Lo que fué de nosotros | segunda temporada TERMINADA

capítulo 32 - presente

Hace dos dias que Shawn se fue con las niñas a Canadá, ellas me llamaron en la noche que discutí con mi madre, dicen que están bien y que tienen mucho frío, Shawn les compró chamarras que según ellas, no alcanzan a verse los pies de lo gruesas que son, además de bufandas y gorros de lana.
Después de que me platicaran su aventura en el avión, me pasaron a Karen, la mamá de Shawn. Hablé con ella como dos horas, más sobre mi vida que de mis hijas en Canadá.
No sé si sea lo correcto o no, pero, mi amistad con ella sigue apesar de que ya no seamos nada, llegué a amarla como a una madre al igual que a Manuel. Y aun que fue casi normal hablar con ella, una frase que me dijo, que no logro olvidar es, "¿por qué no te vienes a vivir a Canadá?". Y la verdad es, que nada me detiene de hacerlo.

- ¡Amanda! - grité saludándola

Así es, Amanda, mi amiga de Canadá, está aquí en la Ciudad de México, vino con su esposo por negocios y quedamos de vernos en un restaurante cerca del ángel de la independencia. Tenía años sin verla, y luce hermosa.

- ¡ahh Elena! - se puso de pié y corrió a mi

Nos abrazamos como jamás lo habíamos hecho, la extrañaba, y mucho

-¡mírate! ¡qué hermosa te vez! - la miré tomando sus hombros

- gracias, tú también te vez preciosa - me sonrió abrazandome una última vez

- ¿cómo has estado? - caminó a la mesa tomando mi mano y nos sentamos

- bueno - suspiré - todo relativamente bien - miré a su lado una carriola, tiene un bebé - ¡ay por dios! - le sonreí

- él, es Thomas - cargó al bebé en sus brazos y me lo dió

- hola Thomas - lo saludé besando su mejilla - hola bebé - hice mi voz chillona

- tiene un año y un mes - dijo Amanda

- que hermoso estás, te pareces a tu madre - miré al bebé y a él parecía no importarle mi presencia ya que no dejaba de ver a su madre

- y chillón como su padre - dijo Amanda y ambos reímos

- me alegra mucho de verte Amanda - la miré acomodando a Thomas en mis piernas

- también yo Elena - me sonrió - tenía años sin verte ¿cómo están las niñas? - preguntó tomando de su taza de café

- ellas están felices, apenas entraron al kinder, en seis meses cumplen los cinco años - dije

Ella suspiró - que rápido pasa el tiempo

- es verdad - dije

- ¿se quedaron en tu casa con Shawn? - volvió a beber

- no - reí poco - Shawn y yo ya nos separamos - dije

- ¡¿qué?! ¿de verdad? - puso una de sus manos en el pecho, sorprendida - ¿pero qué pasó?

- es una larga historia - sonreí

- amiga, yo tengo tiempo - dijo

Reí y tomé aire.

- bueno, Shawn comenzó a salir con alguien mientras estaba conmigo

- maldito - dijo

- ya sé - reí - él estaba de gira e hizo una colaboración con ella, una semana después, vi unas fotos en Internet de él con ella tomados de las manos y besándose - dije bajo, mi corazón me dolió un poco - en ése entonces yo estaba con mis hijas en casa, en Canadá - la miré y ella asintió prestandome atención - así que tomé mis cosas, las cosas de las niñas y me vine a México - dije - sabía que Shawn me iba a buscar, yo estaba furiosa y con el corazón roto, así que apagué mi celular, no le respondí a nadie el teléfono, y me fui a un hotel con mis hijas por que era obvio que Shawn me iba a buscar en casa de mis padres

- buenos días, ¿le ofrezco algo de tomar? - llegó un chico a nosotras

- amm si, ¿me das un té de chai? Por favor - pedí

- claro, ¿algo más? - preguntó

- hasta ahorita no, muchas gracias - dije

- enseguida le traigo su té - me sonrió y se fue

- ¿en qué me quedé? - le pregunté a Amanda

- que te quedaste en un hotel con las niñas - dijo

- cierto - reí poco

- pero espera - me interrumpió - ¿no se casaron? - preguntó

- no, nunca nos casamos sólo estábamos comprometidos

- ah okey okey, continúa - me sonrió poco

- sabía que Shawn nos iba a buscar en casa de mis padres, así que nos quedamos en un hotel, todo un mes, sin responder llamadas, sin contacto con nadie, ni con mis padres - suspiré - después del mes decidí encender mi celular, tenía cientos de llamadas perdidas al igual que mensajes, de Shawn, sus padres y mi familia. Llamé a papá y él fue por nosotras al hotel, después de una semana en casa de mis padres, llegó Shawn, hablamos después de que él me rogara, por que admito que no quería saber ni siquiera si seguía vivo o no

- lo imagino - dijo

- hablamos, no quedamos muy bien, y vió a las niñas, se quedó en un hotel aquí en México una semana, siempre vió a mis hijas - miré al bebé que ya había comenzado a chupar mi mano, Amanda me pasó su chupón y se lo puse en la boca - después, él consiguió una casa para nosotras y nos mudamos, se fué por que aún tenía trabajo y vino Cameron a México a visitarnos ¿sí lo recuerdas? - pregunté

- claro, lo ví una vez - dijo

- bueno, él - reí poco - vino a México a visitarnos, me apoyó mucho en mi ruptura con Shawn, fui al psicólogo un par de veces y comenzamos a ser amigos más cercanos, salimos y ahora estamos juntos - le sonreí

- ¿estás con Cameron? - sonrió emocionada

- sí, él vive conmigo y con las niñas, llevamos tres años juntos - le sonreí

- me alegro mucho que hayas vuelto a salir con alguien - sonrió 

- gracias - le sonreí

- ¿con él no tienes bebés? - preguntó

- no, ya no puedo tener bebés - dije - aborté, un par de veces - dije bajo - y ya no puedo tener bebés

- oh no - me miró triste - lo lamento mucho, de verdad - tomó mi mano

- no pasa nada - tomé aire - hemos hablado al respecto de tener hijos, y vamos a adoptar - dije

- ¡éso es genial! - me sonrió - me alegra

- sí, bueno, aún seguimos planeandolo

- claro, es una desición seria - dijo tomando café

- sí que lo es - dije

- disculpe, aquí tiene su té - puso el mesero mi té en la mesa

- muchas gracias - le sonreí

Dió media vuelta y se fue.

- ¿que hay sobre ti? - le pregunté y le dí un sorbo a mi té - ¿cómo llegó ésta preciosura? - le dí un beso a Thomas

Ella rió poco

- bueno, después de, aquello con mi ex - dijo y asentí recordándo lo que le hizo - me fui a vivir con mis padres y seguí la universidad, estudié pedagogía y ahí conocí a mi esposo, nos hicimos novios en la universidad, hace un año nos casamos y aquí está él - señaló a su bebé

- una historia para nada trágica - dije riendo poco

- bueno, a comparación con la tuya, para nada - rió

Nos quedamos hablando en el restaurante como por cuatro horas, hablamos de todo, de su vida en la universidad, de sus gustos y de los míos, de su hijo y de las mías, de absolutamente todo.
Ya extrañaba a Amanda y mucho.