Epílogo

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Cierta persona se encontraba bajando de un avión en el aeropuerto de Japón. Su madre estaba justo detrás suyo cargando con algunas maletas. Ambos se dirigían al área del edificio donde residían los familiares. Intentaban buscar con la mirada a quiénes los recogerían, pero había demasiadas personas y se desorientaban entre la multitud.

Sin embargo, tenían un punto de encuentro acordado por si esto sucedía. Debían dirigirse a la planta baja cerca de dónde revisaban las maletas y encontrase por fin con sus familiares.

Para su mala suerte, cuando llegaron a aquel lugar no ellos no estaban. Un poco cansado el muchacho tomó asiento en un lugar cercano y esperó noticias. Por su parte, su madre, sacó su teléfono celular para realizar una llamada cuando ella y su hijo escucharon una voz inconfundible a sus oídos.

——¡Levochka!—— comentó una hermosa jóven con rasgos rusos. Alta, cabello rubio casi platinado y unos hermosos ojos verdes.

——¡Alisa!—— le devolvió el grito su hermano.

Ambos jóvenes se encontraron en un abrazo y luego el alto peliplata pudo ver que a unos metros se encontraba otra figura conocida para él.

——¡Hola papá!—— lanzó un grito nuevamente.

——¡Lev!—— respondió en otro grito su padre. Si seguían hablando en ese tono de voz probablemente los echarían a los cuatro del aeropuerto. Era una familia bastante eufórica.

Luego de abrazarse entre los cuatro y repartirse las maletas, salieron del aeropuerto y caminaron hacía el auto familiar, el cuál estaba estacionado a un par de cuadras. Una vez que llegaron, cada uno metió las cosas en el baúl y se acomodó por fin dentro del vehículo. Ambos padres adelante, con el señor Haiba al volante, y ambos niños atrás.

Tenían un viaje bastante largo hasta la casa de los Haiba, sin embargo, a penas arrancó el auto, la bonita chica comenzó una charla con su hermano.

——Dime Lev, ¿Cómo están los abuelos? ¿Me extrañan? ¿Y la tía Nami? ¿Ella también lo hace? ¿Y los primos? ¿Cómo están todos ellos?—— preguntó con una desbordante felicidad la hermana del peliplata.

Algo que pocos sabían era que el nombre de la muchacha era nada más y nada menos que "gran felicidad", porque si, ese era el significado del nombre Alisa. Aunque hay que admitir que cada miembro de la familia Haiba irradia felicidad por si solo, la niña era la que mayor sonreía de todos, y la que más se emocionaba por las cosas. Verla con una cara triste o un poco desanimada era para preocuparse.

——Los abuelos están muy bien, la abuela Ania sigue cocinando tan delicioso cómo siempre y el abuelo Boris sigue con su gusto refinado por la música, poniendo los clásicos rusos de su época—— comentó Lev soltando una risita.

La jóven Alisa no pudo evitar soltar una carcajada ——Ay el abuelo Boris, esa música tan antigua que escucha, solo le falta tener una bandera comunista colgada de su sillón en la sala de estar—— pronunció con una sonrisa nostálgica.

Ante ese comentario Lev se puso completamente serio.

——Alisa, quiero que guardes este secreto por el resto de tu vida—— dijo con una cara que podría asustar a cualquiera de la seriedad que desprendía, aunque su hermana lo conocía muy bien. Sabía distinguir perfectamente la seriedad "lo que voy a decir es un chiste" de la seriedad "en serio esto no es una broma" de Lev. Ambos modos se veían iguales pero ella podía distinguirlos. Por supuesto que en esta ocasión era el modo broma el que hablaba, y aún así, ella no podía evitar seguirle la corriente.

Summer Vacations || YakuLev [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora