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El internet se volvió tan necesario que su sola ausencia hoy en día es impensable, desde fuente de información hasta cuna de grandes amistades, el internet ha visto nacer y morir personas y modas, esta vez la amistad no fue la mas largas, mas si la mejor que pude tener.

La distancia entre nosotros se volvieron milisegundos de diferencia entre mensaje y mensaje, frases simples obtenían su respuesta casi inmediata, ella estando a mas de cinco mil kilómetros me hacia sentir que hablaba con amigo de dos casas a la derecha, una amistad que pese a lo falsa que se podía sentir al solo ver nuestros avatares paso a ser una amistad tan grande que lo menos importante era como nos veíamos, hablando de temas triviales como nuestro día a día, a cuestionarnos nuestros pasos desde la niñez,  podíamos hablar de todos, el único limite era nuestra creatividad para evadir el sistema de censura de ese chat, cambiar nuestra forma de hablar, usar fallas ortográficas a propósito, se volvió nuestro día a dia en el chat.

El dialogo entre nosotros se profundizó al hablar de nuestros amores de jóvenes, la chica que no olvide ni supere hasta conocerla a ella, el chico que ella amor aun duda acerca de sus emociones, si bien yo no podía ayudarla sentía que mi compañía y atenta lectura a sus mensajes era mas que suficiente, asi pasaron los meses entre nosotros, esos meses se convirtieron en años, y esos años de conocernos por un juego se volvieron un boleto de avión a su país, el océano y los miles de kilómetros de separación entre nosotros se vería superados en unas cuantas horas.

Para ser mi primer vuelo viajaba confiado, con la esperanza de poder verla al llegar, solo habíamos visto una foto de cada uno de nosotros, conocíamos nuestras caras pero solo eso, nuestra voz, nuestra contextura física, nuestras muecas, todo era un misterio para nosotros, el vuelo aterrizo mientras yo solo fantaseaba con verla.

Al llegar al aeropuerto, sin tener internet propia ingrese de inmediato al chat por el cual llevábamos años hablando, ella me envió una dirección diciendo que preguntara por ella en ese lugar, al llegar era una casa ya vieja, parecía que hace mucho alguien no vivía ahí, al acercarme a la casa una pestilencia se hizo notar, cuando intenté entrar una señora se me acerco y me dijo que esa casa fue abandonada hace años, la señora me hablo de la familia que solía vivir ahí, una madre y un padre separados, un hijo mayor adicto al alcohol y una hija hermosa pero muy extraña.

Al oír hija no pude evitar describirla, la única foto que ella me envió, la única imagen que me permitiría dar con ella, la señora me miro preocupada al notar mi entusiasmo describiéndola,  al terminar mi descripción la señora me guió a su casa y me mostró una foto, una foto que yo ya conocía bien, la misma foto que ella me había enviado hace mucho tiempo, la señora solo miro mi rostro al verla y se ofreció a guiarme donde estaba, mientras avanzábamos las casas se empezaron a alejar, cuando pude notarlo mi guía me estaba llevando al cementerio, ella solo me guió hasta la entrada, luego de dejarme solo se despidió.

Al entrar el miedo a ser atacado era mayor, un turista en un país extraño, solo, sin conocer a nadie, al avanzar por el cementerio solo podía mirar lapidas para camuflar mi desorientación entre las lapidas, hasta que por casualidad o destino di con un nombre, el nombre por el que viaje hasta aquí, al detenerme en ella no pude evitar reír, no por el nombre sino por su fecha de muerte, 12 de abril del 2020, el mismo día que ella me envió la foto, la misma foto que la señora tenia en su casa, la chica por la que viaje hasta aquí llevaba tres años fallecida, pese a que su ultimo mensaje fue la dirección de la casa.

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