adulterio.

—Ya estoy en casa, cariño —musitó entrando. Ni siquiera lo miré—. ¿No saludarás a tu hombre? —preguntó con una sonrisa, lo miré y sin expresión alguna hablé.

—¿Y si mejor le llamo a ella para que te salude? Oh, tal vez vienes de estar con ella —me miró confundido.

—¿De qué hablas? Yo vengo de grabaciones —se puso enfrente mío—. ¿Hice algo malo?

Una lágrima salió de mis ojos.

—No mucho. Solo engañarme con una Barbie —me levanté y empecé a caminar a la habitación, ya estaba llorando sin poder controlarlo.

—(T/N) lo puedo explicar, lo... Lo juro.

—¡Pero yo no quiero oírlo, maldito traidor! —grité furiosa—. Eres una mierda, Cristopher. Eres despreciable. Y yo soy una estúpida por estar contigo —abrí mi celular para mandarle un mensaje a mi hermano.

—Mi amor, por favor. Yo te amo a ti —me tomó del brazo e hizo que lo mirara.

—Tal vez lo estás. Pero yo solo te odio —me solté y envié el mensaje para seguir caminando—. Me traicionaste, yo creía en ti, me vine a vivir contigo en contra de mi familia. Y aunque te aceptaron. ¡Tenían razón, solo eres un estúpido hombre más!

—No, cariño. Por favor, escúchame, perdóname—se oía arrepentido, me abrazó y yo empecé a patalear.

—¡Sueltame! ¡Me das asco! —empecé a darle golpes en su hombro con la palma de mi mano—.¡Sueltame!

—No, (T/N) no te vayas, si te vas, se va mi alma —lo empujé con todas mis fuerzas.

—Pues entonces muérete sin un alma —corrí a la habitación y me encerré. El intentaba abrir, me pedía perdón con la voz rota.

Pero yo estaba más rota, y ahora me importaba más yo que él.

Pasaron unos treinta minutos, mi ropa ya estaba empacada, yo estaba lista para irme y no volver. Mi celular sonó y lo miré.

"Ya llegué, sal"

Con nerviosismo quité el seguro y salí corriendo con mis maletas en mano. Él estaba ahí, sentado contra la puerta, en cuanto notó que había salido me empezó a perseguir con tristeza.

—(T/N) por favor hablemos.

—No quiero detalles de tus citas o tus acostó es con ella, déjame en paz —logré llegar a la puerta sin que él me tocara y cuando abrí, mi hermano estaba ahí—. ¡(N/H) ayudame!

Mi hermano abrió la puerta trasera y aventé las maletas, después me subí al lugar del copiloto y mi hermano arrancó.

Johnny nos perseguía, su expresión en verdad demostraba arrepentimiento. Pero, ¿ahora que importaba si se arrepentía de su crimen? Realmente no lo odiaba. Pero empezaba a no quererlo.

Ya que no me podía permitir amar a mi traidor.

Ya que no me podía permitir amar a mi traidor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Imaginas de Johnny DeppDonde viven las historias. Descúbrelo ahora