El puente nunca me había parecido tan alto, el mismo puente que crucé por diez años para ir a la escuela ahora me tenía sentado en su borde contemplando el fondo del Río, un río que me esperaba al fondo de una caída libre de unos diez metros, tardarían en encontrar mi cuerpo? Alguien lloraría por mi? Como se sentiría mis cercanos si cayera al río? Mientras divagaba en mi cabeza con estos pensamientos alguien se paró a mi lado y decidió interrumpir mi reflexión.
-la vista que otorga el puente es hermosa al amanecer, puedes ver el sol salir desde el fondo del Río en el horizonte— dijo en un tono relajado un hombre mayor que me miraba atentamente.
-de que está hablando?— a esta hora no debería andar nadie por aquí y faltaban un par de horas para el amanecer, así que mi tono extrañado se hizo notar, pero a él poco pareció importarle y continuó.
-pero esa hermosa vista esta por el otro lado del puente joven, por que no esperas al amanecer sentado conmigo para que entiendas de que hablo?— acto seguido el anciano se movió al otro lado del puente y se sentó en el borde del puente, haciéndome una seña para que me acercara a el, decidí hacerle caso y me fui a sentar a su lado.
-que esperaba conseguir observando el fondo del Río?— me hablaba tranquilo confiado pese a que él seguramente sabía porque estaba ahí.
-es un poco difícil de explicar— dije tratando de evadir la conversación.
-no parece que tengas otra que hacer y tengo mucho tiempo para escuchar tu historia, por favor cuéntame—el anciano estaba tranquilo pero se mostraba curioso acerca de mi, así que decidí contarle mi historia.
-comencé una carrera que no me apasiona y no puedo ocultarlo, mi familia se hartó de escucharme quejarme por lo que comencé a vivir en silencio, llevo un año en una carrera que odio y solo me quedo en ella para complacer a mi familia. Comencé con lo más rapido de contar con la esperanza de que el anciano se aburriera de oírme y se fuera, pero ahí seguía, mirándome con ojos que parecían preguntarse si solo eso era la historia, al verlo mantener la mirada me sentí casi obligado a seguir.
-he estado viviendo de la misma forma por años, solo vagando sin rumbo y complaciendo al resto en lo que se me pida, me siento un fracaso al no conseguir lograr lo que me propongo, he fallado tal cantidad de veces que pensé que llegaría a una solución rápida, pero un anciano comenzó a hablarme y no me dejo hacer lo último que me quedaba por hacer para terminar mi vacío.
-supongo que hablas de mi—me interrumpió el anciano— puede que sea viejo y que solo haya estado aquí por casualidad, pero para tu fortuna evite lo que habría sido el ultimo error de tu vida, intentar hacer desaparecer tus problemas cerrando los ojos no sirve, dejaras de verlos pero al volver a abrir los ojos ahí seguirán y no harán mas que aumentar, si quieres lamentarte de tus decisiones esta bien, pero lo hecho hecho esta, en tu vida fracasaras muchas veces, pero tendrás que mantenerte firme y seguir adelante, la vida se hará mas simple si dejas de mirar el pasado. La vida es simple, toma decisiones y no mires atrás. Cuando puedas estar en paz espero volver a verte— el anciano hablo tan lento. Con tanta calma que el sol comenzó a salir, iba a decirle algo pero el hablo primero.
-te dije que si te quedabas verías un hermoso amanecer, cada día a partir de ahora será una oportunidad para comenzar de nuevo, no te arrepientas de lo que tu corazón decida y vive siempre consiente de qué haces lo correcto. Disfrute la vida joven— me quede embobado viendo el amanecer y cuando me di cuenta el anciano ya no estaba, aunque ya no se si realmente estuvo o solo fue mi inconsciente evitando lo que pudo ser mi peor decisión, haciendo caso a lo que dijo el anciano, tratare de no mirar tanto atrás, pero seguramente aunque este en mi pasado quiero encontrarla en mi futuro.
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Historias inconclusas
General FictionHistorias que escribí en su momento y nunca supe cuál podría continuar