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Su madre no había dejado de llamarlo, no contestaba, no iba a hacerlo, observaba a Wooyoung preparar algo, no, no le dijo nada por aquellas marcas en su cuerpo, parecía aceptarlo, parecía no importarle realmente.

- Quizás simplemente hoy podríamos no ir a la universidad, podríamos dejar a Jongho y volver a descansar - lo sabía, tenía miedo de que alguien pueda ver esas marcas, la vocecita tan inocente de Wooyoung hacia que la culpabilidad se lo comiera.

- Está bien - soltó queriendo que todo estuviera bien entre ambos, pese a todo no sentía molestia de parte de Wooyoung, ¿Por qué todo de repente era así de incómodo? - Yo dejaré a Jongho y volveré.

- Bien Sannie - le sonrió, San no podía dejar de sentirse mal consigo mismo, Wooyoung se miraba sereno, no era de esa forma realmente, se sentía intranquilo, el asunto de su padre lo tenía mal, sentía que San parecía tener ya muchos problemas, no sabia como decírselo, no cuando escuchó la conversación que este tuvo con su madre en la mañana. San lucía muy estresado, sentía que por primera vez la intranquilidad era parte suya.

Tal como dijo San llevó a Jongho quien no notó nada debido a que estos actuaron con total normalidad frente a él, jamás querrían que este se vea afectado.

- Llámame si saldrás más tarde - le dijo San antes de acariciar cariñosamente su cabello como siempre hacia al dejarlo.

- Claro Sannie - ya estaba tan acostumbrado a San, sentía que ese era como una figura paterna para él - gracias.

San volvía con todo un lío en la cabeza, estaba cansado de todo el asunto de sus padres, su madre le decía que debía volver a casa, que estaba cansada de su berrinche, las cosas con Wooyoung estaban algo incómodas, debía solucionar todo.

Llegaba a su departamento pensando que encontraría a Wooyoung preparando algo.

- ¿Quién eres? ¿Por qué estás aquí?

La voz de su madre lo paralizó, ¿Qué diablos hacía ella allí? Sentía la molestia en sus palabras.

- Yo - Wooyoung estaba muy nervioso, jamás se imagino estar en esa situación, era una mujer bastante atractiva, de perfil serio y frío, llevaba la cólera en su mirada, sus ojos eran tan parecidos a los de San pero estos parecían cargar odio consigo.

- ¿Tú qué haces aquí? Pensé que tenías suficiente con lo que hablamos ayer - Se adentró en el departamento colocándose a lado de Wooyoung.

- Choi San - dijo con el ceño fruncido, miraba a Wooyoung con mucho desprecio, no podia entender que era lo que pasaba, ver a aquel muchacho vestido de esa forma, Wooyoung llevaba un pantalón y una polera morada que le quedaba bastante grande , su cuello estaba cubierto por una bufanda para ocultar aquellas marcas, bien, no era ni siquiera como si lo hubiera visto como normalmente vestía, decidió estar con esa ropa por la gran cantidad de marcas en su cuerpo - ¿Por qué hay otro hombre en tu departamento?

- Es mi novio - soltó con las manos en los bolsillos, Wooyoung sintió pánico, la mujer no parecía tomarse bien aquello.

- ¿De qué estás hablando San? ¿Acaso te burlas? ¿Esto es parte de tu berrinche? No te atrevas a mentirme de esa forma.

- No estoy mintiendo - sus voz sonaba dura y fría - está bien si no lo aceptas, de cualquier manera no dependo de ti, y realmente no entiendo cómo diablos sabes dónde vivo.

- Tus tíos tienen razón, esto sólo me hace comprender una cosa San - se dirigió a Wooyoung para quitar aquella bufanda bruscamente - mira en la clase de persona que te haz convertido.

San se colocó en frente de Wooyoung, sentía mucha molestia.

- Lárgate - le dijo, Wooyoung sentía que no podía decir nada, los nervios lo comían vivo, San debía tener demasiado conflictos familiares.

Mi chico - Sanwoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora