—Esa Sílfide se lo merecía— Belle dijo sin miramientos, sonriendo orgullosa de lo que acababa de escuchar —traicionó a nuestro señor...
—¡Cállate!— Gritó Ethan mientras la lanzaba al suelo a causa de un impulso del momento, lleno de rabia por saber que su propio padre fue capaz de hacerle daño a su madre.
Ethan salió de ahí, tenía suficiente con el remordimiento, no necesitaba escuchar a una ilusa que solamente hacía lo que le pedían sin pensar correctamente y sobre todo una estúpida que creía que en algún momento sería alguien importante. Eso era lo que más le molestaba, verse en el reflejo de esa chica, saber que él mismo fue como ella, un iluso que confiaba en su padre.
Se hizo invisible, olvidando todo, deseando que las cosas fueran diferente, él no pensó que su padre fuera a hacer daño a su propia familia, su madre, la mujer que confió en él ahora estaba casi muerta, sin señales de mejorar y lo peor fue que él mismo la llevó a eso. Al verse solo en aquél pasillo, dejó de ser invisible, cayendo al suelo ante la desesperación de no poder preguntarle a nadie sobre cómo se encontraba su propia madre. Sintió un verdadero vacío al verse ahí, sin alguien que se preocupara por él.
—¿Te encuentras bien?— esa voz la reconocería en cualquier lado, giró su cabeza hasta donde Lily Potter lo miraba, los ojos castaños de la joven demostraban preocupación.
—Sí— dijo seguro, fingiendo como siempre que nada ni nadie le importaba, pero Lily no se fue de ahí, al contrario, se acercó a él de manera lenta, sin temor.
Eso era lo que más le gustaba de ella, aún cuando alguien fuera grosero o frío, la joven siempre tenía una calidez que darle, nunca se rendía para alegrar a todos los que la rodeaban, ella era tan diferente a él y eso lo hacía sentir peor cada vez que la observaba a lo lejos ¿Cómo podía siquiera imaginarse con ella?
Sus emociones se quedaron en lo profundo de su ser, él no merecía ser feliz, había entregado a su madre y le hizo tanto daño a su hermana. Lily Potter era merecedora de un futuro brillante, feliz y alejado de cualquier mal porque él era eso, un ser despreciable que era capaz de hacer daño a cualquiera, había sido criado para ser de esa forma.
—Tu madre está bien, ahora están investigando qué le pasó
Ethan de nuevo la observó, la joven no lo veía con resentimiento, ¿Por qué era tan buena?
—Debes de estar preocupado— dijo de nuevo Lily mientras le brindaba una sonrisa que podía derretir cualquier frío corazón, —___________ está igual, pero sé que tu madre volverá con nosotros, es fuerte, como sus hijos
—¿Por qué haces esto?— dijo Ethan con seriedad, sin comprender que una persona fuera amable con alguien que era una plaga.
—¿De qué hablas?— dijo inocentemente
—¿Por qué hablas conmigo? ¿Por qué eres amable?
Lily suspiró, comprendiendo la pregunta, —he conocido muchas personas que han sufrido por seguir una idea que creían correcta, sé que al final, ellos siempre regresan al camino del bien
—No— Ethan aseguró —alguien que causa tanto mal no merece el perdón de nadie
—Te equivocas— Lily le dijo —nadie merece ser odiado, siempre hay una causa para que actuaran así, cuando ellos al fin se arrepienten, es porque son capaces de ser diferentes, dejan de ser malos, lo sé muy bien, tú te arrepientes de lo que ha pasado, por eso sé que vales la pena
Ethan de nuevo cayó al suelo, el aire se fue de sus pulmones, el llanto comenzó a surgir como un río mientras comenzaba a gemir con dolor, tanto miedo guardado, querer ser como su padre, evitar la decepción de quien consideraba un modelo a seguir, siempre había deseado ser mejor que su padre y en algún momento, ocupar su lugar en ese plan macabro. Lily se acercó sin dudarlo a él, hincándose para abrazarlo, la calidez de la joven le devolvió el aliento, el peso de sus hombros se fue alejandose lentamente de él, Ethan se aferró a la joven mientras seguía sacando todo aquello que había ocultado y era una tortura.
—Estoy aquí, tu hermana también desea que estés con ella de nuevo— le dijo Lily mientras acariciaba su espalda con la mano.
—Lo lamento— dijo con la voz quebrada —soy un cobarde que no merece compasión
—Cobarde es quien no acepta sus errores—le dijo ella mientras una sonrisa se formaba en el rostro de la joven, —tú eres el chico más valiente que he visto, has cargado con mucho, nadie merece estar en una batalla como esta
—Debo verlas— dijo refiriéndose a su hermana y madre, Lily asintió mientras se separaba de él —te llevaré con ellas, ___________ estará feliz
Algo dentro de Lily Potter la hizo sentirse mejor, había pensado mucho en ese chico de ojos fríos, llenos de odio y rencor, siempre supo que en el fondo, Ethan Bullock era diferente a lo que todos decían que era, un monstruo. Ella nunca lo vio así, más bien supo desde que vio esos ojos oscuros que el chico había cargado con demasiadas responsabilidades, todo por su padre y el miedo a no ser como se suponía que estaba dictado.
Lentamente, Lily tomó la mano del chico entre la suya, Ethan se sorprendió por ese gesto pero no hizo nada por evitarlo, al fin Lily vio en su rostro un brillo especial, el chico estaba feliz y eso era lo único que buscaba en él, verlo ser feliz, libre y lleno de vida. Ethan detuvo el paso, la joven lo miró curiosa.
—Debo decirlo ahora— el chico habló después de unos segundos
—¿Sobre qué?— los nervios de la chica seguían en su cuerpo, temía que él dijera algo negativo o que la rechazara, no podría soportarlo
Porque sí, Lily Luna Potter Snape estaba locamente enamorada de ese chico que para todos era el malo de la historia, él era su más grande y bello secreto, Ethan Bullock, el hijo del hombre que odiaba a su familia, que causaba tanto daño, ese chico que vivía en una armadura llena de furia, ese chico le había robado el corazón, sin siquiera hablarle, fue capaz de entrar a su mente como un recuerdo melancólico que llegaba en las noches, pensando en lo imposible que era estar a su lado. Era tan doloroso no poder decirlo en voz alta, sintiéndose una persona despreciable al quererlo aún cuando su familia corría peligro a causa de ellos.
—Me gustas— dijo el chico de forma rápida sin dejar de mirarla
Lily se quedó ahí, quieta, escuchaba en su mente esas palabras y su corazón se detuvo por un momento de manera abrupta, seguía mirándolo, creyendo que no era cierto lo que escuchó
—Desde la primera vez que te vi, supe que eras especial, quise ser poderoso para que tú me notaras, pero me di cuenta de mi error, no fui como mi hermana, me alejé de la luz y así te dejaba ir lentamente
—Siempre te noté, muchas veces soñé con este momento
Ethan se acercó a ella, la sonrisa en su rostro había sido la primera expresión real que tuvo en muchos años. Entrelazó sus manos con las de ella y así, juntó sus labios con los de la chica.
El primer beso para ambos se hizo una promesa, él era capaz de dejar todo por ella y eso iba a hacer, no podía luchar contra la chica que quería desde hace mucho tiempo y le dio la esperanza de seguir vivo.
—A mí también me gustas— dijo sin ser necesario Lily
—Seré alguien diferente, por ti y por mi mismo
—Vamos
Los dos se fueron hacia donde ________ se encontraba, estaba dispuesto a pedir perdón a todos, ya no sería como antes, ahora tenía una razón para seguir en la luz, las sombras que lo perseguían constantemente como pesadillas no iban a volver porque tenía a su lily a su lado.
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Secretos: Nueva generación
FanfictionLa vida da muchas vueltas, ahora es momento de que el destino juegue de nuevo a su antojo, son llamados los hijos del nuevo mundo, donde la paz y tranquilidad regresa para quedarse, al menos eso es lo que ellos creen. El mundo mágico sufre una nueva...