Capítulo 12: Te espero con ansias.
Narra Hiccup:
Ese maldito quiso... Quiso hacer... Ah!
Ese hijo de puta trato de conquistar a Mi Mujer.
El camino a casa es tan largo, solo quiero llegar y demostrarle a mi mujer quien es su dueño.
Al llegar bajo del auto dirigiéndome a la puerta donde Elsa espera a que le abra, sin importarme nada la dejo ahí.
Entro a la casa me siento en el sofá tratando de calmarme pero no puedo. Elsa entra algo temerosa solo la observó, dios mío no podría verla con alguien más y tan solo con mirarla imagino que el imbécil del parque está con ella y me hierve la sangre.
Sin pensarlo me levanto me acercó a ella y me empiezo a quitar el cinturón.
— No, no Hiccup por favor, con el sinto no.— sigo con la mío y ella empieza a correr escaleras arriba.
— Elizabeth vuelve aquí.— empeze a seguirla.
Resbaló subiendo las escaleras y toma su tobillo asiendo que ella caiga escaleras abajo.
Su pequeño cuerpo está en lo bajo de las escaleras, sus ojos están serrados.
— No mi amor, despierta.— suplico al estar a su lado acariciando su rostro.
***
— ¿Cómo está mi mujer doctor?— pregunto.
De inmediato llame a una ambulancia y la traje al hospital.
— La señorita tiene algunas algunas heridas, pero nada grave, el bebé y su novia está bien.— respondió.
— ¿Bebé?— pregunté.
— Sí, su novia tiene cuatro semanas de embarazo.— informo.
— ¿Puedo pasar a verla?— pregunto.
El siente, tendré que hablar con Elsa, yo no quiero un hijo ahora.
Al entra a la habitación Elsa estaba conectada a un suero, se ve tan frágil.
— Hola amor. — me acerque a ella.
Sus ojos empezaron a abrir.
— Hola, amor perdóname te prometo ya no salir con vestidos.— dijo aló que yo sonreí.
— Amor no te preocupes, pero tenemos que hablar.—informe.
Ella se sentó en la camilla.
— Dime.
— Elsa estás embarazada.— dije serio.
Su mirada se iluminó, sus manos fueron a su vientre.
— Abortaras.— informe.
Su expresión cambio, a una de tristeza y temor.
— No, por favor Hiccup no, el es nuestro hijo.— suplico.
— No hay nada que discutir, abortadas ahora.
— No, por favor, haré lo que sea, dejaré de usar vestidos, dejaré de salir, haré todo TODO lo que me digas, pero, por favor dejame tener a mi bebé, por favor. — suplico.
— ¿Todo?— ella asintió— está bien, apartir de hoy nada cambiará, no cambiará nada con el hecho de estar embarazada, ya no saldrás, y harás lo que yo diga.
— Gracias, gracias.— me abrazo enredando sus brazos en mi cuello.
Se alejo de mi volviéndose a sentar.
— Hola bebé, soy mami, ya quiero que estás aquí, te amo mi bebé. Te espero con ansias.— acaricio su vientre.
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Mía, Solo Mía
Ficção AdolescenteEl cambio. El no era así. El va a cambiar. Me decía a mi misma mientras me miraba al espejo, después de un ataque de sus celos. - Vamos Elsa abre los ojos, el no te conviene -. Repetía una de mis amigas - Pero.....yo lo amo y el a mí. El cambiará es...