¿y si... le hubiera hablado?

Capítulo 5: Un mal día

Ya pasaron otras 2 semanas con la misma rutina:

●Despertar

●Asistir a la escuela

●Ir a la escuela de música

●Entrar a clases de francés

●Ayudar en casa

●Estudiar

Entre muchas otras cosas.

Pero ahora Ivelle piensa en otras cosas en su tiempo libre:

Normalmente los adultos dicen que los adolecentes no tienen problemas y que los verdadero problemas vienen cuando se es adulto, de cierto modo cree que aquel pensamiento tiene un tanto de verdad tanto como de mentira.

Hoy es un día de esos en los que por más que haya un hermoso día, no tiene buen humor, su relación con su madre en estos meses ha sido fría y distante, pero hace 3 días ha ido en picada.

No se siente nada bien al estar peleada con su madre, pero ya no sabe que hacer al respecto.

Hoy tiene muchos pendientes, pero hablo con sus dos mejores amigos por teléfono (Brianna y Alberto) hablaron una hora de todo menos de lo que estaba pasando en su vida, ella prefiro dejar hablar a sus amigos y en especial Brianna, que cuando empieza a hablar no puede parar y todas sus conversaciones son tan entretenidas y justamente por eso le agrada tanto ser amiga de esa chica, aunque en diversas ocaciones hable un poquito de más.

En cuanto a Alberto, no habla mucho, es el más introvertido de el grupo, es agradable hablar con el, es un chico muy inteligente, le encantan las matemáticas, la física y leer comics.

Ivelle se encuentra en un punto muy neutral en ese aspecto,
Alberto es increíble para hablar de cosas un poco más complejas y cuando es el que tiene el poder sobre las conversaciones (pocas veces) explica lo que le interesa y ha estudiado de una forma sumamente interesante y con mucha pasión, por tal razón Ivelle se enamoro de el cuando iban en 5to de primaria (solo le gustaba su forma de ser, no era amor correspondido pero era lindo mantenerlo como un amor platónico) mientras que Brianna pues es Brianna,

Hablar con ellos le trajo un poco de tranquilidad y la hizo despejarse pero seguía bastante inquieta.

Termino de hacer la tarea y de nuevo se ahogó en sus pensamientos del asunto de su madre, intenta ignorarlos pero no lo logra entonces prefiere pensar unos cuantos segundos y decide no hacer nada.

Ella sabía que era algo sumamente ridículo esperar a que te pidan disculpas, pero se convece a si misma con que no tiene otra alternativa.

Pero a pesar de lo que creía que iba a pasar, las cosas no resultaron tan bien, después de varios días salió una discusión:

Ambas explotaron, Ivelle termino llorando en los brazos de su Irene, quien la estaba consolando y abrazando, todo eso despues de hacerse gritado tantas cosas, de las que en este momento se arrepienten, y ambas soltaron un mar de lágrimas.

No solo llevaban semanas así, si no meses, y como solo se tienen la una a la otra se sentían demaciado solas, pero no era eso, aquella bola de nieve en meses termino por convertirse en una abalancha,

Cada cosa se iba juntando y la comunicación entre ellas se había cortado, tanto que casi muere.

Claro que tendrán que recuperarse de aquel golpe, se pidieron disculpas, y pasarón una noche mas alegre y menos frías de las que habían estado viviendo esos meses, se divirtierón vieron una película, hasta que la madre de Ivelle se quedó dormida.