Capítulo 11: El día casi perfecto.
Narra Elsa:
Desperté gracias a unas grandes ganas de vomitar, inmediatamente me levanté de la cama corriendo al baño.Me puse de rodillas en el retrete para después de volver toda la cena, en cuanto termine lave mis dientes y mi cara.
Hace una semana Hiccup no me a vuelto a golpear, me he portado muy bien y gracias a eso ya puedo salir a caminar.
Salí del baño para tomar ropa de mi closet y darme una ducha, en el camino pude apreciar a mi novio, el cual seguía dormido solo con una sábana cubriendo la mitad de su cuerpo dejando ver su pecho bien formando y esos tatuajes que me encantan.
Sin poder evitarlo lo mire por cinco minutos, reaccione y me fui rápido al baño, llene la bañera y me duche.
— Mami ¿papi nos quiere?—. Pregunté a mi mami después de ver su rostro lleno de golpes.
— Claro que nos quiere Elizabeth, el nos demuestra su amor de esa manera. —. Respondió.
— Mami ¿Cómo consiste a papi?—. Pregunté tomado asiento frente a ella.
— Nos conocimos en la prepa pero el no era así el era cariñoso y amoroso, pero algo cambio el se volvió muy posesivo. Pero aún así lo amo y no lo voy a dejar de amar nunca. —. Respondió.
Si mami no dejo a mi papi yo no dejaré a Hiccup.
(...)
Prepare el desayuno esperando a que baje.
Desde que empezó nuestra relación el me quito mi teléfono, por lo cual estaba muy aburrida cuando el salia de casa, quería salir y ver a mis amigas pero el me lo prohibió.
— Buenos días. —. Dijo Hiccup llegando a el comedor.
— Buenos días. Ya está listo el desayuno. —. Anuncie y el asintió.
Tomamos asiento en el comedor, el siempre me miraba al comer, sentí su mano me mi pierna y eso me hizo que mis mejillas ardieran.
Al verlo feliz y contento supe que ya era hora.
— Amor. —. Llame su atención. — Quería saber si me dejarías...salir, por favor.
— Ya hablando de eso Elsa, y no quiero volver a discutirlo.
— Por favor, me aburro demaciado cuando sales, no tengo teléfono para socializar, solo estoy ¡encerrada!. — Grite pero al parecer no le agrado que le gritara.
Me miro furioso, el agarre de mi pierna se volvió un apretón, con su otra mano me agarró la quijada haciendo que lo mirará.
— En tu perra vida vuelvas a gritarme Elizabeth. —. Dijo soltando un bofetada en mi rostro haciéndome caer.
— Lo lamento, perdón. —. Suplique al verlo acercarse a mi con furia.
— Nunca te irás de mi lado Elsa ¡Jamás!. —. Grito para después ponerse arriba de mi tomando mis manos y pegandolas al suelo.
— No Hiccup, por favor no me hagas el amor enojado, por favor —. Suplique.
— Quien dijo que te haré el amor, yo solo te voy a follar hasta que ni siquiera te pase la por la mente la idea de querer irte. —. Informo haciéndome temblar.
Intenté moverme pero no me dejó.
— Sabes muy bien que si más te mueves más te dolerá Elsa. —. Dijo y era cierto.
Sin que otra palabra saliera de su boca lo acepte, el empezó a romper toda mi ropa al punto de dejarme desnuda yo solo me mantuve quieta, odiaba esto, odiaba el simple hecho de que no pueda hacer nada, el hecho de que él tenga todo el poder para hacer lo que quisiera conmigo, pero yo solo no le puedo decir que no por que lo amo.
Después de dos horas y después que que se viniera más de cinco veces en mi, termino.
— Jamás me dejaras Elsa, jamás— me dió un beso y se recosto a mi lado, lo mire por unos minutos, el tenía los ojos serrados tratando de controlar su respiración.
Las ganas de vomitar se apoderaron de mi, me levanté lo más rápido que pude y corrí al baño de abajo, devolví todo mi desayuno.
Lave mis manos y mis dientes.
— ¿Te encuentras bien?— pregunto Hiccup en la puerta del baño.
— Sí— lo mire con algo de miedo.
— Perdóname, perdóname por favor— suplico tirándose en el suelo abrazando mis piernas — yo no quiero que te vayas nunca de mi lado. Yo te amo.
Es sorprendente lo que él puede hacer conmigo al solo decirme te amo, lo ayude a ponerse de pie.
— Jamás me iré de tu lado, pero por favor hay que salir, vamos aún parque, por favor.— pedí.
— Está bien vamos al parque de diversiones que está aún kilómetro de aquí.— se dió por vencido.
—¡Gracias!— agradecí pegando nuestros labios.
***
El camino en el auto fue algo divertido pues puse algunas de mis canciones favoritas y las cantando juntos.
Al llegar salimos del auto, empezamos a subir a los juegos, pero, algo extraño paso pues al pasar enfrente de un puesto donde se vendía hamburguesas a Hiccup le dije ganas de vomitar a lo que tuve que ir con el.
Nunca en mi vida había visto a Hiccup ponerse mal por una Hamburguesas.
— ¿Ya estás mejor amor?— pregunté pasándole una servilleta para poder secar su rostro.
— Sí, no entiendo pero me dió mucho asco.
— Si me dí cuenta— dije tratando de aguantar la risa.
— ¿Qué te da tanta gracia?— pregunto.
— La cara del señor del puesto al ver que podías vomitar todo su producto— aguante más la risa al recordarlo— jajaja.
— Ja ja ja, Li ciri dil siñir dil piisto il vir qui pidiis vivitir tidi si pridicti. — imitó mi vos.
Amaba su rostro de enojado, amaba estos momentos, pero, todo lo bueno se acaba.
— Hola preciosa, quieres venir a divertirte? — dijo un tipo que entro al baño.
— A quien le dices preciosa imbécil?— pregunto furioso Hiccup.
— Tu no te metas niño, esto es entre ella y yo, no creo que tu seas su novio, ella merece algo mejor, y ese soy yo.— sin pensarlo me quite del lugar poniéndome atrás de Hiccup.
— Ella es mi mujer, y si vuelves a mirarla sola mente te partire la cara— advirtió acercándose a él.
— Tu y cuántos más putito—
—Tu lo pediste—
Hiccup termino de desfigurar la cara del tipo para después tomarme del brazo fuertemente.
— Hiccup me lastimas— dije mientras el literalmente me arrastraba al estacionamiento.
— No entiendo por qué mierda te pusiste ese vestido— reclamo aún caminando.
— Pero este vestido me gusta.— dije.
— A partir de hoy ya jamás volverás a usar vestidos, y solo los podrás usar en la casa oíste?.
— Pero ¿Por qué?— pregunté.
— Porque yo lo digo.— me quedé callada.
Subimos al auto y el solo apretaba el volante con tanta fuerza que podía ver cómo sus nudillos se ponían blancos.
Ese tipo arruinó nuestro día perfecto.
¿Qué creen que cause los malestares de Hiccup y Elsa? ¿Elsa seguirá aceptando todo lo que le ordene Hiccup?
Voten y comenten.
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Mía, Solo Mía
Teen FictionEl cambio. El no era así. El va a cambiar. Me decía a mi misma mientras me miraba al espejo, después de un ataque de sus celos. - Vamos Elsa abre los ojos, el no te conviene -. Repetía una de mis amigas - Pero.....yo lo amo y el a mí. El cambiará es...