Capítulo 11. Es popular.

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Disfrútenlo.

YYY

Capítulo 11. Es popular.

Mientras Bakugo se alejaba con lentitud de ahí con Izumi, se sentía furioso. No únicamente por que tuvo que ceder en aquello de permitir que su hermanita se quedara con ese tarado de pelo de mierda, sino que no dejaba de notar como los hombres saludaban con una sonrisa amable a la pequeña pecosita que caminaba a su lado.

Él les mostraba los dientes, aun así, a pesar de haberse alejado asustados ante su mirada fiera que les puso; sabía que no podía cuidarla todo el maldito tiempo, era un buen estudiante que aparte de ir a otra escuela, pues cumplía con sus tareas sin mencionar que estaba planeando unirse a algún club que le sirviera en un futuro para cumplir sus metas. Lo que eventualmente lo tendría más ocupado, aunque no dejaba de irritarle sobre manera sentirse lejano a Deku. Malditos dos años de diferencia que le impedían estar en la misma escuela. Ella con sus rizos verdes, ojos enormemente expresivos, pestañas largas, rostro adorable, pecas bonitas, labios apetecibles, y un cuerpo que comenzaba a ser curvilíneo; pronto tendría un club de fans detrás de ella. Katsuki rechinó los dientes ante la idea.

/Malditos extras hormonales/

Sin embargo, no era como si pudiera evitarlo, ella era popular. Siempre lo fue, mas sin en cambio, nunca le fue difícil ahuyentar a los extras tontos de ella, pues estaban muy cerca. Necesitaba una forma de mantenerlos a raya, aunque seguía sin saber cómo.

De hecho, no sabía el tonto que sus pensamientos eran compartidos por cierta pecosa que venía furiosa porque las chicas a su alrededor hablaban de lo guapo que era el rubio que la acompañaba. Ella, sin que Kacchan lo viera, venia inflando las mejillas, de modo de puchero. Estaba celosa, lo sabía. Katsuki era cada vez menos un niño, pasando a convertirse en un adolescente, demasiado atractivo. Dentro de dos años, sería un adolescente terriblemente cotizado por las chicas.

Mas su aire de chico rudo que a ella la ponía tímida, y nerviosa, a las demás niñas las tenía encandiladas. Ella quería tomarle la mano para dejar claro el mensaje de "No lo toquen, es mío" pero no lo era, solo era su amigo de la infancia que gozaba de cuidarla como un hermano mayor. Tal vez, incluso la veía de esa forma, como a una hermanita. Lo que la tuvo desanimada al punto de no avanzar por su propia cuenta.

─ ¿Por qué demonios no te apuras, Deku?

─ Aquí vengo Kacchan...

Soltó en apenas un suspiro, cosa que hacia cuando estaba desanimada.

─ ¡Pues apúrate o te quedaras ahí!

Pero ella no le hizo caso, no siguió avanzando lejos de su ritmo lento y sin ánimos. En eso, ella sintió cuando la mano fuerte de un chico tomó la de ella. Sacándole un jadeo sorprendido.

─ ¡Te dije que te apuraras, mocosa malcriada! ¡Luego de irte a dejar debo llegar a la escuela temprano, así que no pierdas el tiempo, maldición!

Se sintió en las nubes sin mencionar que las niñas de su escuela dejaron de mirar a Kacchan de forma extraña. Ahora se les notaba la envidia, lo que le llenó el pecho de una satisfactoria sensación de placer.

Bakugo realmente lo hizo para apurarse, pero notó que los inútiles que intentaban hablarle a Izumi, se alejaban en cuanto los miraban tomados de las manos. No pudo evitarlo, por lo que les lanzó una sonrisa socarrona, esa sonrisa maliciosa y de superioridad.

Cuando vio el rostro ruborizado de la dulce niña, supo que era un maldito aprovechado por sentirse feliz por verla así de nerviosa, contenta y sonrojada. No se arrepentía para nada, de hecho estaba pensando en ir por ellas, además de tomarle la mano tanto en la entrada como en la salida, para mantener el mensaje claro: No está sola.

Su hermana apareció detrás de ellos, caminando con esa aura suya de dolor. Hablar con el estúpido de dientes de tiburón era parte de mejorar en sus cosas para poderlo superar, él lo sabía pero verla así de mal aun lo irritaba. Su hermana tardaría en superarlo, aunque estaba seguro de que eventualmente lo haría. Algún día lo haría.

Por lo que hoy le tocaría a Izumi y él, verla de nuevo un poco triste aunque lo suficientemente estable para no permitirle partirle el corazón de nuevo. Donde el imbécil lo intentara otra vez, esta vez necesitaría un hospital porque Katsuki le rompería los dientes.

YYY

¿Qué tal si la amistad de Kirishima y Bakugo se volvió difícil? Lo comenzaremos a saber en el próximo capítulo 12. Lo siento. 

La guerrera escarlata defensora de la princesa pecosa (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora