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Aizawa estaba asegurando la zona antes de abandonar el bosqueobvio después de la pelea, estaba algo oscuro y necesitaba luz, decidió usar la lámpara de su teléfono.

Al extraer el dispositivo de su bolsillo pudo notar una llamada perdida de T/N, era extraño ya que era muy tarde y vió que había dejado un mensaje de voz así que lo puso.

-Sensei... Siento molestarlo, ví a unas personas extrañas, cargando cosas en un camión, hay un portal y... Tengo miedo.

- Ojalá no hubieses visto nada.

- No!... Aléjate... Ayuda... Ayuda!!!! Por favor...

Beep

Aizawa apretaba con fuerza su teléfono haciéndolo crujir, debía terminar de asegurar la zona lo antes posible así que corrió por los árboles llegando al límite del perímetro y notando unas marcas en el suelo, como si hubiesen arrastrado algo.

Las siguió encontrando esa aterradora escena, T/N en el suelo, inconciente y sangrando, inmediatamente la tomó en brazos y sin importarle el resto de procedimientos luego de la pelea, se la llevó a un hospital.

***

Aizawa se encontraba en su casa luego de la jornada de trabajo.

Intentaba conciliar el sueño pero no le era posible, se sentía mal, culpable de no haber tomado aquella llamada.

Daba vueltas por la cama sintiéndose miserable cuando su teléfono sonó.

- ¿Hola?- Respondió.- ... Respira, voy en camino.- Dijo para tomar sus cosas y salir.

***

Luego de aquella horrenda visión T/N no se atrevía a volver a cerrar los ojos, la oscuridad era abrumadora y acabó por encender la luz.

Su respiración estaba acelerada y sentía como si fuese a morir. Las lágrimas empezaron a rodar por sus ojos y sin pensarlo dos veces tomó el teléfono de su casa y marcó el número de la única persona en la que confiaba lo suficiente.

- ¿Hola?- Dijo Aizawa respondiendo el teléfono.

- Sensei, siento despertarte...- Dijo soyozando.- Pero no puedo dormir, no puedo cerrar los ojos, cuando lo hago el bosque está ahí y no puedo...- La voz se le iba.

- Respira.- Le dijo él.- Voy en camino.- Y colgó.

No tardó más de diez minutos en llegar.

Cuando T/N le abrió la puerta ya estaba más tranquila.

- No tenías que venir.- Le dijo apenada.- Me bastaba con que me hablaras un momento.

Él negó.

- Te lo debo.

- Ya te dije que no estoy molesta por lo de la llamada.- Dijo con timidez.- estabas en plena misión.

- Aún así te haré compañía, vamos, dime qué pasó cuando cerraste los ojos.

Ella se dejó caer en el sofá largo acostándose y él se sentó en el sillón individual de al lado.

- Estaba en el bosque y veía el cielo, sentía dolor y como la sangre resbalaba por mi frente y también... Escuchaba mi propia voz rogando por ayuda.- Dijo volviendo a llorar.- Estaba desesperada, me sentía muy sóla y el cielo era desesperante, no puedo apagar la luz y cerrar los ojos. Tenía mucho miedo...- Sollozó cubriéndose el rostro. El corazón de Aizawa se encogió de culpa y de enojo, él adoraba a aquella chica y por su culpa había pasado por todo aquello.- podrías... ¿Tumbarte a mi lado?- Pidió ella algo apenada.

Él obedeció en silencio, no había nada a lo que pudiera negarse, él quería protegerla.

Ambos se tumbaron en el sillón.

Ella se giró para mirarlo sintiendo su rostro muy cerca y mirando sus labios por unos segundos para luego cerrar los ojos y acurrucarse en su pecho.

- Gracias.- Susurró antes de finalmente poder dormir.

Inconcientemente él la rodeó por la cintura acercándola más, no la soltaría por nada del mundo.

Cuando T/N se despertó el sol ya había salido.

Miró a Aizawa dormido a su lado sintiéndose profundamente agradecida y luego miró a su alrededor.

- ¿Qué hora será?- Se preguntó.- LA ESCUELA!- Exclamó rodando para bajar del sofá y estando a punto de caer de él cuando los brazos de Aizawa volvieron a atraerla hasta él.

- No hagas ruido, es sábado.- Se quejó con la voz ronca.

- L-lo siento.- Susurró ella y se dejó llevar por el sueño nuevamente en brazos de aquél hombre.

Cuando volvió a despertar ya había atardecido, Aizawa seguía dormido.

Ahora que lo recordaba, el héroe le había dicho que los sábados los tenía libres y los aprovechaba para dormir.

No pensaba que en serio durmiera todo el día.

Se levantó cuidadosamente, intentando no incomodarlo y fue a la cocina donde puso a preparar algo de café, ella no solía tomarlo pero sí tenía para las visitas.

- Buenos días.- Dijo Aizawa acercándose.

- Ah, lo siento sensei, no quería despertarte.- Él se encogió de hombros.

- Dormí lo suficiente. ¿Tú cómo estás?

- Mejor, te lo agradezco, incluso siento vergüenza de haberte hecho venir.

- Vendré siempre que lo necesites.- Respondió sorprendiendo a la chica.- Lo que me contaste suena como estrés post traumático, si quieres que venga de nuevo esta noche o la próxima sólo dilo.

- N-no quiero abusar.- Respondió sonrojada.

- Entonces volveré esta noche.

Ella no discutió más, pues sabía que lo necesitaría.

Le sirvió su café al profesor y éste se fue a ducharse y cambiarse para la noche que ya no estaba tan lejos.

Cuando llegó ella ya le había preparado una almohada en el Sillón.

Él llegó directamente a acostarse, ella parecía dudar.

- ¿Qué esperas?- Le dijo palmeando el espacio a su lado.

Y ella se tumbó junto a él.

Sin entender cómo, se quedó dormida casi de inmediato, a pesar de haber dormido todo el día.

A la mañana siguiente Aizawa sí partió temprano pero prometió volver para dormir.

La relación se había vuelto extraña pero a T/N le gustaba dormir a su lado, se sentía protegida y cómoda.

Al lunes amanecieron juntos, a tiempo para ir a dar clases.

No lo discutieron pero T/N prefería ser discreta acerca de sus noches juntos y él tampoco parecía ansioso por compartirlo con nadie en la academia.

Todo parecía ser normal.

Las bromas de Mic, las imprudencias de Midnight y la actitud sería de Aizawa.

Pero por la noche él volvía a su casa y sin decir nada la abrazaba mientras dormía.

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Las cosas se van poniendo romanticonas, no se olviden de votar y comentar.

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Instagram: genevieve_anneliese_

Por las noches te amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora