Capitulo 16: Venecia.

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JAMES.

Despierto por un molesto y estúpido rayo de sol que me llega directamente en la cara.

Maldito sol.

Me muevo un poco para evitarlo y solo entonces me doy cuenta de que: estoy en mi cama, es muy temprano y que Meggan duerme plácidamente abrazada a mí con su cabeza apoyada en mi pecho.

Se ve muy linda así. Sus facciones relajas, olvidando la pesadilla de la noche anterior ¿Que habrá soñado para despertar tan alterada?

Le paso una mano por su espalda suavemente, me gusta tenerla así, junto a mí. Alejo su cabello de su cara para poderla mirar mejor. Ella se revuelve un poco y se acomoda mejor sobre mi pecho poniendo una de sus manos sobre mi corazón.

No quiero despertarlas, así que me quedo ahí viendo su rostro, sus labios que me muero de ganas por probar nuevamente ligeramente separados. Su suave piel, con sus dos pequeños lunares que solo son capaces de ver si miras de cerca, las largas pestañas que forman grandes sombras.

Meggan se mueve y al instante un par de ojos verdes me miran directamente.

- Buenos días bella durmiente- le digo mientras le doy un beso en la coronilla.

••••••

MEGGAN.

Después de esa horrible pesadilla, de dejar que James durmiera junto a mí me despierto con el paseo de unas manos en mi espalda que me hacen cosquillas. A regañadientes abro los ojos y lo miro. Sí, tengo que reconocer que se ve sexy con su cabello todo alborotado y esos lindos ojos dormilones.

- Buenos días bella durmiente- me dice mientras me da un beso en la coronilla que luego me queda adormecida.

- Hola- le respondo un poco avergonzada por mi comportamiento de la noche anterior. - ¿Que tal dormiste?

El sonríe con su típica sonrisa de lado.

- Bien ¿Y tú?- me pregunta mirándome con le seño fruncido mientras pasa una de sus manos por mi cabello.

- Bien- después de que te acostaste conmigo, pero eso no o diré en voz alta.

Me levanto de su lado, esta bien que nosotros tengamos una relación un tanto complicada y todo eso, pero de ninguna manera me auto permitiré estar más del tiempo necesario con él. Estas en Italia con él y su familia idiota me reprendo mentalmente por tener un cerebro tan tonto.

Camino hasta el baño de la habitación, miro de reojo a James y me doy cuenta de que está mirando mi trasero así que apuro el paso, no se porque me siento tan tímida hoy con él. Cuando entro al baño me miro al espejo. Suspiro pesadamente.

Mi cara es todo un poema, parezco una hermosa mezcla entre un panda y una rana. Ojos rojos he hinchados junto a unas no muy favorecedoras ojeras, la nariz un tanto roja al igual que mis mejillas y labios.

Me amarro el cabello en una cola alta y me lavo la cara con la esperanza de que la hinchazón baje un poco.

Cuando salgo del baño y me dirijo nuevamente a la habitación me doy cuenta de que James no está y que hay una brisa que entra desde una de las ventanas y mueve las cortinas. Camino hasta ahí y me encuentro con una musculosa espalda enfundada en un pantalón deportivo que cae sugerentemente por su cadera dejando a la vista el elástico de sus bóxer Kelvin Clane. Muy sexy.

Meggan mala, Meggan mala. Deja de pensar en cosas como esas, hace muchos años dejamos claro que James no es el tipo de hombre para mí. Aun que no negare que viéndolo así me recuerdo de porque me gusto. Pero ya no, es historia ¿Ciento?

Trato Hecho (Pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora