Los nuevos sentimientos de Logan

Capitulo 11- El mejor concejo

Logan

-Lo haces bien Logan, pero recuerda los patrones- Dice Mark empapado de sudor al igual que yo ya que llevamos tres horas entrenando- Es hora de irse- dice al mismo tiempo que mira el reloj colgado en la pared.

-Claro-digo y me doy cuenta de que son las once y media de la noche.

-Cámbiate rápido para que te pase a dejar-dice quitándose los guantes.

Dentro del camarín solo está mi bolso, las paredes son e color verde y desalineadas y lo único que hay aparte de mi bolso es una banca blanca algo sucia. Me saco la polera sudada y busco entre mis cosas una seca y limpia, me la coloco pero cuando cae sobre mis hombros siento como si me hubiesen tirado mil kilos de roca y ahí lo siento, se siente como una incertidumbre con un poco de tristeza. No había pensado en el desde que llegué, también me acuerdo de mi padre pero no de una manera positiva, no lo extraño, pero quiero saber si le ha pegado a mi madre, si se fué ya que tanto amenazaba con irse y dejarnos y allí aparece ella, mi madre, ¿se habrá recuperado un poco? No creo, la verdad no creo que una madre se pueda recuperar alguna vez de la muerte de un hijo solo se hacen más fuertes y aprender a vivir con el dolor, a saber guardarlo en la memoria y sobrevivir, pero no creo que se aprenda a superarlo, si no que se aprende a llevar el dolor contigo.

-¿Listo?-dice Mark al ritmo que golpea un par de veces la puerta desde el otro lado.

-Casi-digo saliendo del sueño en el que estaba. Saco rápido del bolso un poleron, me lo pongo, me lo abrocho y abro la puerta.

-¿Acaso eres una niñita que te demoras tanto cambiándote?-dice Mark mientras hace poses femeninas.

-Claro que no campanita, solo estoy cansado-digo mientras salimos del gimnasio.

Cuando entramos en el auto solo es Bon Jovi el que suena. Pasamos un largo rato en silencio, solo disfrutando de la música y la oscura noche sin luna en la cual tampoco se ve ninguna estrella. Aunque no me gusta la músca ochentera en particular la voz de Bon Jovi no me desagrada.

-¿Cómo va tu chica?-dice Mark sin quitar los ojos del camino.

-La verdad no es mi chica-digo sin mayor énfasis

-Aún no es tu chica-dice sonriendo.

-No creo que lo sea

-¿Por qué dices eso?-ahora si me mira con la frente un poco arrugada

-Cree que soy un asesino en serie que escapa de la justicia-digo ya con un poco de risa ya que, realmente, suena gracioso.

-¿Es broma?-dice Mark riéndose levemente.

-No, no lo es, ayer en la noche me dijo eso-digo volviendo a mirar por la ventana.

-Solo lo dice porque no quiere hacerle frente a lo que siente por ti-dice

-¿Cres que sienta algo por mi?-digo y trato de no demostrar tanta emoción pero no me sale.

-Claro-dice como si fuese obvio- Cuando vino a entrenar contigo te miraba como si fueses un pollo con papitas fritas-dice mirándome al tiempo que levanta las cejas. Ambos reímos.

-Claro que no-digo

-Te hablo en serio-dice volviendo la vista al camino- Deberías decirle lo que sientes, es una chica muy bonita, bueno si es que sientes algo.

-Bueno no-digo pero sé que es mentira es obvio que siento algo por Coleen que no tenga muy claro qué tan fuerte es ese ya es tema aparte. Así que decido contarle la verdad a Mark, después de todo el es como mi padre ahora- La verdad es que si, si siento algo por ella pero no sé que tan fuerte sea, ni sé bien si me gusta o  no.