Capítulo 12

114 14 5
                                    


Capítulo 12

Rubí

Las lágrimas empiezan a salir de mis ojos, y lo primero que hago sin pensar es lanzarme a sus brazos, al inicio no reacciona pero a los segundos me atrae hacia él, algo confuso. Pongo mi cabeza en hombro y aspiro su aroma, mil recuerdos vienen a mi mente, pero solo puedo pensar en que Arthur está aquí.

—Joder. —Dominus se acerca rápidamente a nosotros pero Arthur le pone una mano al frente indicando que se detenga.

—Danos un momento. —Dom dudoso se detiene, toma de la mano a Rose y se alejan del lugar dejándome a solas con Arthur.

No sabía que decir, y al parecer él tampoco, solo nos miramos durante unos segundos, siento como su mano sube a acariciar mi rostro, limpiando las lágrimas que se deslizaban por mis mejillas. Pero tras unos segundos su semblante se vuelve totalmente serio, la confusión y preocupación me atraviesan y baja su mirada a mi estómago...

—No pude tenerlo. —susurro con un nudo en la garganta—. En la cárcel tuve problemas y mi cuerpo no era lo suficientemente fuerte para poder...

No podía seguir hablando, el nudo cada vez se hacía más grande, pero Arthur solo me toma el rostro y me acerca a él.

—Lo importante es que tú estás bien Rubí.

—Pero-

Me silencia con un beso y lo único que hago es disfrutarlo mientras está aquí.

—Estás bien, es lo importante, no sé qué habría hecho si algo te hubiera pasado.

Me quedo abrazada a él durante unos minutos, me sentía débil, estar estos meses así... no es que sea algo bueno, aún peor que cada noche me despertara con una pesadilla. La misma pesadilla.

—No estoy bien Arthur.

Él levanta su mirada preocupado.

—Tengo otros problemas, sueños que no me dejan dormir y este tiempo sin ti ha sido una total tortura. No sabía si estabas bien, no sé qué ha pasado o donde carajos estabas. Mientras tú sabías todo de mi, porque al parecer Dominus te lo decía todo. No es justo esto.

—No lo es.

—¿Entonces?

—Rubí, escucha. Sigues en peligro, yo estoy en peligro y al estar hablando contigo probablemente tú también. Tu hermano me está buscando aún, y si no lo atrapo antes, no podremos vivir los dos. Aún hay gente que nos busca, es un largo proceso.

—Podemos enfrentarlo juntos, no soy tan débil como parezco...

—No lo sé... No quiero exponerte, ya te jodí la vida una vez, no volveré a cometer ese error.

Quería ayudarlo, ayudarnos como sea, pero él no me dejaba hacerlo.

—No podemos estar juntos Rubí.

—¿A qué te refieres con eso?

—A que en realidad no quiero que seas parte de mi vida, y sería muy imbécil de mi parte dejarte luchar por alguien que no te quiere.

Esto era imposible, no era verdad.

—Dices estupideces Arthur.

—Me gusta Jane, Rubí.

—No te creo. —estaba evitando a toda costa mirarme a los ojos, me separo de golpe de él y le grito—. Dímelo mirándome a los ojos Arthur, de verdad no juegues así.

Sed de sangre [Libro #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora