Hominum

- 𝓟𝖆𝖘𝖈𝖚𝖆 -

En las fechas de semana santa las actividades dentro del seminario y de la iglesia incrementaban exponencialmente y como consecuencia teníamos menos tiempo libre.

No recuerdo que día era, solo recuerdo que estaba cansado, estresado y un poco malhumorado, fui a mi lugar de siempre a fumarme un cigarro y tratar de despegar mi mente, necesitaba distraerme.

Era muy tarde, mas tarde de lo que normalmente acostumbro a estar en este lugar, de pronto sentí unos brazos rodearme por la cintura, de inmediato supe quien era por su aroma, aparte nadie es mas sigiloso que el, puedo tenerlo en seguida mucho tiempo y si no se que esta ahí, no me doy cuenta hasta mucho después.

Su cabeza se recargo en mi hombro, su pecho se pego totalmente a mi espalada dándome un poco de calor y de alivio, llevé la mano con la que no sostenía el cigarro a su cara y acaricié su mejilla con cariño. - Hola Yoonie. - Dije con voz muy suave. El Me besó tiernamente el cuello - Hola bombón, te extraño... - Su voz me estremecía - También te extrañé... esta semana no pudimos vernos.

Se acerco mas a mi cuerpo y me abrazó un poco mas fuerte haciéndome sentir muy bien.

-¿A quien le estoy robando el día? - Preguntó serio.

-A nadie. Esta semana no he viste ni veré a ninguno de los chicos, sabes lo ocupados que estamos todos, es casi imposible.

-No lo sé, míranos. - Dijo sonriendo triunfal.

Todos los chicos con los que tenía mis encuentros sabían de la existencia de los demás, sabían que conmigo no podían ser posesivos ni celarme, por que al primer indicio de algo así yo terminaría dejándolos y alejándome.

Por el contrario comenzaron a hacerse amigos, si no puedes con el enemigo, únetele, a veces si uno no podía verme el día que nos tocaba hacía cambio con otro, claro, avisándome primero si yo estaría de acuerdo, incluso llegué a enterarme que se enredaban entre ellos eventualmente causándome demasiada curiosidad.

-Te tengo una sorpresa bombón...

-¿Para mi? - Volteé completamente hasta estar frente a frente, el tomó mi barbilla y me dejó un beso en los labios ¿Ya había dicho lo bien que besa Yoongi? Y cuando se lo propone es tan dulce y tierno conmigo, en fin. Estoy ansioso de saber cual era mi sorpresa, hasta el sueño y el cansancio desapareció por obra del espíritu santo.

Tomó mi mano y me guío a la capilla que era nuestro refugio, solo con el había estado en ese lugar, seguía "abandonado".

Cuando entramos no había mas luz que la de la luna que entraba por los vitrales, creando espectros un poco distorsionados.

Me llevo hasta el altar y me pidió que cerrara los ojos. Se acomodo justo como estábamos antes, a mi espalda y me tapó ambos ojos con una estola. Volvió a abrazarme por la cintura pegando mucho su cuerpo al mío.

Escuché pasos, había alguien mas ahí. Sentí como esa persona se acercaba, yo esperé pacientemente, de pronto sentí como esa persona estaba parada justo enfrente de mi, de pronto me besó y Yoongi seguía atrás de mi abrazándome.

-¿Hobi? - Pregunte ansioso, Yoongi saco la venda de mis ojos y en cuanto lo vi, si era el, era Hoseok, me abalancé a sus brazos y lo besé desesperadamente.

Tenía un par de meses que no lo veía por que se fue de misiones a otra ciudad y lo extrañaba demasiado.

-Padre Jimin - Me dijo sínicamente y yo solo sonreí - Lo extrañe padre.

-Hobi, te extrañe también. ¿Yoon? - Me giré a ver a la persona detrás de mi. - Gracias - Fui y lo besé en los labios, pero Yoongi no me soltó, se recargo en el altar el cual era bajo, podía posar cómodamente su trasero en el así que ahí estaba sentado recargado y sosteniéndome de la cintura mientras me besaba suavemente, sentí como Hobi se acerco por la espalada y comenzó a besarme el cuello y a acariciarme los hombros, se sentía tan bien, ¿Acaso pasaría lo que estaba pensando? ¡Dios si! Por favor.