*La foto es de Tracey Stone*
"En este mundo traidor nada es verdad ni mentira;
todo es según el color del cristal con que se mira."
—Ni yo, pasa algo raro para que haya vida en este lugar— Le responde este mientras seguimos nuestro camino hacia lo que supongo es la misma ciudad a la que fui con mi hermano.
Pasamos horas caminando por el mismo sendero pero ni señas de la ciudad. Al fondo de nuestra vista no se alcanzaban a ver ni cultivos ni siquiera los rascacielos.
¿Por qué cuando vine con mi hermano llegamos más rápido? Creo que ni caminamos más de una hora.
Árboles y más árboles era lo que miraba a ambos lados del camino, no había casas ni ninguna señal de civilización.
—¿Falta mucho? —Pregunté cansado.
Me deje caer sobre una roca de un tamaño considerable, pues ya no quería caminar, mis pies podían sangrar y explotar en cualquier momento.
—Sí, cerca de unas dos horas más caminando ¡si sigues parando cada medio kilómetro! —Se quejó Austin.
—Deja de reprenderlo, nunca había caminado tanto tiempo, no es como nosotros —Le defendió Taylor
—Mejor busquemos un lugar dónde pasar la noche, que no quiero que un animal nos ataque en medio de la noche —Habló él, luego de un par de minutos pensando.
—¡Ah claro! ¡Vamos a dormir en medio de la selva para que no nos ataque un jaguar! ¡Qué lógico! —Les grité sarcástico.
—No vamos a dormir en el suelo estúpido, en los árboles no nos podrán atrapar— Dijo con voz seca Austin mientras se hacía camino por la selva y miraba los árboles.
—¿Vos crees que voy a subir hasta allá? —Preguntó histérico al verlo trepar uno muy alto, tanto que le pierdo de vista fácilmente.
—Mejor hazle caso, no querrás que se enoje aquí ¡además no es tan malo! Ya verás que te gustará —Me alentó Taylor mientras ella subía de la misma forma el árbol.
—¡Pero si yo no sé trepar! —Me quejó al ver que ambos desaparecen por las densas ramas. Genial seré devorado por jaguares está noche.
Ninguno me responde así que me quedo sentado sobre mis maletas, esperando a que uno se digne a hablarme. Quién diría está mañana estaba en mi casa, con todas mis comodidades y ahora en medio de la selva a punto de ser la cena de un animal.
Pasa el tiempo y nada, empieza a oscurecer a lo que me pongo nervioso y busco ramas y piedras para hacer lo que siempre hacen en los canales de supervivencia, una fogata.
¿Qué comeré? ¿Tendré que cazar? Se me había olvidado traer comida y el estómago tenía hambre, yo tenía hambre.
Luego de hallar unas cuantas ramas, hojas secas y demás cosas trato de hacer una fogata, pero no funciona, por más que trato de imitar lo que hacen en esos canales no me sale, no prende el maldito fuego y la temperatura desciende mucho.
—Wow, nunca pensé que Oliver Schmidt tratará de hacer algo por primera vez en su vida —Rió con sarcasmo Taylor.
—¡Malditos! ¡Me dejaron abandonado aquí por más de dos horas! —Les reclamé al verlos detrás de mí.
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Octógora: La legión de los caídos #PNovel
FantasíaEl Octógora, la tierra dónde viven los guardianes, creados por los dioses para resguardar a los humanos, usando poderes dados de la naturaleza, viviendo en el lugar sagrado dónde se unen los trece cielos y los nueve infiernos, tiempo atrás todo era...