Capítulo 19:
Narra Jack:
Elsa, mi musa, mi lady, mi copito, no sabes cuánto te amo, desde que nuestras miradas se cruzaron no te saco de mi mente.
Me odio a mi mismo por haber permitido que el hijo de puta de Haddock nos separara, renuncie a ti por pendejo. Trate te lo juro que trate, pero, olvidarte no puedo. En mi mente siempre estas y te juro que voy hacer todo lo que esté a mi alcance para poder estar juntos.
Cerré la libreta y solté un suspiro, lo voy a cumplir de eso estoy seguro.
Mi teléfono suena, me hace volver a la realidad.
— ¿Bueno? — dejé contestando apestando mi libreta de mi.
— Jack, es Elsa. Está en el hospital, ven pronto, el plan acaba de empezar. — dijo Emma en el otro lado.
El plan a comenzado, estaremos juntos Capito.
*****
Narra Hiccup:
Corrí a lado de mi Elsa, no puedo creer lo que he hecho, tomo mi teléfono y llamo a una ambulancia.
— ¿Bueno? — contestan.
La voz es de una mujer que me parece familiar pero no le tomo importancia.
— Buenas noches, por favor manden una ambulancia a mi casa, mi mujer a sufrido un acidente y está embarazada, por favor. La calle es...
La ambulancia llegó, subimos a mi mujer en ella, la borrachera si me quito en cuanto ví lo que causé.
Al llegar al hospital bajaron a mi mujer con cuidado, baje y corrí junto a la camilla.
— Mujer embarazada con siete meses, atropellada, llévenla a la sala de operaciones, necesitamos hacer una cesaría lo más pronto posible, está perdiendo mucha sangre. — el doctor se veía preocupado.
Seguimos corriendo hasta que una enfermera me detuvo.
— Hasta aquí puede llegar señor.
— No, ella mujer es mi esposa, ese bebé es mi hijo, necesito estar con ¡ella!. — demandé.
— Por ningún motivo usted puede entrar a la sala de operaciones, lo mantendremos informado con cualquier cosa que suceda con la señorita. — entro a la sala de operaciones y yo me derrumbe en el suelo.
- Esto es tu culpa, pero ve el lado bueno, le pudimos sacar el bastardo que llevaba dentro jajaja!
— No! Cállate, cállate!!— jale mi cabello con fuerza tratando de callarlo, esa estúpida voz que me acompaña desde los cuatro años sigue aquí.
Mi Elsa es la única que lo puede callar, ella calma está voz.
*****
Cada minuto es un martirio, a pasado más de cuatro horas y no me han dado ningún aviso.
— ¡Hiccup! — volteo a ver quién me llamaba y ahí estaban mis amigos.
— ¿Cómo está tu mujer? — pregunto Flynn.
— A un no me han dado ningún informe. — volví a jalar mi cabello por la frustración.
Los chicos se sentaron a mi alrededor.
— Es mi culpa. — susurré— no debí tomar demás.
— Amigo tu no tienes la culpa fue un accidente. ¿Pero dinos que pasó? — ellos no sabían nada.
— No lo sé. — menti, nadie debe saber que soy un monstruo ya que si lo saben me alejaran de mi Elsa.
Al parecer entendieron que no quería hablar y ya no hicieron más preguntas.
— Familiares de la señorita Elizabeth Snow — me levanté de inmediato.
— Soy su esposo, ¿Cómo está ella? — pregunté temeroso.
— Lamento decírselo pero ambos murieron. — claramente sentí como mi corazón se rompía, cómo cada parte de mi cuerpo se debilitaba.
— ¡Nooooo! Todos, todos menos ella ¿Por qué?, ¡¿Por qué?! — me vote al suelo y lo golpeé con ambas manos. — Mi Elsa no doctor, mi Elsa no, por favor dígame qué es una estúpida broma y que ella esta bien. Por favor.
— Lamento decírselo, pero gracias al golpe del coche y del suelo al aterrizar no pudo sobrevivir ni el feto y ni la joven Snow. — dijo el doctor.
— Puedo pasar a verla? — el doctor iba a contestar pero Hans me tomo del hombro.
— Amigo será mejor que no vayas, te lo digo por experiencia propia, será más grande tu dolor si entras, déjala ir, ella y tú bebé ahora están en un lugar mejor. — el tenía razón, tomó esto es mi culpa.
- Te lo dije, nada bueno te puede pasar a ti, tú la mataste.
Trate de ignorarlo, este dolor no lo sentí ni cuando murieron mis padres, pero es horrible.
Mis amigos me llevaron a mi casa, pague todo lo necesario para un entierro digno para mí Elsa, pero no iré, no podría, se me rompería el corazón.
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Mía, Solo Mía
Teen FictionEl cambio. El no era así. El va a cambiar. Me decía a mi misma mientras me miraba al espejo, después de un ataque de sus celos. - Vamos Elsa abre los ojos, el no te conviene -. Repetía una de mis amigas - Pero.....yo lo amo y el a mí. El cambiará es...