Capítulo 1

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Capítulo 1

Rubí.

Bajo del taxi totalmente desesperada, subo a casa de Vera y toco la puerta más veces de las que debería.

—Rubí... —Abre la puerta pero no logro hacer nada antes de tirarme al suelo y sollozar.

—Se ha ido... —sollozo.

—Estábamos muy preocupados por ti. ¿Dónde estuviste?

—Eso no importa. Murió, Vera. —Corro hacia mi habitación y me lanzo sobre mi cama.

No sé qué hacer ahora, esto es demasiado confuso para mí, nadie me va a querer apoyar, mucho menos Arthur. Hubieran dejado a Dominus. ¿Por qué se lo llevaron? ¿Querían hacer su muerte más dolorosa? ¿Cómo las personas pueden ser tan crueles? Era mi amigo, no merecía esto... Solo había una persona a la que podía acudir.

Me levanto temblando y camino hacia el baño. «Llorar solo te hace más débil, y tú no lo eres, Rubí». Abro el grifo y me paso la fría agua por mis mejillas ya húmedas por las lágrimas. Esto no se va a quedar así... Pero, ¿qué hago?

Diana... ¿Dijo que traficaba drogas? Quería el negocio original de su padre, no sé de dónde podría sacar información...

«La oficina».

Regresar allí es un peligro, pero es la única forma de saber. Flynn's Enterprises tiene una base de datos casi policiaca, pero, para entrar, tengo que fingir que nada ha pasado, aunque me haya desaparecido semanas. Es casi imposible, pero estoy dispuesta.

Vera no entra a la habitación y aprovecho para poder cambiarme, controlando el dolor que mantengo en mi pecho. Cuando estoy lista, salgo lentamente de la habitación.

—Rubí. —espeta Vera detrás de mí.

—Prometo contarte toda la historia, pero déjame salir. —Veo que la negación le nubla la vista, pero finalmente accede.

Llego a la oficina intentando no pensar en eso, el de seguridad me deja pasar con normalidad, estoy más nerviosa de lo normal. Aprovecho que Mariana la recepcionista no está para poder subir al ascensor, cuando se detiene en el tercer piso las puertas se abren, Layla está sentada en su escritorio, su rostro se descompone cuando me mira.

—¿Rubí? ¿Qué haces aquí?

—Trabajo aquí —contesto intentando no darle importancia —que Arthur no haya dicho nada—

—Eso creo... —menciona confundida.

—¿Está el jefe?

—No, vendrá luego.

—Está bien, iré a la oficina.

—¡Espera! —dice cuando empiezo a caminar.

—¿Qué pasa?

—Es que tienes un reemplazo, está allí en estos momentos...

—Yo lo soluciono, no te preocupes.

Camino hasta la oficina, las piernas me están temblando —¿Un reemplazo? ¿Por qué a Arthur se le ocurrió ponerme un reemplazo?— paso a la oficina, está todo vacío, utilizo la oportunidad para entrar a la computadora de Arthur, me siento en el escritorio y prendo la maquina, tiene contraseña. ¿En qué momento pasó esto? No se me ocurre nada, empiezo a colocar números aleatorios pero no abre.

Mierda.

—¿Hola? —Una chica con café en la puerta hace acto de presencia.

—Hola. —contesto algo altanera.

Sed de sangre [Libro #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora