capitulo 30 - presente

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- deja de comerlas - escuché el regaño de papá del otro lado del pasillo de fresas

Reí poco y me comí rápido la fresa que traía en mis dedos. Seguí arrancando y guardando las fresas en una canasta que traía conmigo. Cameron estaba a mi lado también guardando las fresas en su canasto, aun que aveces se le olvidaba y echaba sus fresas en mi canasta, obvio no le digo nada, es mejor para mi, termino antes que él. Siempre apostamos que el que llene su canasto primero, recibe una cena del otro. Aveces siento que lo hace al propósito ya que siempre sus cenas terminan con final feliz.

- ¿y cómo están las niñas? ¿ya te llamaron? - preguntó mi mamá sentada frente a mi

Ahora estamos cenando todos, son las siete de la noche y Shawn aún no me avisa que ya llegaron a Canadá.

- supongo que bien - la miré - aún no me llaman, pero ya vi que Shawn publicó fotos con ellas en sus redes sociales - dije

- sigo sin creer que no les den privacidad a mis nietas - dijo un poco molesta

- publiquemos o no publiquemos fotos de ellas aún así las iban a conocer - dije - Shawn es cantante mamá, que no se te olvide

Ella miró su plato molesta por mi forma de responderle, pero era siempre lo mismo. Desde que las niñas nacieron se molesta por todo, "¿por qué no las tapas bien?" "¿por qué les compraste ése juguete?" "con ésa ropa no se ven bien, cámbialas". Siempre quiere tener control sobre las decisiones que tomo.

- ¿y aquella chica? - me miró - la novia de Shawn - dijo

- ¿qué pasa con ella? - suspiré frustrada

- ¿se llevan bien con ella? - preguntó

- si, les agrada - dije bebiendo de mi agua de horchata

- bueno al menos - alzó los hombros sin interés

Cameron me miró, se veía incómodo y yo le sonreí tomando su mano sobre la mesa, él me sonrió de vuelta.

- sigo sin creer que él se las haya llevado a otro país - dijo dejando de comer y mirándome

Sin soltar a Cameron la miré.

- es su padre, se las puede llevar a donde él quiera - dije

- si pero - tomó aire - si ellas fueran mis hijas, pelearía por ellas - dijo

- ¿a qué te refieres? - pregunté

- ya sabes - me miró - llevaría ésto ante un juez, Shawn te engañó, él renunció a ser padre y puedes demandar por éso

- a ti sólo te interesa el dinero, ¿verdad? - la miré molesta

¿cómo se atreve a insinuar que demande a Shawn por manutención?

- lo único que quiero es el bien para mis nietas, a ti parece no importarte su bienestar 

- amor - dijo regañándola mi padre

Dejé el tenedor en la mesa, molesta.

- ¿estás segura de lo que acabas de decir? - pregunté - ¿a ti te consta que no las cuido bien? - comencé a alzar la voz - ¡regresé a México para que ellas estuvieran bien! ¡para que no estuvieran solas allá con una familia que no era la mía! - me puse de pie - ¡regresé a México para estar con MI familia! - golpee la mesa - ¡Shawn es un buen padre! ¡él las ama y fuimos lo suficientemente maduros para no meter a las niñas en ésto!

- ¡y ahora mírate! - también se puso de pie - ¡aquí, parada frente a mi lejos de tus hijas permitiendo que haga lo que quiera con ellas! si no hubieras abortado estarías mejor - escupió

- ¡basta! - golpeó mi padre la mesa, haciendo que se cayean vasos sobre ella.

Mi corazón se detuvo y comenzó a latir con rapidez, ¿cómo se atrevió a decir éso? ¿cómo pudo meterse con mis bebés?

- si no hubieras abortado al bebé de Shawn, él estaría contigo todavía - dijo

Pronto mis lagrimas invadieron mis ojos y mi garganta se cerró.

- púdrete - le dije

Mi estómago comenzó a dolerme y di media vuelta para ir a mi habitación, patié la silla frente a mi y caminé a las escaleras. Cameron venía detrás de mi. Cuando iba a mitad de las escaleras me detuve y sujeté mi estómago

- ¿estás bien? - me tomó rápidamente de la cintura, Cameron

- si - tomé aire

Unas inmensas ganas de vomitar llegaron a mi y corrí a mi habitación. Entré a mi baño y levanté la tapa del inodoro para vomitar.
Vomitaba del coraje y del asco que tenía de mi misma, ¿cómo pude abortar? ¿cómo es que mi cuerpo ya no sirve para tener bebés? ¿cómo permití que Shawn me engañara? Soy una mujer asquerosa que no sirve para nada, ella tiene razón.

Escuché la puerta de mi habitación cerrarse y me senté en el suelo del baño después de bajarle a la cadena de la taza. Miré a la habitación y Cameron estaba ahí parado mirándome.
Cerré los ojos y me puse de pie, él llegó a mi enseguida y me ayudo a pararme, comencé a quitarme la ropa y me metí a la tina cuando estaba desnuda.

Abrí la llave y comenzó a salir agua fría, mi cuerpo se mojó en segundos y me senté en la tina cerrando los ojos. Sentí a Cameron entrar conmigo a la ducha y abrí los ojos, estaba con su ropa puesta sentado frente a mi.
Le sonreí un poco y me acerqué a él recargandome en su pecho, él enseguida me abrazó, cerré los ojos y ahí me quedé.

No lloré, mi garganta dolía, pero no fui capaz de llorar.

Lo que fué de nosotros | segunda temporada TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora