Capítulo 8. Reanimarla

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YYY

Capítulo 8. Reanimarla

Ahí en medio de la cocina de los Bakugo, el primogénito preparaba todas las mierdas había llevado, junto con Deku; para tener todo listo para que su estúpida hermana menor se lo comiera todo. También, llevaba unos discos de dvd que no sabía la pequeña pecosa de donde había sacado. Cuando estaban preparando para subir, Katsuki habló.

─ Vieja bruja, necesito que me des la llave de la mocosa.

Mitsuki se le quedó mirando fijamente a su primogénito, como intentando saber que estaba pasando por su mente. Cosa que lo hizo enojar.

─ ¡¿No me escuchaste, vieja?!

─ ¡Tampoco estés gritándome, mocoso!

─ ¡Es que no me escuchas, maldición!

─Si te escuche mocoso del infierno, solamente que no quise hacer lo que me pedias. Aunque supongo, que al final te daré una oportunidad y si tu hermana sigue sin salir, iré a hablar yo con ella.

Dijo dándole la llave mencionada en cuestión.

─ ¡Deku!

Dijo ahora dirigiéndose a la pecosita que estaba a su espalda, quien se sobre saltó.

─ ¿Q-Que pasa, Kacchan?

─ subiré yo primero, y en una hora subes tú también ¿entendido?

─Pero…

─ ¡No repliques! ¿Puedes hacerlo si o no?

─ ¡S-si, Kacchan!

─Bien, puedes ir a tu casa por tus cosas para que te quedes a dormir. Vuelve en una hora.

Ella asintió frenética.

─ Está bien, Kacchan.

─ Ya vete corre, no pierdas el jodido tiempo.

Entonces con esto, ella solamente dijo algo como “Si, Kacchan” para posteriormente seguir corriendo para llegar a su casa.

Fue entonces así que el rubio cenizo, miró las escaleras, listo para subir con las cosas. Sin decir una palabra más, subió las escaleras hasta estar de pie en medio del pasillo, delante de la puerta de su hermana menor. La cual era de madera pero por fuera tenía un sencillo letrero con su nombre. Sabía que al menos no lloraba igual de mal que cuando empezó pero seguía medio llorando. Sin delicadeza, ni tocar; abrió la puerta usando la llave.

Dentro la imagen que lo recibió fue lamentable, estaba su hermana ahí vestida con su pijama, luciendo como un desastre entre su cabello, sus ojos rojos en lágrimas, su nariz roja y húmeda, un rastro de humedad yacía debajo de sus mejillas y nariz.

Realmente el cuadro le removió las tripas a tal grado, que estaba seguro que en cuanto tuviera oportunidad, de nuevo iba a golpear a cierto estúpido pelirrojo con mal gusto.

─ ¡¿Qué mierda haces aquí?!

Fue el grito histérico de la castaña, quien se lanzó hacia el intruso, no sin antes haberse limpiado con el brazo sus lágrimas.

─ Ya vas a dejar de encerrarte en esta pocilga.

─ ¡¿Cómo por qué demonios haría eso?!

─ Te traje esto y más te vale acabártelo o te matare.

Tras eso, le extendió las cosas que había traído en platos sobre una mesa pequeñita la cual acomodó con todo lo que trajo, lo siguiente que su hermana menor lo miró hacer, mientras que ella no salía de su asombro, fue que puso el dvd de su hermana a trabajar para acomodarlo. Una vez así lo hizo, puso los discos en él para posteriormente comenzar a ordenar el desastre que era la habitación de la menor.

─ ¿Qué demonios haces?

─ ¡Cállate y comete la maldita sopa o se enfriara!

Tras esto, ella miró que efectivamente había un vaso del ramen instantáneo que más les gustaba a ambos hermanos. Humeaba por lo que supuso, que debía comérselo o se enfriaría. Con cautela, comenzó a comerlo. Su hermano al parecer, le agregó unas cosas para que tuviera un mejor sabor y fuera más picante. Justo como le encantaba a ambos.

La castaña observó en silencio mientras comía, a su hermano limpiar quien una vez lo logró y ella terminó su ramen, se acercó para servirle su sabor de té helado favorito. Este té no solía gustarle mucho a Kacchan, era un gusto que la menor compartía con su padre. Por eso, sabía que era para ella.

─ No hacía falta que limpiaras…

─ ¡En lugar de estarte quejando mocosa, agradece y cierra la boca!

Tras esto, él comenzó a comer unas papitas extra picantes mientras ella se sentaba al lado de su hermano mayor cascarrabias. Ella también tomó un plato para posteriormente por fin sentarse a ver lo que sea que su hermano le hubiera puesto en el televisor. En eso, ella vio que eran capítulos nuevos de una serie policiaca que ella amaba. A Katsuki le daba igual ese programa, él prefería ver otras cosas; por lo que ella sin necesidad de que su tosco hermano le dijera una sola palabra sabía que significaba todo aquello.

Te amo mucho mocosa y me duele verte triste.

YYY

¿Qué pasara cuando llegue Izumi? Lo comenzaremos a saber en el próximo capítulo 9. Mi mejor amiga

La guerrera escarlata defensora de la princesa pecosa (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora