20 Songs Challenge | Dylmas/Newtmas ✔️✔️

Saved My Life | Dylmas.

—¡Las vidas negras importan! ¡Las vidas negras importan! —gritámos a todo pulmón frente a la Casa Blanca.

Varios de mis amigos como Kaya y Jacob y Chris están apoyando, luchando por la causa. Kaya alza un cartel escrita lo que gritámos y los demás lo hacen con las manos alrededor de sus boca para que sus voz suene más fuerte.

Nuestro amigo Dexter, junto a Khaterine, nos acompañan pero ellos sostienen megáfonos, gritándo igual. Varias personas, en especial morenos, negros, como blancos, siguen gritándo. Todo esa bulla me da una euforia, que me alienta a seguir proclamándo. De pronto los que se encuentra cerca de la enorme reja de metal, la rompen y varios entran, incluidos mis amigos y yo

—¡Las vidas negras importan! ¡Las vidas negr…

Varios disparos convierten la frase en gritos desesperados, alaridos, de temor. Corren hacia afuera de la reja pero los disparos siguen retumbando en lugar. Mi corazón empieza a latir a un ritmo muy desesperado. Algunos siguen gritándo la frase, incluyéndome. Tratan de avanzar igual pero los disparos no dejan de sonar.

Una rabia trata de controlarme pero lo suelto con la frase. Siguen avanzando y pierdo la vista a mis amigos. De pronto veo a algunos tipos lanzarse a algunos policías y algunos apuntan con sus armas. Alguien jala de mi brazo haciendo que retroceda pero no dejo de ver a aquellos malditos policías con sus armas listas para descargarlas. Bajo mis cejas frustrado y sigo gritándo con los demás.

Las cosas se empiezan a descontrolada, hasta que los disparos empiezan a sonar nuevamente y de pronto, siento un leve pinchazo en mi abdomen bajo.

Aquel dolor se va haciendo más fuerte pero soportable. Escucho gritos al mi alrededor, llevo mi mano al punto de mi ddolo y la restriego, después alzo la mano y veo sangre. Suelto un suspiro y alguien sostiene mi cuerpo que estaba apunto de desplomarse por la repentina debilitación. Veo a mis amigos con rostros mortificados, asustados y Kaya llena de lágrimas. El dolor se agrava y escucho solo un leve zumbido en mis oídos y lentamente voy a la inconsciencia con imágenes borrosas de fondo.

[…]

Al despertar, trato de abrir mis ojos pero los siento algo pesados. Escucho el sonido conocido de las máquinas de hospital, con sus pi pi.
Genial.

Abro mis ojos por fin y la habitación está a oscuras. Acostumbro mis ojos a la oscuridad y trato de observar el lugar. No hay nadie más que yo. Muevo mis manos y siento algo redondo en mis dedos índice y medio. Al bajar la vista, veo que es un botón de color rojo.

Creo que llamé a alguien.

Al rato, las puertas son abiertas y mi sospecha es confirmada.

Al alzar la vista, diviso a un doctor, algo alto, con anchos hombros y fuertes brazos, lo que las mangas de la bata que utiliza se apriete un poco. Su pelo algo desordenado que no distingo el color, su piel algo clara, vestido con pantalones marrones le quedan apretados igual, dejando ver sus piernas torneadas, al ver que se encamina a mi lado.

—¿Puedo encender la luz? ¿Cómo te sientes?

Su voz algo grave hace que me despierte un poco más. Interesante.

—S-si, si.

¿Porqué de pronto me siento nervioso? Aclaro mi voz carraspeando.

—Me siento bien.

Él aciente y se dirige a la pared izquierda para llevar una mano a ella y la habitación se ilumina. Cierro mis ojos y parpadeo varias veces para acostumbrarme a la claridad. Al lograrlo, dirijo mi vista rápidamente al doctor y jode… que guapo está.