20 Songs Challenge | Dylmas/Newtmas ✔️✔️

Extra 3 | Newtmas.

Song: Runaway

Singer: Sasha Sloan

El sonido llano y el ritmo constante de las olas del mar, colisionando con las piedras del acantilado, es lo único que me distrae y aparta por unos momentos de todo lo que tengo a mi espalda. Tantas situaciones que me buscan y tratan de hacerme retroceder con fuerza, en ocasiones, es demasiado para mí. Aún sabiendo que lo merezco y soy el único responsable de todo lo que me ocurre. Y de lo que podría ocurrir si no hago lo necesario para cambiarlo, pero... soy un completo desastre. Ya es algo normal en mí. Lo único bueno de todo, aunque no lo merezca, está a mi lado, con su dorada mirada, fijada al horizonte nublado y húmedo del mar. Thomas.

—Deja de mirarme, sigo molesto contigo —murmura sin verme a los ojos; quiere hacerlo, veo el debate interno en aquella linda mirada.

Alzo mi mano y la ubico en su mejilla, fría, pero calentándose al teñirse de un rojo que le queda muy bien. Me encanta ver sus mejillas de ese color. Siempre trato de que florezcan, aunque a él no le gusta. Es mucho mejor si resalta cuando hacemos el amor. Ahí, en ese íntimo momento, es cuando no puede hacer nada para detener las reacciones de su cuerpo ante mis toques.

Lo volteo lentamente y aún así mira por donde estuvo mirando desde que llegamos, después de una merecida discusión; recostados en la parte trasera de mi coche negro, en una deleitable noche.

—No te hagas el duro, chico lunar —susurro acercándome a su lóbulo, rozando juguetonamente ahí. Su rubor aumenta indudablemente y el leve temblor de su cuerpo, me infla el pecho estúpidamente.

—N-no, aún estoy molesto contigo, quita —dice, pero no hace nada para quitarme de encima. En cambio, se acerca más a mí.

—¿Seguro? —beso castamente su oreja, empezando a bajar por su cuello, temiendo un poco de algún golpe bajo; incluso por aquí también tiene lunares. Este chico me sigue sorprendiendo de alguna u otra manera.

—Newt, por favor —ahora sí, lleva su mano a la mía y la parta con cuidado. La baja, y se queda mirándolas.

Suspiro con agobio y observo nuestras manos también. Las uno lentamente entrelazándolas y las levanto para besarlas después. Él sonríe con cariño y al verme a los ojos, me acerco para besar sus labios, sin ser rechazado, como creí que lo sería, como merezco ser tratado.

—¿Ya me contarás? —pregunta al separarnos. Su nariz está roja al igual que sus orejas.

—Vamos adentro, ¿sí? O atraparas un resfriado —aconsejo y asiente. Nos bajamos del capó y nos sentamos en los asientos traseros de mi coche.

Antes de empezar a relatar, observo sus intensos y suaves ojos. El color dorado ya muestra algo de luz y eso es una muy grande esperanza para mí y así, poder derribar mis estupideces cometidas. Me destroza verlo sin ese centelleo que siempre está caracterizado en tener, como hace unas horas antes de llegar aquí, las vi. ¿Y cómo no las hubiera tenido? Si por mi culpa, estaba así. Tan mal y decepcionado. Una mirada que me afectó muchísimo como jamás creí sentirlo.

Maldito Minho de mierda...

Le dije en un inicio que no se meta con nosotros, conmigo, y que yo sería el único quien le explique todo a Tommy. Pero el miedo a perderlo al decirle la verdad hizo que fuera posponiendo la inminente verdad que se aproximaba. Que se burlaba de mí antes de llegar a Tommy. Que malditamente no me dejaba estar en paz y que, sólo diciéndole a Tommy, desaparecería y quizá, mi chico lunar, también.

Y no quería que eso suceda, porque era lo único bueno que tenía. Porque era el único chico al que no quería romperle el corazón, ya que se me da muy bien aquello. Que lo quería conmigo únicamente y que pueda confiar en mí y así, quizá, yo pueda confiar en mí mismo.