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²/³

El día de hoy cumplimos un año más como pareja, los días y meses pasan con rapidez estando a su lado, las cosas se están dando y todo anda sobre ruedas. Cada día lo quiero aún más y provoca una felicidad inmensa en mí, lo es todo para mí.

Llegó veinte minutos antes a la cafetería a la cual acordamos, miró la bolsa de regalo que se encuentra a mi lado  y suspiro pesadamente pensando en si le gustara o no.

Kai entra por la puerta cinco minutos que yo y me mira sorprendido, tomando asiento al frente mío.

—Llegaste unos minutos antes de lo acordado.—dice sonriendo y me levantó, tomó su rostro entre mis manos y lo beso lentamente tomando mi tiempo.

—Te extrañe tanto.—digo besando su frente y vuelvo a tomar asiento.

—Estar una semana lejos de ti, fue difícil, pero me alegra el que mis padres ya se hayan instalado en una zona rural, necesitan paz.—dice sonriendo y le devuelvo la sonrisa.

Me doy cuenta de que retoco su cabellera rosada y se hizo ondulados en las puntas.

—Te vez hermoso, me encantas.—digo sonriendo.

Kai mira hacia el suelo mientras el color carmesí se instala en sus mejillas, tomó su mano y la entrelazo con la mía mirándolo fijamente.

Lleva puesta una chaqueta de cuerina rosada dejando ver la camisa negra ajustada a su cuerpo con un escote en la parte delantera permitiéndome ver su piel blanquecina y sus clavícula, un pantalón negro ajustado a sus muslos y trasero, teniendo rotos en las rodilla y unas botas negras. Él se ve jodidamente bien con todo.

—Me pones tan nervioso.

—Suelo causar esa emoción en las personas, cielo.—sonrió.

— Soobinie...¿Alguna vez tuviste fe en esto?—pregunta.

—Siendo sincero, no. Nunca tuve fe de esto y míranos ahora.—apretó levemente sus manos y sonrió con ternura.—Simplemente jamás planee esto y es lo mejor que me ha pasado. Eres lo mejor que tengo....y tú?

—Yo si tenía fe y mucha, sabía que tarde o temprano funcionaria y ahora me rio en la cara de quienes me dijeron que no.—sonríe mirándome y me extiende la bolsa de regalo, tomó la que tengo a mi lado y se la entrego.

Sacó el contenido de la bolsa y sonrió al ver que son los tenis que mire la semana pasada y no los pude comprar por que ya estaban agotados. Son edición ilimitada y solo había 10 ejemplares de esto.

Observó a Kai quien tiene los ojos llorosos. Le había comprado maquillaje, una chaqueta de cuero negra que es el complemento de la que llevó puesta, y un tarrito de vidrio con mensajitos por dentro que hice hace unos días.

—¿Por qué vas a llorar?.—preguntó.—¿No te gustó?

—No es eso, solo que...nosotros nunca celebramos los meses que llevamos juntos porque no le tomamos tanta importancia y cuando cumplimos nuestro primer año tu simplemente lo olvidaste, pero esta vez... Esta vez lo recordaste y me diste algo por ello.—tapa su rostro con sus manitas y tomó una de sus manos, destapando su rostro y provocando que se levante de la silla, hago que se tome asiento encima mío y limpio las lágrimas que escaparon.

—Se que no soy el mejor novio, ni lo mejor que tienes, pero me esfuerzo en darte todo de mí, en darte lo mejor que pueda y en demostrar lo que siento. No es fácil para mí, pero créeme que me importas y que te mereces más cosas, felices dos años, amor.—digo besando sus labios mientras limpió su rostro.— Y quiero que vayamos a tú casa ahora mismo porque falta solo una sorpresa más para ti, así que deja de llorar que me duele, pequeño.

Kai asiente y me sonríe abrazándome mientras se tranquiliza. Realmente lo quiero.

๑Solo son fechas, pero muy importantes para ti๑