Capítulo 28

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¿Amnesia?

Destiny

"Virginia,
1972

La lluvia caía sobre mi cuerpo cubriéndolo todo con la fría agua que hacía que mis lágrimas no fueran visibles del todo.

—Vámonos —le exigí a mi hermana quien permanecía detrás de mi madre, aferrada a su brazo.

Ella negó con la cabeza y me acerqué para tomarla pero dio un paso atrás.

El coraje invadió cada partícula de mi cuerpo. Mi madre, además de ser diabética, era alcohólica. Durante toda mi vida, cuando no estaba en la cama sufriendo por sus dolores, se encontraba borracha, golpeándome o repitiéndome lo inútil que era por no conseguir un trabajo "normal". Esa noche tomé la decisión de irme con Michael, quien emprendería un viaje al norte de Estados Unidos para expandir su empresa, ya había renunciado a mi sueño una vez, y no volvería hacerlo por una madre que ni siquiera se preocupaba por agradecer que la mantuviera la mitad de su vida.

—No quiere ir contigo Olivia, acéptalo y lárgate de una vez que aquí no te necesitamos —alegó mi madre y la miré llena de odio y rencor.

No podía hacerme eso, Moon era mi hermanita, la persona que yo más quería, y ahora ella no quería venir conmigo.

—Cuando vuelva a recaer, cuando te golpeé, cuando no tengas ni un peso para comer acuérdate bien que yo hice todo lo posible para sacarte de aquí y tú no lo quisiste —la señalé mientras ella no emitía palabra alguna y unas cuantas lágrimas se derramaron sobre sus mejillas mientras apretaba a mi madre con fuerza. Sabía que por más que lo intentara, se quedaría con ella; porque su corazón era tan puro que era incapaz de dejar sola a la persona que más la había lastimado. Pero yo no era Moon, y en ese momento mi rencor era más grande que cualquier amor que tuviera hacía ella—. Cuando necesites a alguien olvídate de mí porque no te daré ni un centavo.

Tomé mi maleta con lágrimas en los ojos y el corazón hecho trizas, me alejé de la casita con techo de lámina en donde había vivido toda la vida.

Cómo hubiera querido entender a Moon."

—Destiny...

Tic, tac. Tic, tac. Sonaba el reloj mientras mi cabeza intentaba recobrar consciencia.

Tic, tac. Tic, tac. Mi visión estaba nublada al igual que mi mente.

—Destiny... —volvieron a repetir y entonces sentí unas manos moviéndome de un lado a otro mientras mi cabeza se negaba a dar respuesta. Hasta qué sentí un líquido de mi rostro y entonces volví a la realidad.

—¿¡Qué pasa!? —exclamé completamente desorientada.

Leca me miraba como si acabara de ver a un muerto en vida, mientras que Jared a su lado tenía la misma expresión, pero con una botella de agua temblando en su mano, como si creyera que lo fuera a golpear. Me miré las manos, tenía un lápiz, pero mi pupitre estaba vacío, sólo mi mochila estaba debajo de él. Estaba en la escuela, y ni siquiera había recordado cómo llegué ahí, de hecho, ni siquiera recordaba lo que había pasado luego de subir con Jared a su auto.

«Dareth no es tan buena persona como quiere hacerte creer» aquellas palabras se repetían un sinfín de veces, y de ahí en más, todo estaba en blanco.

—Dios santo, por fin dices algo coherente en todo el día —dijo Jared cambiando su expresión a una más ligera.

—Ya terminó el examen, y las clases ¿todo bien? —me preguntó Leca y yo ni siquiera sabía qué responder.

Tal vez en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora