Apolo & Reyna (Apoleyna) One•Shots

C A T O R C E [AU]

UNIVERSO ALTERNO (VIDA MORTAL)

Apolo no sentía nada. Era como si de un momento a otro todo dejara de importar y su mente fuera incapaz de procesar más dolor que finalmente se había rendido y dejó un silencio absoluto. No sabía como había llegado a su departamento, solo era consciente de la mirada extraña que le lanzó su hermana Artemisa cuando se marchó a su habitación. 

—¿Si te preguntará que sucedió me lo dirías?— Preguntó Artemisa desde el otro lado de la puerta, esperando silenciosamente una respuesta de su hermano. Pasaron cinco minutos y solo recibió silencio. —Bien, no lo harás. Entiendo, no estas en condiciones pero quiero que sepas que si necesitas hablar estaré en la sala. 

Era extraño y doloroso ver a la persona que más le gustaba molestar tan rota como estaba. Sus chistes y bromas de ambos no se sentían bien si el estaba sufriendo. Se levantó una vez más del sofá para intentar hablar con el hasta que lo vio moviéndose torpemente para llegar a donde estaba ella. 

—Lo arruiné con Reyna de nuevo—. Y ahí estaba de nuevo ese nombre, esa chica. No la conocía personalmente pero sabía que era la única persona que había puesto el mundo de cabeza en la vida de su hermano. Conocía su historia y el trágico final que puso a Apolo de esta manera. Fueron semanas difíciles y oscuras que deseaba desaparecer por completo, vio a su hermano llegar llorando cuando Reyna había roto con el por una broma que le jugaron sus amigos, Britt lo había besado y fue un beso fatal pues destrozó su mundo. Le siguieron los días en los que llegaba totalmente alcoholizado o en los que no era capaz de levantarse del bar y ella terminaba yendo por el. Luego pasó ese horrible accidente, Apolo terminó postrado en una cama de hospital por un mes. No había sido su culpa, era irónico que Apolo venía de una reunión de AA y fue justo un conductor ebrio el que pauso su vida. Lo mantuvieron en secreto, argumentando que estaban fuera del país y esa era la razón por la que no asistía a la universidad.  Pudo haber muerto en ese accidente y Reyna no lo sabría nunca. Un año más tarde retomo su vida, las fiestas, todo. Después de estar al borde de la muerte, solo quería sentirse vivo sin importar que su corazón aun doliera cada vez que la veía. 

—Apolo, no puedes hacerme pasar una vez más por ese infierno. ¿Me entiendes? No otra vez—. Una lágrima cayó de su mejilla mientras su hermano la veía descender. 

—Solo déjame con el dolor hoy. No pienso caer de nuevo. 

Artemisa abrazó a su hermano y así permanecieron hasta que el sol se asomo por la mañana. Un nuevo día marcado con una promesa de fortaleza.