Declan (1)

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Mis músculos duelen

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Mis músculos duelen.

Duelen, duelen, duelen pero aun así no dejo de moverme.

Por que se siente bien.

Que se desgarren un poco más.

Hay demasiado ruido tanto fuera como dentro de mi mente.

Y sentir mi cuerpo moviéndose de lado a lado se siente increíble para eliminar la tensión de hoy.

Alargo mi mano y tomo el saco de arena y este se detiene.

Mi respiración está agitada y mi cuerpo completamente sudoroso.

—Bien hecho.—siento un leve golpe en mi cabeza y yo le sonrío a medias al hombre de casi dos metros lleno de músculos completamente impresionante.

Camino hacia una de la bancas para sentarme y tomar un poco de agua.

La fría botella empapa un poco los vendajes que uso para proteger mis nudillos.

Abro mi maleta que está bajo la banca para ver mi celular. Pero no hay ningún mensaje importante. Wesley y Artie hablan de un juego de fútbol que se aproxima y Ava me pregunta si he sabido algo de Willow desde que la dejamos en su casa.

Dejo salir aire por mi nariz bruscamente al ver que Willow no me escribió nada luego de decir que tomaría un baño.

—Vete ya Declan, has pasado toda la noche pegándole a esa cosa la arruinarás antes de tiempo y es nueva.—la voz de un señor pequeño y canoso me hace levantar la vista.

—Si se arruina con un par de golpes significa que estás comprando material de muy mala calidad.—lo molesto y él amablemente me alza el dedo.

Me río ante su reacción.

Pongo mi toalla sobre mis hombros, mi botella en mi maleta y la cierro.

Me levanto, buscando la aplicación de llamadas para saber de Willow pero la voz del viejo que maneja este pequeño local de boxeo me detiene.

—Tu padre quiere verte.—grita señalando el segundo piso, lo volteo a ver para decirle que hablaré con el más tarde pero el viejo se ha ido junto a un principiante que esta pidiendo ayuda para ponerse los guantes.

Gruño un poco mirando la hora y luego la puerta de vidrio que está frente a mí.

—Bien.—me resigno esperando que la plática con mi padre no tome tanto tiempo como acostumbra a tomar.

Empiezo a subir las escaleras notando como algunos chicos ser a del rin me voltean a ver susurrando algo.

Sé que saben del incidente de hace un mes.

El temperamento de papá es algo de los que todos se cuidan. Nadie pasa por alto los gritos del segundo piso.

Termino de subir la gradas y veo las dos puertas frente a mí.

Skins: Willow & DeclanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora