Mis pies se mueven de lado a lado, mientras mis ojos miran a cada una de las personas en la cafetería.
Chicos y chicas con el mismo uniforme, hablando, riendo y comiendo juntos.
Algunos chicos me miran y me sonríen y yo solo ruedo los ojos, algunas chicas me saludan y otras solo me miran de arriba a abajo con una mueca de asco que me hace gracia.
Suspiro al ver la hora en mi celular, en un par de minutos la campana va a sonar y tendremos que regresar a nuestros salones.
Busco entre los mensajes un nombre en específico pero no hay nada.
Dejo salir el aire bruscamente por mis fosas nasales, molesta.
—¿Por qué estás tardando tanto?—me quejo sentándome en una mesa vacía al lado del microondas que Declan está usando.
—Faltan literalmente treinta segundos desesperada.—dice mirando su celular, molesto.
Ruedo los ojos dejando mi cabeza en la pared de atrás, mirando hacia nuestra mesa, donde Ava habla animadamente con Evet, Wesley bromea con Artie y varios chicos de otras mesas juegan con una pelota.
Declan gruñe a mi lado y yo lo vuelvo a ver sin apartar mi cabeza de la pared.
Me empieza a molestar mi zapato así que tomo una curita de uno de los bolsillos de mi falda, y levanto mi pierna, poniéndola sobre la mesa.
Declan, sin apartar la mirada del celular, pone una mano sobre mi entrepierna por encima de mi falda, tapándome mientras pongo mi curita.
Bajo el pie y el chico baja la mano y vuelve a suspirar.
—¿Has hablado con Emma hoy?—Declan baja su celular y lo mete en uno de los bolsillos dentro de su saco rojo vino.
Voltea a verme, levanta su mano para poner un mecho de mi negro cabello atrás de mi oreja, como ha hecho desde que éramos niños.
Sus negros ojos hacen contacto con los míos y niega con la cabeza.
—No ha contestado mis mensajes.—dice y yo hago una mueca.
—¿Ha venido hoy?—pregunto parándose, caminando hacia él y empujándolo un poco para que se aparte.
Tomo el plato que agarré de la barra y abro el microondas para sacar el caliente pop-tart.
Declan asiente un par de veces.
—Su amiga dijo que sí pero no me la he cruzado, es un coñazo que esté en otro edificio.
—Seguro está ocupada con algunos proyectos, ya te contesta.—le digo para reconfortarlo.
El chico hace una mueca.
Tomo un pedazo del postre y lo acerco a mis labios, soplando un poco para que se enfríe, cuando ya creo que está lo suficientemente frío como para que no queme lo acerco a sus labios. Declan, con la mirada perdida abre su boca por inercia.
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Skins: Willow & Declan
Teen FictionEstaban juntos, en las buenas, en las malas y en las peores. Seis amigos contra el mundo. Tratando de sobrevivir sin ser consumidos por el oscuro lugar que los rodea. Pero a pesar de todo, siempre, siempre juntos, levantándose en cada momento, apoyá...