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Se iba con dirección a aquel lugar, se detuvo al observarlo, usaba una falda negra, como aquellos días, su polo negro que combinaba perfectamente, un lindo collar y botines, era su Wooyoung, era así como lo recordaba, sonrió mirándolo por unos minutos de lejos, sentía morir.

Se fue con dirección a él, estacionó su auto para que este pudiera adentrarse, sonrió.

- Te ves - lo miró detenidamente - te ves preciosos Wooyoung.

Wooyoung sentía sus mejillas arder, desvió la mirada, había estado pensando todo la tarde en cómo vestirse, recordaba tanto aquello y mientras más lo pensaba sabía que debía ser algo sencillo, se sintió muy con esa falda y botines. San lo dirigía a un bonito restaurante, ambos bajaban con una sonrisa, San era muy educado, así siempre fue.

Ambos se sentaban con una sonrisa, Wooyoung sentía morir, pero era todo lo que quería, sabía que si, pensaba detenidamente en las cosas que pasarían. Ambos pidieron una copa de vino.

- San - le salió - todo es tan complicado, hay muchas cosas que quisiera decirte.

- Puedes decirlo - lo miraba - te dije que me podías decir cómo te sentías siempre, Wooyoung - tomó su mano - dime todo lo que sientas y no tengas miedo.

- Le tengo miedo a tus respuestas San - si, asi debía ser, debía ser honesto con San.

- ¿Prefieras que sea yo quien pregunte primero?

- Si

- ¿Serás honesto?

- Por supuesto que sí San, te diré todo lo que quieras saber.

- La última noche que pasamos juntos - Wooyoung sintió su mejillas calentarse de recordar aquello - ese día fuiste tú quien me pidió marcarte, me pedias morderte.

- San - Desvió la mirada.

- ¿Porqué lo hiciste? ¿Por qué me dijiste eso?

- San yo - se detuvo par meditar aquello - Porque sabía que no te vería en mucho tiempo, y quería - se detuvo sintiendo que los nervios lo mataban - quería tenerlas, sé que suena ridículo pero las miraba todos los días, te pedí que hicieras eso, porque quería pertenecerte San, eso era todo lo que tenía en mente en aquel entonces.

- Comprendo Wooyoung - le dijo con una sonrisa calmada - Pensé todo este tiempo que hice mal en aquel entonces, pensé que te reclamaba de una forma que no debía, después de todo también tenía muchas inseguridades, por un momento pensé que aquello era parte de todo lo que había hecho que te fueras.

- Quizás si fuiste una razón San - lo miró - pero no por eso, quería ser mejor por ti, no me sentía suficiente, y sé perfectamente lo que hubieras dicho, no temía a que me dijeras que no me vaya, sabía que con dos o tres palabras de las que siempre me decías me hubiera quedado.

- Las cosas están bien ahora - tomó su mano, San no podía hacersele más atractivo, moría por besarlo, no, no podía ser así de directo.

Recordaba la increíble cantidad que estaban detrás suyo, los continuos intentos por generarle algo, pero miraba a San y con un roce sentía que su cuerpo empezaba a temblar de esa forma, definitivamente jamás podría sentir algo así por nadie más, su mente empezaba a llenarse de recuerdos, todos hacían que sintiera una corriente por su cuerpo.

- Entiendo lo que dijiste esta mañana Wooyoung - acariciaba su mano con suavidad, ¿Acaso quería volverlo loco? Se sentía tan vulnerable - entiendo que quisieras venir a cerrar todo esta etapa, fui muy egoísta y actué mal - ¿San egoísta? No podía ser cierto que dijera eso - sólo pensé en que no quería vivir una vida sin ti, me enojé enormemente por haber perdido tanto años contigo, en los que sentía que podía hacerte feliz, eso no es justificación, lo medité mucho Wooyoung - San soltó una risa baja - incluso se me hace extraño el decirte así - Wooyoung moría por esa sonrisa, no podía dejar de ver su lindo rostro - Bebé - ¿Cómo puedes sentir tantas cosas con una sola palabra? ¿Acaso eso había salido de sus labios? - me alegra que vinieras, debió costarte mucho teniendo en cuenta todas las horribles cosas que debiste pasar aquí, si vine hoy es porque - suspiró - sólo quería asegurarme que no fui de las personas que te dañaron, no podría soportar algo así.

Mi chico - Sanwoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora