- 𝕷𝖔𝖘 𝖉𝖔𝖘 𝕶𝖎𝖒 -

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Después de lo que paso en la oficina del Rector, tuve otro de mis encuentros en el confesionario de Kim.

Debo de admitir que me sentía molesto en un principio y se lo hice saber, no era tan necesario que se lo dijera por que el lo sabia, me pidió disculpas pero me dijo lo necesario que esto había sido, aunque pensándolo bien, a mi me convenía, ahora tenía de mi lado a las dos personalidades mas importantes dentro de este lugar.

No volvió a suceder nada entre nosotros dos, solo nuestras charlas, cuando terminamos de hablar me dijo que tendría que estar esa misma noche a las 11, en la oficina del Rector.

Todo el día me la pasé nervioso, con el estomago revuelto y ansioso de saber que pasaría.

Al caer la noche me dirigí al lugar de nuestra cita, cuando apenas estaba afuera e iba a tocar para pedir permiso de entrar, la puerta fue abierta recibiéndome la dulce sonrisa de Kim.

-Pasa Jimin, te estábamos esperando, llegas muy puntual. - Me dijo el Rector.

-Buenas noches Rector Kim - Hice una pequeña reverencia.

-Nam... solo llámame Nam ¿De acuerdo?

Yo asentí, estaba un poco tímido y nervioso.

-Relájate Jimin, no pasa nada malo... - Dijo Seokjin en mi espalda masajeando suavemente mis hombros.

-¿Quieres beber algo Jimin? - Preguntó el rector... Nam.

-No, gracias, estoy bien.

Jin fue y se sentó en el regazo de Nam y comenzaron a besarse descaradamente como si yo no estuviera ahí, me senté en una de las sillas frente al escritorio, me crucé de piernas y llevé una de mis manos a mi cara, sonriendo complacido de lo que veía.

De inmediato los nervios se fueron y ahora me sentía deseoso y expectante de formar parte de aquello.

-Jimin... quiero que tu y Jinie hagan aquí lo que hicieron en el confesionario... ¿Podrán?

Yo aún me sentía con un poco de miedo pero asentí.

-Bien... Jinnie, amor... es tiempo...

Jin se despegó del cuerpo del Rector y caminó lentamente hacia mi, me miraba con lujuria como si yo fuera una presa y el estuviera al acecho.

-Jimin, desvístete. - Ordeno Jin con una voz que era desconocida para mi, grave y profunda, demandante.

Me puse de pie y obedecí, comencé a sacarme prenda por prenda hasta quedar completamente desnudo.

-Hermoso ¿No lo crees Namie? - El rector Kim asintió mientras frotaba suavemente su entrepierna viéndome de arriba a abajo con descaro.

Me acerqué seguro a Jin y comencé a desvestirlo lentamente, dejando suaves besos en la piel que quedaba descubierta.

Cuando estábamos ambos desnudos el Rector fue quién hablo - Siéntate ahí Jinnie - Dijo señalando su silla frente al escritorio, el se acomodó en el sofá doble que se encontraba justo enseguida.

Jin obedeció y se sentó ahí cómodamente abriendo sus piernas.

Me acerqué seductoramente y me arrodillé frente a el mirándolo a los ojos, sin pestañear.

Tomé su miembro con seguridad el cual ya estaba erecto y antes de meterlo a mi boca giré mi vista hacia el Rector y sin apartar la mirada engullí por completo el miembro de SeokJin.

Namjoon se removió en su lugar, y se relamió los labios sin apartar la vista de nosotros.

Jin apretaba los poza brazos de la silla con fuerza mientras su respiración se agitaba.

HominumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora