Por las noches te amo.

7

El lunes en la escuela, Midnight y Mic no pudieron evitar notar el comportamiento extraño de la chica.

- T/N chan ¿Estás bien?- Preguntó la mujer algo preocupada.

- Sí, no pasa nada, es sólo un poco de dolor de cabeza.- Dijo ella sonriendo con dulzura.

- ¿Segura?- Preguntó Mic preocupado.- Te ves cansada, deberías volver a casa.

- Estoy bien, en serio.- Respondió.

- Ve a casa.- Dijo Aizawa.- Mis clases terminaron, me haré cargo de tu grupo.

- No es necesario, Sensei, estoy bien, de verdad.

- Mientras más lo dices menos te creo.- Le dijo Midnight.- Toma tus cosas y ve a descansar.

La chica terminó por aceptar su derrota y volvió a casa.

- Shouta... Ella te curó ¿No es así?- Inquirió Mic.

- ¿Cómo lo sabes?- Preguntó sin ganas de esconder la verdad.

- Tus heridas están sanando demasiado rápido y misteriosamente le duele cada parte del cuerpo que tú te lastimaste.

- Insistió demasiado.- Dijo Aizawa.

- Que noble acto de amor!- Exclamó Midnight muy emocionada.

- ¿De qué amor hablas? Deja de inventar historias.- Se quejó Aizawa.

Midnight y Mic rieron.

Aizawa fue a cubrir las clases que le faltaban a T/N.

En la última hora le tocaba una clase con su propio grupo, la clase 1-A.

- Sensei, se equivocó.- Anunció Iida.- Nos toca la clase de T/N Sensei.

- T/N Sensei se encuentra indispuesta el día de hoy y volvió a casa.- Dijo el profesor.- Yo voy a dar su clase.

Aizawa había dejado a los alumnos leyendo una lección mientras él se sentaba en su escritorio a pensar en un regalo para hacerle a la chica por las molestias.

Había pensado en varias opciones que anotó en una lista.

- Dulces
- Flores
- Canasta de alimentos

"No, eso último es más para una señora ama de casa. ¿Qué se le regala a una joven?

- Dulces
- Flores
- Cena...?

¿Le gustará si la llevo a cenar fuera? Siempre preparamos la cena juntos... Parecemos un matrimonio."

- Sensei.- Lo interrumpió Mina.

- ¿Qué necesitas Ashido?

- Ya sabe que falté a clases y eso, usted justificó mi falta para su clase, me preguntaba si podía hacerlo también en esta o si debo esperar a que la sensei vuelva para presentarle mi justificante a ella.

- Lo correcto sería esperarla a ella.- Respondió él.

- Gracias y...- Señaló la lista.- Creo que a T/N sensei podría gustarle una cena en casa preparada por usted, aunque la flores suenan bien.- Susurró alegremente guiñando un ojo.

- Lo tomaré en cuenta.- Dijo algo sonrojado sin mirar a su alumna.- Ve a sentarte.

La chica obedeció.

Al llegar a la casa de T/N, la puerta estaba abierta, la encontró en el sillón con lágrimas en los ojos.

- Sabía que era mala idea.- Dijo molesto.- No volveré a dejar que me sanes.

- Está bien.- Sonrió ella.- no me obligaste a hacerlo, fue mi desición.

- Eres tan testaruda como cuando tenías quince años.- Se quejó.- Desde entonces ya tomabas decisiones imprudentes.

- ¿Nos vamos a poner nostálgicos?- Preguntó ella sonriendo débilmente.

- No debería dolerte tanto, yo apenas lo siento.

- En mí, el dolor se amplifica.

- Otra razón para no dejarte volver a hacerlo.- Gruñó.

- Está bien, significa que te recuperas apropiadamente.

Él chistó.

- Sigue descansando, yo haré de cenar.- Respondió.

Ella no se había percatado de las bolsas del supermercado que él había dejado en la cocina ni del gran ramo de tulipanes.

" Representan alegría y belleza y son una expresión de amor en todo su esplendor."

Pensó recordando las palabras del florista.

Claro que no iba a decírselo a T/N, aún no se sentía listo.

Preparó la cena con esmero y fue a llamar a la chica cuando estuvo todo listo, la llevó a la mesa y comenzó a servir.

Le había preparado un menú infantil completo, con carne de hamburguesa en salsa BBQ, oniguiris con caritas lindas, verduras encurtidas, salchichas en forma de pulpo y algo de ensalada.

- Traje Taiyaki y helado para el postre así que come.- Dijo sentandose frente a ella con un menú idéntico.

- ¿Y ésto?- Dijo asombrada.

- Recuerdo que cuando eras estudiante siempre traías comidas así a la escuela, decías que tu madre nunca tuvo tiempo de prepararlas para tí.- Dijo él.- Incluso en la actualidad llevas tus comidas a la academia en presentaciones adorables.- Añadió.- así que pensé que te gustaría.

Ella sentía sus ojos llorosos pero ya no por el dolor.

- Me encanta, gracias.- Dijo ella comenzando a comer. Todo sabía muy bien y le hacía sentir como una niña siendo mimada mientras estaba enferma.- Todo está delicioso.- Dijo la chica.

"Serías un padre estupendo." Pensó.

- Tengo algo para tí.- Le dijo él mientras la chica comía su Taiyaki con helado de vainilla.

Fue a la cocina y sacó las flores que había escondido detrás se la barra ya puestas en un jarrón con agua.

- Aizawa Sensei, son hermosas.- Dijo ella asombrada.

No esperaba un detalle así.

- Lamento que estés sufriendo por mi culpa.

- Ya te dije que puedo lidiar con el dolor.

- Pero también estuviste preocupada y asustada a causa mía, no lo mereces, perdóname.- Pidió con el seño fruncido.

- Hasta cuando te arrepientes te vez como un gruñón.- Rió ella.- Acepto tus disculpas.- Dijo acercándose a las flores para olerlas.- los tulipanes representan alegría y belleza.- Dijo para sí misma.- Y...- "son la máxima expresión de amor." Completó en su mente.-... me encantan.

- Me alegro.

Esa noche el abrazo se sintió diferente, como sí ahora estuvieran seguros de que sus corazones latían al mismo ritmo, sin lugar a dudas lo que sentían era correspondido.

La verdadera pregunta era ¿Quién daría el primer paso?

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