Capítulo 22

509 105 24
                                    

Los sueños que parecen recuerdos

Dareth

Destiny estaba en shock, y me dolió verla con los ojos fijos en la jeringa que acababa de utilizar con Ronan. Mi cabeza no dejaba de pensar en que pude llegar antes porque estuve en ese lugar desde un principio, pero Abby me aseguró que era algo que Destiny tenía que hacer sola, y en caso de verse en peligro, entonces podríamos interrumpir, además de que necesitábamos la declaración de Ronan.

Me hervía la sangre de solo recordar las fotos que vi en el álbum, al menos treinta chicas habían sido abusadas por ese infeliz. Una punzada en el pecho me invadió al darme cuenta de que Destiny había sido una de ellas, y que realmente yo no podía hacer nada. No sabía qué decir o cómo reaccionar, pero sí quería apoyarla en lo que llegara a requerir.

¿Por qué? Me agradaba, y me importaba.

La declaración de Ronan me dejó helado, al igual que a mi tío quien quería ver un rayo de esperanza en el hijo de la mujer que alguna vez amó.

Mientras que Abby llevó a Destiny al hospital para asegurarse de que estuviera bien, Clarigan y yo nos dirigimos a la comisaría, donde se encontraba Ellie, acompañada de mi abuelo, dando su declaración de lo que había pasado hace años para evitar que Destiny se viera en la necesidad de hacerlo.

Cuando Ellie tenía catorce, Ronan tenía dieciocho, era un año mayor que yo y para ser honesto nunca me agradó. No habíamos visto a Clarigan en años, y un día simplemente volvió con un chico, el cual alegaba que era su padre mientras que mi tío dejaba que lo hiciera. Desde el momento en que lo vi no me dio buena espina, en especial porque el mismo día que lo conocí en mi casa, lo encontré husmeando en mi habitación buscando dinero, el cual podía pedírselo a Clarigan, pero supuse que ya le había pedido bastantes veces anteriormente.

Un día, fue la fiesta del cumpleaños de Ellie, apenas cumpliría quince y organizó una gran fiesta donde aprovechó el primer gran permiso de mis padres para tomar una copa, aunque no sólo tomó una, tomó demasiadas. Mis padres se fueron de viaje y Ronan seguía en la ciudad, por lo que Ellie, en un intento de incluirlo lo invitó a su fiesta. Ronan accedió a ir, incluso lo vi bailar con diversas chicas, en ese tiempo no estaba tan acabado debido a que las drogas que tomaba aún no le hacían tanto efecto.

Yo estaba bebiendo con unos amigos pero no le quitaba la vista a Ronan, era extraño, siempre me pareció extraño y no en un buen sentido; pero a pesar de los delirios de mi tío, era nuestra familia, y siempre lo apoyaríamos, y si él quería a Ronan al menos intentaríamos incluirlo.

Pero eso nos duró muy poco.

Ellie estaba tan pasada de copas, que vomitó sobre su propio vestido, por lo que subió a cambiarse. Yo también estaba un poco borracho, pero no lo suficiente como para no darme cuenta de que Ronan subió luego de ella. Él no me convencía, por lo que subí yo también, aunque tardé un momento ya que una chica me interrumpió el paso para tomarse una foto, cuando llegué al segundo escuché un grito, era de mi hermana, por lo que corrí hacia su habitación y vi a Ronan encima de ella intentando quitárselo de encima. En cuanto lo vi, empujé a ese maldito enfermo y me apresuré a ver si Ellie estaba bien, cuando me aseguré de eso Ronan ya se había ido.

Luego nos enteramos de que había vuelto a su país y había robado unas cuantas cosas, entre ellas un caballo de oro cubierto de madera que me había regalado Clarigan cuando era pequeño.

Ellie y yo conservamos el secreto de lo que había pasado, a Ellie le avergonzaba y respeté su decisión, además Ronan ya no volvería, estaba en su país y sólo quedaría como un mal recuerdo.

Tal vez en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora