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La mañana más normal de todas. Hacer algo tan tranquilo como pasar una arboleda de cerezos por la entrada de la universidad a la que asistes.

Pero sin embargo en otro hogar no todo es ta tan calmado.

Una joven pelinegra sigue gritando y tirando de la sábana de sus hermanos repitiendo una otra vez.

- ¡Yuka, Rika ya despierten!

El mayor de los hermanos Makoto Honjo es el primero en hacer un esfuerzo por levantarse. Estudiar tanto para el examen lo había dejado muy cansado y no tenía para nada de ánimos de asistir a la universidad.

- Yuka ten cuidado, ¡quítate el antifaz! - frunce el ceño - ¡ÚLTIMA ADVERTENCIA RIKA MAKOTO TE ECHARÉ AGUA!

Al no recibir respuesta de su hermano más que un ronquido se filtra casi como un silbido. La menor de Makoto se dirige a la cocina, tomando un vaso de vidrio y a este mismo llenándolo de agua. Sin embargo su otro hermano solo observaba mientras se metía un cigarrillo a la boca y lo encendía.

- Yuri, ¿que harás? - con su voz grave y mirando hacia el encendedor -

- Rika se lo busco.... - vuelve a ver a su hermano - ¡deja eso es muy temprano para fumar!

- Rueda los ojos - Que niña - apaga el encendedor, moja el cigarrillo y lo vota en el contenedor de basura - niña dile a nuestro hermano que se apresuré si no quiere llegar tarde al examen - agarra una taza de café y luego va a buscar sus cosas.

- Muy bien Rika hora de levantarse - con una sonrisa macabra -

- No tenías porque mojarme.

- Me quedé sin opiniones para despertarte.

- ¡Estaba fría! - con un tono exaltado -

El mayor se acerca a sus hermanos menores los separa porque ya se están despeinando al agitar tantos en una pelea amistosa sin golpes de a de veras.

- Parecen niños, comportense para la edad que tienen - con su tono serio -

- Si mamá - lo dijeron al unísono -

- Ya estoy arto.

El mayor detiene abruptamente el vehículo.

- Mira a los dos jóvenes muy seriamente - si no se compartan se irán caminando.

Los dos hermanos menores ponen los ojos en blanco y una cara de color azul al ver que su hermano mayor se está enojando.

- ¡Si!, ¡entendido!

Sin decir ninguna palabra el vehículo se pone otra vez en marcha.

No muy lejos de ahí una joven de cabello verde con puntas rosadas iba directo hacia mismo lugar de estudio mientras recibía un discurso de sus padres más bien órdenes.

- Portate bien.

- Recuerda que no te importe los demás tú solo debes enfocarte en triunfar y alcanzar la excelencia.

- Todo lo que haces debe ser perfecto.

En todos sus años de vida en lo único que se concentraba era en triunfar y tratar de enorgullecer a sus padres. Algo que nunca había logrado, no había otra cosa en su mente que no fuera ser la mejor en todo siempre triunfar.

Soy tu DiosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora