"Tienes que irte ahora, no quiero hacerte daño"
Su voz era tan baja y ronca, su frente pegada a la mía, sus labios estaban a solo centímetros de lo míos y su aliento a vino era tan delicioso casi podía saborear su sabor en mi boca sin siquiera haberla besado, sabía que ella había tomado y no estaba bien pero mi cuerpo deseaba tanto sus besos, sus manos recorriendome, tocándome, quería tanto que su ser y el mío fueran uno solo.
Mi espalda contra una mesa en donde se encontraba un arreglo de rosas rojas como atractivo, mis manos en el borde temblaban pero no de frío era con corriente electrizante, se sentía bien pero a la vez era una sensación desconocida para mi, nunca antes había sentido atracción por una mujer y mucho menos una mujer mayor que yo pero ella fue la detonante de este sentimiento ya no había vuelta atrás.
"Yo no quiero irme"
"No hagas esto más difícil, vete."
Ella susurraba que me fuera pero me tenía contra la mesa sin intención de dejarme ir, el silencio en la habitación era cada vez más tenso y su respiración más pesada mientras más tiempo pasábamos en esa posición, la casa estaba vacía y en la habitación no había ninguna luz encendida gracias a un reflejo de luz que venía de afuera y daba a la ventana pude ver su hermoso rostro siempre, tenia una expresión triste, confundida e incluso de culpa, tenía la mirada baja casi con los ojos cerrados me hablaba.
"Estas segura de que eso es lo que quieres?"
No pronunció ni una sola palabra pero está vez me vio a los ojos y me podrán decir que es una exageración pero incluso estando en la oscuridad pude ver sus ojos cafés grandes y bellos mirándome directamente sin parpadear, me sentí débil ante ella se alejó un poco fue cuando pude respirar muy dentro de mi pensé que lo había hecho para que yo al fin pudiera irme pero me equivoque un segundo después sus suaves labios se adueñaron de los míos me tomo por la cintura y me pegó por completo a la mesa de tal manera que deje escapar un gemido de dolor por al mismo tiempo era de placer, mis dedos enredados en su cabello largo, mis manos en la parte trasera de su cuello, mis manos en ella, termino mordiéndome el labio inferior y se alejó de nuevo lo que me hizo molestar un poco odiaba que se detuviera, mi excitación estaba por los cielos, la ropa sobre mi piel me quemaba hasta los huesos incluso pensar era difícil estando tan cerca de ella.
"Te lo ruego pídeme que me detenga"
"No puedo, necesito esto"
Vi como una pequeña y seductora sonrisa iluminó su rostro, me volvió a sujetar de la cintura y me sentó sobre la mesa hizo un movimiento para apartar el florero ya mencionado, este callo quebradose regando el agua y las rosas por el suelo, trágico pero hermoso a la vez, me tomo por el cabello obligándome a echar mi cabeza hacia atrás lentamente su boca bajo a mi cuello dándome pequeños besos, abrí las piernas y las coloque alrededor de su cintura atrayendo la aún más a mí cuerpo a lo que ella accedió, pude sentir como una de sus manos viajaba por mi ante pierna hasta llegar por completo bajo de mi falda suavemente haciéndome erizar al hacer contacto con mi intimidad, sus labios seguían bajando hasta llegar al punto en donde mi blusa en cuello V se abría para dejar a la vista mis senos, regreso a mi boca de la misma manera en que fue bajando, y otro beso pero más profundo y apasionado.
"Di mi nombre necesito escucharte"
Me dijo entre gemidos y yo obedecí a su petición ya que en ese momento me había rendido era suya, ella era dueña absoluta de mi cuerpo de mi alma y de mi corazón para siempre.
"Mariska..."
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𝓔𝓵 𝓒𝓸𝓵𝓸𝓻 𝓓𝓮 𝓛𝓪𝓼 𝓡𝓸𝓼𝓪𝓼 (Mariska Y Tú)
Fanfiction"Y entonces las rosas cayeron al suelo haciendo un patrón hermoso, y entonces las rosas me hablaban de ella, las rosas ya no tenían el mismo color y su olor era el mismo que impregnaba su piel cada día y sin quererlo me enamoré."